Cenando con Stalin

Un libro publicado recientemente en Rusia repasa los grandes banquetes que organizรณ el dictador durante los aรฑos mรกs sangrientos del Gran Terror.
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Estuve hace poco en San Petersburgo y comprรฉ, en una de esas estupendas librerรญas que parece que salpican el centro de la ciudad, un libro de Vladimir Nevezhin titulado (en traducciรณn libre) Cenando con Stalin (o La mesa del comedor de Stalin). El libro tiene casi 400 pรกginas y es un anรกlisis empรญrico y a menudo detallado de 47 grandes banquetes que dio Stalin en el Kremlin entre 1935 y 1949 (no hubo banquetes durante la guerra). Se basa en fuentes originales (por ejemplo invitaciones, listas de invitados), reportajes periodรญsticos de la รฉpoca y memorias que publicaron muchos participantes mรกs o menos conocidos (la ediciรณn que comprรฉ es de 2019; no sรฉ si es diferente de la de 2011).

El libro es fรกcil de leer, incluso si tu ruso estรก muy lejos de ser impecable (como el mรญo). Pero no estรก bien escrito. Es como una tesis. Forma parte de un proyecto de investigaciรณn sobre la historia de Rusia en el siglo XX (es el volumen 50 de ese proyecto) y tiene a menudo repeticiones innecesarias sobre demasiados detalles.

Estรก estructurado de manera muy formal, lo que, dado que los banquetes eran tambiรฉn formalmente muy similares, hace que el autor diga muchas veces lo mismo o cosas similares. Tiene una visiรณn de tรบnel basada exclusivamente en los banquetes. Esto puede ser una ventaja para aquellos a los que les interese el nรบmero de invitados por banquete y su distribuciรณn en las mesas, pero es una desventaja porque el autor no considera los banquetes, especialmente a finales de los aรฑos 30 en la cima del Gran Terror, en su contexto polรญtica y social. Asรญ, solo en una ocasiรณn menciona que los invitados se han dado cuenta del humor inusualmente bueno de Stalin, algo que el autor atribuye al hecho de que debe sentirse relajado tras un largo dรญa de juicios de Moscรบ, que estaban ocurriendo en el momento. Pero no menciona nada sobre el juicio del dรญa ni lo que ocurriรณ (la informaciรณn es fรกcilmente accesible porque tanto las fechas de los banquetes como de los juicios son conocidas).

A pesar de estos defectos, el libro estรก lleno de detalles interesantes e incluso importantes. Ademรกs, permite al lector reflexionar sobre la gente y la รฉpoca. A los banquetes, organizados en varias salas de recepciones del Kremlin, acudรญan entre 500 y 2000 personas; eran suntuosos, especialmente si los comparamos con una escasez generalizada de carne, fruta fresca y verduras en Moscรบ, algo comรบn en la ciudad y peor aรบn en las zonas rurales. Sin embargo todos los productos y bebidas estaban hechos en la Uniรณn Soviรฉtica. En comparaciรณn con los banquetes organizados por Hitler y sus subordinados, estudiados por Fabrice dโ€™ Almeda en The high society in the Third Reich, los banquetes soviรฉticos eran monรณtonos, menos lujosos y mรกs modestos. Eran tambiรฉn como reuniones de trabajo y (generalmente) no incluรญan a familiares.

Habรญa, por supuesto, dos tipos de personas en los banquetes. Primero, los anfitriones, que no suelen variar: los miembros del gobierno y el Politburรณ, o mรกs bien Stalin y los lรญderes (โ€œStalinskaya komandaโ€). Los invitados son variados. Muchos de los banquetes eran despuรฉs de los desfiles militares del 1 de mayo o del Dรญa de la Revoluciรณn de Octubre (el 7 de noviembre) y por lo tanto incluรญan sobre todo a miembros del ejรฉrcitoy de la marina. Tambiรฉn habรญa banquetes para el dรญa de aรฑo nuevo y para los Dรญas de las Repรบblicas, una fiesta que organizaba Moscรบ en los aรฑos treinta donde se exhibรญa el legado cultural de varias repรบblicas federales (de Ucrania a Tajikistรกn).

Habรญa muchos banquetes especiales para los pilotos que en los aรฑos treinta obtuvieron algunos รฉxitos notables en el espacio: volaron al Polo Norte, salvaron a marineros atrapados en el desierto de hielo del norte e hicieron vuelos de larga distancia, sin parar, a Amรฉrica del Norte. Estos banquetes ponรญan a Stalin de muy buen humor. Trataba a los pilotos con especial consideraciรณn y les daba libertades que muy pocos disfrutaban. En dos ocasiones permitiรณ a un mismo piloto interrumpir su brindis.

A veces se producรญan escenas inusuales que en un entorno mรกs burguรฉs occidental habrรญan sido inimaginables, como cuando Stalin invitรณ a los pilotos a la mesa de los lรญderes y empezรณ a abrazar y besar a cada uno de ellos, lo que provocรณ que el Politburรณ al completo acabara haciendo lo mismo. Con una docena de pilotos y mรกs de una docena de miembros del liderazgo, hubo hasta 150 o incluso 200 abrazos y besos. Era una terapia estilo California de abrazos gratis.

