Pasadas varias décadas desde la venta masiva a nivel mundial del Atari (1972) -la primera consola de videojuegos caseros-, resultaría demasiado desdén negarle a los juegos de video alguna influencia en la creación del arte actual. Al igual que sucede con los comics, de las creaciones digitales han salido adaptaciones al cine de regular importancia. Al igual que las novelas gráficas, que avanzan ganando adeptos, los juegos de videos para adultos, bastante narrativos y de intención levemente por encima del mero entrenamiento, se consolidan como una forma alternativa de lectura: el jugador es testigo y a la vez partícipe en la construcción de una historia.
Resident Evil (1996), juego que se estrenó en la primera consola del PlayStation, cumplió su papel en este sentido. Milla Jovovich interpretó tres películas que extienden el universo de la masacre viral producida por la empresa Umbrella. Ahora aparece, sólo en DVD, Degeneration (2009), una entrega elaborada en exclusiva en animación y que se arroja al mercado en vísperas de la aparición de Resident Evil 5 para PlayStation 3 y Xbox 360. El filme rescata dos figuras de importancia en los juegos –Claire Redfield y Leon S. Kennedy-, pero vuelve al mismo escape del infierno a través de la destrucción masiva de cabezas zombi.
Aparece, como desde la primera emisión, el ataque constante a las empresas multinacionales y sus intereses, muy al estilo de Naomi Klein y Noam Chomsky, y por supuesto el descabezadero interminable, la sangre chispeante y las armas top-level con municiones infinitas. Fuera de eso, la historia pierde en repetición y pierde mucho más aún en sentido común. Degeneration hace honor a su nombre, no por la historia, sino por su ser mismo: historia que no convence, animación anclada en las fórmulas de los juegos, frases extraídas de manera equívoca de la novela negra. Resident Evil, al predeterminar su audiencia y hacer burla del sentido común de los cineadictos, dio el último golpe de pala antes de comenzar a dormir en lo profundo de la fosa.
Como cualquier saga que se extiende sólo para satisfacer fines comerciales, Resident Evil ya muestra su cansancio y acaso exhala los últimos respiros de su agonía, así que dejemos dormir al muerto con lo que ya nos dejó en este mundo. Esperemos que no suceda lo mismo con Metal Gear Solid o Grand Theft Auto, dos buenos ejemplos de creatividad digital sin tanto exceso.
– Luis Jaime Bugarini
(ciudad de México, 1978) es escritor y crítico literario.