Al reseรฑar las cartas de Flannery O’Connor (El hรกbito de ser, Ediciones Sรญgueme), Francisco Casavella subrayรณ el sentido tragicรณmico de la vida que tenรญa la escritora, y la originalidad de su fe: el arte con que integraba la gracia divina y lo grotesco. Asociรณ su genio narrativo al de otros escritores sureรฑos como William Faulkner, y a lo grotesco de mucha literatura caribeรฑa. Y, en relaciรณn con รฉsta, se pregunta: “¿Quรฉ quiso decir aquel cubano al afirmar que si Franz Kafka viviese en La Habana serรญa un escritor costumbrista?” (El Paรญs, Babelia, 17 de julio de 2004).
Hay dos cosas notables en la interrogaciรณn. La primera se refiere al mundo kafkiano como descripciรณn de un rรฉgimen totalitario. Cuando otro checo (Milan Kundera) escribe La broma, es obvio que hace una sรกtira de inspiraciรณn kafkiana sobre la vida de un militante comunista (arruinada por hacer un chiste: “El optimismo es el opio del pueblo”). Pero Kafka muriรณ en 1924, el mismo aรฑo que Lenin; y las noticias de entonces sobre la incipiente Uniรณn Soviรฉtica eran mรกs bien optimistas. El reportero Lincoln Steffens, que estuvo en Mรฉxico para cubrir la revoluciรณn, viajรณ tambiรฉn a Moscรบ y declarรณ en 1921: “Estuve en el futuro, y sรญ funciona”.
La burocracia conocida por Kafka no fue la que empezรณ despuรฉs, con el golpe comunista de 1948, que puso a los checos en la รณrbita soviรฉtica, sino la burocracia de las compaรฑรญas de seguros: el tortuoso proceso que descubre el beneficiario de una pรณliza cuando trata de cobrarla y se topa con dificultades kafkianas. Kafka viviรณ ese mundo por dentro: en Assicurazioni Generali (1907-1908) y en Arbeiter-Unfall-Versicherungs-Anstalt (1908-1922). Pero no como torturado escritor (aunque viviรณ como tortura el no tener mรกs tiempo libre para escribir), sino como funcionario ejemplar que despuรฉs de su muerte era recordado con admiraciรณn.
Peter Drucker, en una entrevista con el editor de la revista tecnolรณgica Red Herring (“The exploding world of the internet”, recogida en Managing in the next society como capรญtulo 2), cuenta que fue vecino de otro funcionario de la auva, especializada en seguros que cubren accidentes del trabajo. Este Dr. Kuiper no sabรญa que el Dr. Kafka (en derecho) era escritor. Le contรณ a Drucker que Kafka recibiรณ una medalla (del American Safety Congress de 1912, cree Drucker) porque fue el inventor del casco de seguridad, hoy de uso universal. El congreso fue organizado en Milwaukee por la Association of Iron and Steel Electrical Engineers. El uso de los cascos salvรณ muchas vidas en las acerรญas.
Es de suponerse que la idea creadora de Kafka consistiรณ en proteger a los obreros con cascos metรกlicos semejantes a los del ejรฉrcito. El uso de estas armas defensivas de la cabeza se remonta a las armaduras medievales, y antes aรบn a las sumerias, 2.500 aรฑos antes de Cristo. (Pueden verse en Google Images, sumerian helmet.) Parece extraรฑo que en 34 siglos a nadie se le hubiera ocurrido la aplicaciรณn civil, pero el testimonio de Drucker es creรญble. Era un conocedor de las innovaciones en el mundo de los negocios (hubiera sabido si la innovaciรณn celebrada por Kuiper ya existรญa). Y hay otros testimonios de que los cascos industriales empezaron a usarse en el siglo XX.
Otro abogado que escribรญa magistralmente en su tiempo libre fue Wallace Stevens, que trabajรณ casi toda su vida en la aseguradora Hartford de Connecticut y llegรณ a vicepresidente. Cuando muriรณ y salieron los obituarios en la prensa, hubo sorpresa en la compaรฑรญa: ¡Cรณmo! ¿El viejo era poeta?
