La pandemia de la Covid-19 se ha extendido de un modo inusitado a través del mundo y todavía es demasiado pronto para vislumbrar las transformaciones económicas, políticas y sociales que acarreará. Sin embargo, la actuación de los gobiernos ante la emergencia –que van de la torpe demagogia al control autoritario– permite advertir no solo la fragilidad de nuestras democracias sino la necesidad de ejercer el escrutinio ciudadano como nunca antes. “El poder que se cede es poder que se concede”, advierte John Keane, porque una vez entregado es difícil de recuperar.
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La democracia después de la pandemia
La pandemia de la Covid-19 se ha extendido de un modo inusitado a través del mundo y todavía es demasiado pronto para vislumbrar las transformaciones económicas, políticas y sociales que acarreará. Sin embargo, la actuación de los gobiernos ante la emergencia –que van de la torpe demagogia al control autoritario– permite advertir no solo la fragilidad de nuestras democracias sino la necesidad de ejercer el escrutinio ciudadano como nunca antes. “El poder que se cede es poder que se concede”, advierte John Keane, porque una vez entregado es difícil de recuperar.