Mi amigo Tadeo Cárdenas, minucioso oceanógrafo del tedio, me recomienda dos entradas recientes a esa multiplicante pesadilla llamada YouTube, cabal resumidero de misterios.
La primera muestra a un “niño predicador”, un puré de cómic muy trajeadito que con ruidoso, calcado histrionismo, ataca a Darwin desde un vasto púlpito, al parecer en Perú, insistiendo una y otra vez que él no es un “monito” sino un hombre. Es una de las cosas más amargamente chistosas que pueden verse (legalmente). Déle click por acá, y luego dígame a quién le recuerda…
La segunda es aún más deprimente: muestra una versión de la canción aquella que celebra a la YMCA y gozó de cierta fama hace décadas, sólo que ahora en finlandés. Véala aquí (y absténgase de decirme a quién le recuerda).
Es un escritor, editorialista y académico, especialista en poesía mexicana moderna.