En la misma Hartford y por los mismos aรฑos trabajรณ un ingeniero quรญmico especializado en la prevenciรณn de incendios que llegรณ a ser uno de los lingรผistas mรกs famosos del mundo, aunque muriรณ a los 44 aรฑos: Benjamin Lee Whorf. Quizรก tuvo alguna protecciรณn de Stevens porque viajรณ repetidamente a Mรฉxico, para investigar el maya y el nรกhuatl.
Como si fuera poco, Charles Ives, que estudiรณ mรบsica en la Universidad de Yale y fue precursor de los compositores de vanguardia, se ganรณ la vida dirigiendo grupos de vendedores de seguros. Acabรณ fundando su propio despacho de corredores (Ives & Myrick) y, segรบn Myrick (Vivian Perlis, Charles Ives remembered: An oral history, p. 36), escribiรณ folletos muy solicitados: The amount [of insurance] to carry and how to carry it (1912), Life insurance with relation to inheritance tax (1918), Life insurance scientifically determined (1923).
Pero volvamos a Kafka. La segunda cosa notable de la reseรฑa de Casavella es que puso en circulaciรณn por Espaรฑa un dicho cubano que naciรณ en Mรฉxico. La mayor parte de los dichos viajan y se vuelven anรณnimos porque se olvida cรณmo se originaron. Pero de รฉste se sabe cรณmo naciรณ y empezรณ a difundirse.
Luis Echeverrรญa fue presidente de Mรฉxico (1970-1976) y ejerciรณ el poder tragicรณmicamente: con un presidencialismo grotesco, analizado por Daniel Cosรญo Villegas en El estilo personal de gobernar (frase que ahora es parte del vocabulario polรญtico, aunque no todos saben cรณmo se originรณ). Y en una reuniรณn de amigos donde se comentaban los รบltimos episodios de aquel rรฉgimen asombroso, Alejandro Palma Argรผelles tuvo la inspiraciรณn de decir: “Si Kafka hubiera nacido en Mรฉxico, serรญa un escritor costumbrista.”
Todos celebraron la ocurrencia, y empezaron a usarla como frase cรฉlebre, cuya circulaciรณn aumentรณ porque Manuel Buendรญa, que estuvo en la reuniรณn y era entonces el columnista mรกs leรญdo de Mรฉxico, la escribiรณ repetidamente en su columna. Es de suponerse que asรญ pasรณ a La Habana.
Quizรก, por vรญa soviรฉtica, llegรณ tambiรฉn a Praga, porque Milan Kundera (Los testamentos traicionados, Turner, p. 217) parece repetirla cuando dice: Para entender a Kafka, hay que leerlo como escritor tragicรณmico. Lo habรญamos leรญdo “con el rostro impregnado de una expresiรณn trรกgica”. Despuรฉs supimos que “cuando leyรณ a sus amigos el primer capรญtulo de El proceso, los hizo reรญr a todos”. Kafka describiรณ el mundo grotesco de la burocracia con el humor de un costumbrista.
En muchos otros paรญses se ha calcado la frase de Palma, con diversas variantes, como puede verse en Google: “Si Kafka hubiera nacido en”… Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Espaรฑa, Paraguay, Perรบ, Uruguay… O “Si Kafka fuera”… mexicano, argentino, etcรฉtera. Es posible que la frase haya pasado a otras lenguas, aunque el concepto de literatura costumbrista parece existir รบnicamente en espaรฑol. A pesar de lo cual, no falta quien atribuya la frase a Andrรฉ Breton, confundiรฉndola con lo que dijo (elogiosamente) de Mรฉxico, donde estuvo en 1938: que era un paรญs surrealista.
En Plural 37 (octubre de 1974), publiquรฉ “La apertura y la inflaciรณn”, una crรญtica de las locuras econรณmicas del echeverriato. Seรฑalรฉ la paradoja de que el nรบmero y la calidad de los tรฉcnicos en el gobierno habรญa llegado a un mรกximo histรณrico con el presidente Echeverrรญa, al mismo tiempo que la cantidad de tonterรญas. Y que hasta ellos estaban frustrados en “procesos que les parecen a ratos kafkianos y a ratos folklรณricos, de donde han sacado el nombre de Kafkatlรกn para el mundo en que se mueven”.
Lo de Kafkatlรกn sigue usรกndose, aunque poco. Pero este registro, que es posterior a la frase cรฉlebre de Palma, permite situarla hacia 1972.
(Letras Libres Espaรฑa, enero 2011)
(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.