La
extraña (Toni Collette), la hermana (Rose Byrne), la esposa
(Mary Beth Hurt), la madre (Marcia Gay Harden), la chica muerta
(Brittany Murphy): éstos son los personajes, o mejor, los
arquetipos femeninos que Moncrieff, ex actriz televisiva, privilegia
para urdir una inquietante historia de abismos y penumbras que roza
lo lyncheano. A partir del hallazgo de un cadáver abandonado a
la intemperie, el segundo largometraje de la cineasta californiana
–el primero fue Blue Car,
de 2002– empieza a explorar con buen timing
narrativo las rutas sinuosas del dolor y el duelo, las grietas
maritales y familiares, las heridas psíquicas que nunca
cicatrizarán, la alienación que acecha bajo la
superficie del American way
of life. Un filme áspero que medita sobre la
desaparición, tema metafísico por excelencia. ~
(Guadalajara, 1968) es narrador y ensayista.