Pero tambiรฉn se produjeron escenas mรกs macabras ya que aunque el nรบcleo de lรญderes era estable (Stalin, Molotov, Kaganovich, Kalinin, Voroshilov, y hasta cierto punto Mikoyan, Andreev y Zhdanov), habรญa gente que fue, en varias ocasiones, posteriormente purgada y ejecutada. Por ejemplo (p.158), โ€œEntre junio de 1937 y abril de 1938, casi hasta su arresto, Kosyor se sentรณ cinco veces en la mesa de los lรญderes. En agosto de 1938 la mujer de Kosyor fue fusilada. Entonces detuvieron a Kosyor. Sufriรณ el nivel mรกs alto de castigo [posiblemente tortura].โ€ En total, de las 21 personas (sin contar con Stalin) que se sentaron en la mesa de los lรญderes en 1937 y 1938, ocho fueron fusiladas y dos se suicidaron. Casi la mitad de los invitados a la mesa suprema fueron asesinados por el principal anfitriรณn. No es algo muy comรบn.

Nevezhin narra con detalle el destino de Yezhov, que surgiรณ de la nada para convertirse en el lรญder de la NKVD durante el periodo mรกs sangriento del Gran Terror. Poco a poco le cortaron las alas (lo nombraron comisario de transporte fluvial), y le retiraron de las posiciones de autoridad y finalmente fue despedido y ejecutado (lo reemplazรณ Beria).

Imaginemos cรณmo debรญa ser la atmรณsfera alrededor de la mesa principal en los dรญas en que Yezhov y la NKVD podรญan arrestar (y se les incentivaba a ello) a prรกcticamente cualquiera, y de hecho ejecutaron a dos miembros permanentes del Politburรณ (no habรญa tiempo para seguir todo el proceso de degradaciรณn formal). No sabemos, por supuesto, cรณmo fueron las conversaciones en torno a la mesa, pero tenemos pruebas escritas de varios ministros (comisarios) que se quejaban amargamente a Stalin de que la campaรฑa indiscriminada de arrestos y asesinatos de Yezhov habรญa diezmado sus ministerios y a menudo habรญan desaparecido sus mejores empleados. Los ministros, por su parte, recogรญan kompromat [material comprometedor] sobre Yezhov y los suyos de la misma manera que la NKVD recopilaba documentos comprometedores. (Ademรกs, que detuvieran a tus colaboradores era a menudo un preludio a que te interrogasen y detuvieran a ti; tratar de defenderles era tambiรฉn un acto preventivo de autodefensa).

Stalin se mostraba como un รกrbitro. Las investigaciones formales las hacรญa la NKVD, pero รฉl podรญa decidir, como un Dios, si preferรญa perdonar a alguno de los investigados o dejar que el proceso continuara, que culminaba casi siempre con ejecuciones o suicidios.

A esto รบltimo forzaron a Sergo Ordzonokidze, quizรก el miembro del liderazgo de Stalin menos desagradable, cuando su compaรฑero georgiano arrestรณ primero a los colaboradores mรกs cercanos de Sergo (en el ministerio de industria pesada), luego a su hermano y su mujer, lo que dejรณ a Ordzonokidze con solo dos opciones: esperar a su arresto y probable tortura, o suicidarse.

Tambiรฉn arrestaron a las mujeres de Molotov y Kalinin, y sabemos por las conversaciones de Molotov con Felix Chuev (es algo que, sin embargo, no aparece en el libro de Nevezhin) que Molotov, aunque acudรญa regularmente a las reuniones de los lรญderes y veรญa a Stalin en privado de manera frecuente, nunca mencionรณ la cuestiรณn de su mujer. Molotov, como sabrรญamos despuรฉs, acertรณ en esto: su posibilidad de sobrevivir era mayor si no decรญa nada que si pedรญa su liberaciรณn. Este es el tipo de cรกlculos perversos que tenรญan que realizar los miembros del liderazgo soviรฉtico.

El libro contiene una enorme cantidad de episodios extraordinarios. Leemos que a menudo varias orquestas de jazz estatales acudรญan invitadas a las fiestas de aรฑo nuevo aunque Stalin no apreciaba el jazz. Como cada ministro competรญa por tener su propia orquesta de mรบsica, incluso la NVKD bajo Berรญa creรณ una, considerada muy profesional. Supongo que la NVKD tenรญa los medios para hacer atractiva la propuesta a los mejores mรบsicos.

Nevezhin cita fragmentos de los extravagantes panegรญricos de Bujarin sobre Stalin, publicados en Izvestiya cuando era su director: hay descripciones del entusiasmo y felicidad de los invitados cuando aparecรญan Stalin y sus comandantes. Nevezhin no dice si Bujarin estaba realmente presente en los banquetes, o si simplemente escribรญa lo que se suponรญa que debรญa escribir. Si hubiera estado presente, y parece que fue asรญ, se habrรญa sentado en la mesa de los periodistas. Habrรญa sido mortificante para รฉl, y resulta imposible describir cรณmo se podรญa sentir una persona que escribiรณ La teorรญa econรณmica de la clase ociosa y era muy cercano a Stalin, y que incluso fue su conspirador en sus batallas por el liderazgo, al escribir unos panegรญricos tan repugnantes.

Sabemos que Stalin y sus ministros tenรญan vidas privadas muy grises. Segรบn la hija de Stalin, รฉl solo tenรญa un รบnico interรฉs: la polรญtica. Los demรกs tambiรฉn. Los banquetes eran una manera de hacer que sus vidas fueran menos grises, pero eran tambiรฉn sucedรกneos de oasis en unas vidas llenas de trabajo de oficina, intrigas, miedo y odio.

Traducciรณn de Ricardo Dudda.

Publicado originalmente en el blog del autor.

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Branko Milanovic es economista. Su libro mรกs reciente en espaรฑol es "Miradas sobre la desigualdad. De la Revoluciรณn francesa al final de la guerra frรญa" (Taurus, 2024).


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