Adaptar literatura al cine es un proceso complejo, mรกs aun cuando se trata de un gรฉnero como el realismo mรกgico. Aunque parecerรญa que la obra de Garcรญa Mรกrquez es prรกcticamente inadaptable, los intentos por filmarla se multiplican; su filmografรญa rebasa los cuarenta tรญtulos entre los que se cuentan algunos guiones originales, si bien la gran mayorรญa son adaptaciones de cuentos o novelas. Memoria de mis putas tristes (2011) es la pieza mรกs reciente en esta larga tradiciรณn.
La novela homรณnima en la que estรก basada la pelรญcula es la รบltima obra de ficciรณn del colombiano, cuyos problemas de salud difรญcilmente le permitirรกn completar otra. En algรบn lugar del Caribe un viejo se propone celebrar sus noventa aรฑos con una noche de amor loco con una adolescente virgen. A partir de una serie de flashbacks se conoce su vida, marcada por el sexo deportivo a partir de la prostituciรณn y ni una sola relaciรณn significativa. El viejo nunca se ha enamorado. Al final de su vida parece que encontrarรก el amor de manera fortuita.
La dirige y adapta el danรฉs Henning Carlsen junto con el legendario guionista Jean-Claude Carriรจre, colaborador, entre otros, de Buรฑuel. Emilio Echevarrรญa juega el papel del viejo, apodado El Sabio, y Geraldine Chaplin es Rosa Cabarcas, la matrona del burdel venido a menos. Es ante todo una pelรญcula tradicional, de viejos. Tanto Garcรญa Mรกrquez como Carlsen nacieron en 1927, Carriรจre en 1931 y aunque Echevarrรญa y Chaplin son mรกs jรณvenes son los rostros de la vejez. En ese sentido es una proeza, sobre todo por parte del director, en activo a los ochenta y cinco aรฑos. A pesar de sus finos detalles, Memoria de mis putas tristes es una obra acartonada y un tanto anacrรณnica.
Las convenciones de un cine clรกsico arman la pelรญcula. Planos armรณnicos y movimientos de cรกmara suaves y bien cuidados van unidos a mรบsica de violรญn, piano o guitarra, acorde con el mundo de un hombre mayor. Los escenarios son de otras รฉpocas, con pocos adornos y colores opacos. Mientras que las actuaciones principales son buenas, los papeles secundarios dejan mucho quรฉ desear. Los personajes que apenas aparecen y hablan poco son tiesos e inseguros, tal vez debido a que la lengua del director no es el castellano.
Pero mรกs allรก de sus virtudes y defectos, el rodaje tiene una historia accidentada que pone de manifiesto la complejidad que implica la adaptaciรณn. El tema central del relato, fuera de las pรกginas de una novela de Garcรญa Mรกrquez, se llama pederastia y prostituciรณn infantil. A inicios de octubre de 2009, a pocas semanas de comenzar el rodaje con apoyo econรณmico del gobierno del estado de Puebla, cuyo titular era el llamado "gober precioso" acusado de complicidad en una red nacional de pederastia, una demanda penal detiene la producciรณn. Un artรญculo de Lydia Cacho del 5 de octubre de 2009 resume asรญ la novela: "Un viejo de 91 aรฑos que ha tenido 514 amantes le pide a una lenona que le consiga a una niรฑa virgen para su cumpleaรฑos. Se la entregan en el prostรญbulo, drogada para que resista la violaciรณn. El viejo le canta y se enamora". Palabras fuertes para la trama de una pelรญcula. Cacho cuestiona que sea justamente el gobierno de Puebla el que invierta un millรณn de dรณlares en el proyecto. Por otra parte, segรบn las notas de producciรณn proporcionadas por la distribuidora, Cacho "sin mucho conocimiento del tema supone una alianza entre Mario Marรญn y Garcรญa Mรกrquez. (…) Gabriel, de edad avanzada, temiรณ por su seguridad ya que la prensa hablaba de posible cรกrcel para el Nobel. Asรญ, Gabriel, junto con su esposa Mercedes Barcha salieron de su residencia en Mรฉxico y se trasladaron una temporada a su natal Colombia". Hay una obra de ficciรณn de un lado y la lucha legรญtima de una activista social de intachable trayectoria del otro. Sin esgrimir juicios hacia ninguno de los dos bandos, queda claro que esto es lo que puede pasar cuando el realismo mรกgico se torna realista, pues las imรกgenes concretas del cine hacen que lo lรญrico se vuelva fรญsico. Por mรกs licencias poรฉticas que se tome la pelรญcula, a la hora de utilizar actores y locaciones reales lo mรกgico se convierte en real.
Creo que solo cineastas de la talla de Emir Kusturica o Terry Gilliam logran con รฉxito llevar al cine algo parecido al realismo mรกgico. Cintas como Underground, Black Cat, White Cat o The Adventures of Baron Munchausen pertenecen a esa veta fantรกstica, mucho mรกs cercanas en espรญritu a las novelas de Garcรญa Mรกrquez que las adaptaciones que ha sufrido su obra. El genio para llevar a cabo ese nivel de fantasรญa en el cine es una rareza. Combinar lo concreto de la imagen fotogrรกfica con la ilusiรณn abstracta que puede transmitir la literatura es un don que pocos tienen. La vocaciรณn realista del cinematรณgrafo es mรกs comรบn que su lado fantรกstico. Memoria de mis putas tristes, al igual que gran parte de las adaptaciones de cuentos o novelas del Gabo, estรก hecha en ese tono mรกs o menos realista. Es casi inevitable.
Despuรฉs de que parte de los inversionistas retiraron su apoyo se logrรณ levantar el proyecto una vez mรกs, y en lugar de rodarse en Puebla y Veracruz se filmรณ en Campeche y en secreto. La actriz que interpreta a la prostituta es Paola Medina, de treinta aรฑos. Lejos de la adolescente que protagoniza la novela. Es una concesiรณn que va en contra de las fibras mรกs รญntimas de la obra literaria pero inevitable para pasar al cine. Entre las pรกginas y el celuloide se pierde lo esencial. Por mรกs que los personajes se escuchen de un lado a otro del pueblo sin necesidad de tener el telรฉfono pegado al oรญdo, el mundo que vemos en la pantalla es casi idรฉntico a este. De la magia solo quedan vestigios.
Aunque nadie crea que Garcรญa Mรกrquez tenga tendencias pederastas, el choque entre cine y literatura, en este caso, dejรณ rastro. En ocasiones lo literario y lo cinematogrรกfico son tan incompatibles que intentar unirlos resulta insensato.
(ciudad de Mรฉxico, 1979) Escritor y cineasta