Artista del exceso y la coherencia

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Joe Sacco

Yonqui de la guerra

TraducciĆ³n de Sara Bueno Carrero

Barcelona, ECC, Ediciones, 2015, 136 pp.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bumf

TraducciĆ³n de Carlos Mayor Ortega

Barcelona, Reservoir Books, 2015, 128 pp.

Entre Yonqui de la guerra y Bumf pasan veinticinco aƱos. Su lectura consecutiva, por tanto, permite asistir a los orĆ­genes de Joe Sacco (Malta, 1960) y a su producciĆ³n actual, para certificar la coherencia que atraviesa su carrera de historietista, historiador atormentado, artista de la guerra y de la sĆ”tira, periodista y autobiĆ³grafo. En fin: artista.

Las piezas mĆ”s sorprendentes de todas las antologadas son “Una experiencia desagradable”, “Cuando a la gente mala le ocurren cosas buenas” y “MĆ”s mujeres, mĆ”s niƱos, mĆ”s rĆ”pido”, todas ellas de Yonqui de la guerra. Se trata de tres exploraciones de la memoria familiar, a partir de sendas incursiones en la Segunda Guerra Mundial, con Malta y el trauma materno como foco narrativo. En cada uno de los relatos Sacco desarrolla estrategias distintas. En el primero, grandes dibujos costumbristas, aunque caricaturescos, acompaƱados por torrentes de texto introspectivo. En el segundo, decenas de citas al estilo benjaminiano, con viƱetas centrales de bombas que caen y de militares realizando declaraciones inesperadas. Y en el Ćŗltimo, la voz en primera persona de la madre, contando la violencia aĆ©rea. El autor recurre al expresionismo, al gran angular, al montaje, al collage de citas, a la apropiaciĆ³n de voces ajenas, en su bĆŗsqueda de los mecanismos Ć³ptimos para reconstruir y reconsiderar el horror del siglo XX. Porque la Segunda Guerra Mundial es solo el eco amplificado de la Primera y el padre de los conflictos de los que el propio Sacco ha sido testigo.

W. G. Sebald publicĆ³ su polĆ©mico libro Luftkrieg und Literatur (que aquĆ­, por el precedente anglosajĆ³n, se titulĆ³ Sobre la historia natural de la destrucciĆ³n), sobre los bombardeos de las ciudades alemanas, en 1999. Sacco se adelantĆ³, pues, una dĆ©cada. Y analizĆ³, dibujĆ³, explorĆ³ mediante procedimientos neovanguardistas una materia incĆ³moda desde la perspectiva postraumĆ”tica de los aliados, de los vencedores. Desde un lugar parecido al de Art Spiegelman, que tambiĆ©n parte de la historia familiar no solo para narrar el siglo XX, sino tambiĆ©n para cuestionar metĆ³dicamente cĆ³mo la polĆ­tica estadounidense perpetĆŗa con sus actuaciones la tradiciĆ³n violenta colonial e imperialista. Esa doble naturaleza del trabajo de los grandes maestros del cĆ³mic documental norteamericano –grave y satĆ­rica, canĆ³nica y underground–, en vez de provocar esquizofrenia o incompatibilidad, refuerza la coherencia de sus poĆ©ticas. Pensemos en GĆ©nesis (La CĆŗpula, 2014) y Sexo majara (La CĆŗpula, 2013), de Robert Crumb; en Maus (Planeta DeAgostini, 2003) y Sin las sombras de las torres (Reservoir Books, 2015), de Spiegelman; en Fun Home (Literatura Random House, 2012) y Lo indispensable de unas lesbianas de cuidado (Literatura Random House, 2014), de Alison Bechdel; o en Notas al pie de Gaza (Literatura Random House, 2009) y Bumf.

Las semillas de este Ćŗltimo tambiĆ©n estĆ”n en la serie “Yahoo (1988-1992)” reunida en Yonqui de la guerra; por ejemplo en la tira cĆ³mica “Borregos del desierto”, en la que un Sacco melenudo y berlinĆ©s hace camisetas con la siguiente sĆ”tira, en el contexto de la crisis del Golfo: “Bush es la Estatua de la Libertad, ¿vale?, y de la vagina le salen soldados estadounidenses, que van a un campo de calaveras”; y prosigue: “Los soldados estadounidenses son en realidad ovejas, y en la camiseta se lee ‘OperaciĆ³n Borregos del Desierto’.” Ese es el punto de partida del imaginario de Bumf, que se enriquece con los excesos de un Bosco y de un Sade, en su expresiĆ³n de un mundo marcado por GuantĆ”namo, la arrogancia de la Casa Blanca, el espionaje masivo o los drones. La obra parece nacer de la indignaciĆ³n por el gobierno de Obama y su acoso y derribo a la libertad (de expresiĆ³n, de movimiento). El presidente es representado con el cuerpo de Nixon, quien de pronto se despierta en la cama y no sabe quiĆ©n es “esa negra estupenda”. No contento con cargar las tintas en las conexiones entre ambas presidencias ni con mostrar a Nixon en una orgĆ­a de represiĆ³n y tortura y sinsentido, Sacco tambiĆ©n se presenta a sĆ­ mismo en la caricatura de cĆ³mo el poder seduce a los artistas y a los intelectuales (su versiĆ³n realista serĆ­a el escritor de la tercera temporada de House of Cards). Y conecta, en una pirueta sumamente arriesgada –casi una historia de Quentin Tarantino– con la batalla del Somme, es decir, con la Primera Guerra Mundial y con su propia obra, La gran guerra (Reservoir Books, 2014: un mural de veinticuatro pĆ”ginas desplegables sobre ese episodio de la primera gran guerra). Con esa cita de doble pĆ”gina, Sacco demuestra que el periodismo de investigaciĆ³n es compatible con la sĆ”tira salvaje, que la tragedia y la comedia pueden convivir en armonĆ­a estridente en la obra de un artista. O, al menos, en la suya. ~

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(Tarragona, 1976) es escritor. Sus libros mƔs recientes son la novela 'Los muertos' (Mondadori, 2010) y el ensayo 'Teleshakespeare' (Errata Naturae, 2011).


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