No hay ninguna inocencia en los primeros recuerdos, y el que Stanislaus Joyce tenรญa de su hermano James โautor de Ulises y Finnegans Wake y miglior fabbro de la literatura modernaโ era el de una representaciรณn teatral en la que el primero interpretรณ el papel de Adรกn, una hermana mayor el de Eva y James el del diablo; solo unos aรฑos despuรฉs, el rechazo de este รบltimo a las convenciones sociales, sus borracheras junto a un puรฑado de amistades en absoluto recomendables, sus ideas estรฉticas, su anticlericalismo โuna protesta instintiva a la educaciรณn de los jesuitas y al catolicismo fanรกtico irlandรฉs, al que acabรณ pareciรฉndoseโ y, sobre todo, su extraordinario y precoz talento acabarรญan dando a todos la impresiรณn de que habรญa algo mefistofรฉlico en รฉl, algo peligroso y raro: a los cuatro aรฑos bajaba los peldaรฑos de la escalera gritando โยกAquรญ estoy! ยกAquรญ estoy!โ, a los siete escapaba de la casa familiar en triciclo para ir a ver a una niรฑera, a los nueve o diez exigรญa que su madre le tomara la lecciรณn de latรญn aun en las salidas familiares, poco antes habรญa empezado a ocultarse en los armarios cuando habรญa tormenta. โEs terrible tener un hermano mayor mรกs inteligenteโ, escribe Stanislaus, pero tambiรฉn recuerda que la familia lo apodaba โel risueรฑo Jimโ.
Mi hermano James Joyce โcuyo tรญtulo original es My brotherโs keeper, โel guardiรกn de mi hermanoโ, en referencia a la respuesta que Caรญn da a su padre cuando este le pregunta por Abel, a quien ha matadoโ es resultado del intento de Stanislaus Joyce (Dublรญn, 1884-Trieste, 1955) de escribir sobre su hermano. Stanislaus era tres aรฑos menor que el autor de Dublineses, profesor de inglรฉs en Trieste durante buena parte de su vida, interlocutor esencial para James โquien solรญa llamarlo su โpiedra de afilarโ porque recurrรญa a sus conversaciones con รฉl para aguzar sus juicios, comprobar informaciones y observar el efecto de sus textos en el que a menudo era su primer lectorโ. Parece haber aceptado desde el primer momento que el suyo era un papel secundario. โYo tenรญa menos facilidad [que James] para aprender y menos imaginaciรณn para darme cuenta del significado de lo que me enseรฑabanโ, reconoce; cuando, despuรฉs de leer su diario รญntimo sin su permiso, James opinรณ que era โaburrido, excepto cuando hablas de mรญโ, Stanislaus comenzรณ a hacer esto รบltimo con mรกs frecuencia, casi exclusivamente; sus โcada vez mรกs habitualesโ discusiones nunca los enfrentaron del todo, ya que compartรญan una cierta visiรณn del mundo y un pasado doloroso: su padre โcantante lรญrico aficionado de cierto talento y aspirante a polรญtico, pero borracho incorregible, inquilino indeseable y, en palabras de Stanislaus, alguien que โhabรญa fracasado en todo lo que habรญa iniciadoโโ pertenecรญa a โesa clase de hombres que no pueden ser miembros activos de ningรบn sistema socialโ, su madre temรญa al marido y a su confesor y nunca se atreviรณ a pedir el divorcio, varios hermanos murieron en la infancia y la familia fue vendiendo sus cosas y mudรกndose a lugares mรกs y mรกs odiosos a medida que la pobreza se volvรญa indisimulable. โConsidero poco menos que un milagro que hubiese alguien en mi familia dedicado al cultivo de la poesรญa o preocupado por mantenerse en contacto con las corrientes del pensamiento europeo, viviendo en una casa como la nuestra, hundida en la miseria de una generaciรณn de borrachos. No sรฉ quรฉ fuego interior pudo transfigurarloโ, admite Stanislaus.
De ese fuego โproducto de una fe que, como afirma su autor, โlo sostenรญa en medio de la sordidez que lo rodeabaโโ hay buena noticia en Mi hermano James Joyce. Y, pese a ello, el libro resulta decepcionante: por momentos es una mezcla adorable de Charles Dickens y los pasajes mรกs accesibles de la obra del hermano mayor, pero Stanislaus muriรณ antes de terminar su manuscrito y la narrativa se detiene abruptamente. El hermano menor es un testigo sorprendentemente solvente y articulado, que parece recordarlo todo y muy bien: gracias a รฉl sabemos que un presuntuoso Joyce adolescente comenzaba sus redacciones escolares con las siglas amdg โAd Majorem Dei Gloriamโ y las concluรญa con lds โLaus Deo Semperโ, nos enteramos de que actuรณ con solvencia en varias obras โen una de las cuales, recuerda Stanislaus, โaรฑadiรณ interรฉs a su papel, improvisando, para horror del director de escena, una excelente imitaciรณn del rector del colegio, que se hallaba en primera fila simulando divertirse tanto como los alumnosโโ, comprobamos que sus primeros entusiasmos literarios fueron los cuentos de Leรณn Tolstรณi y las novelas de Ivรกn Turguรฉnev, El fuego de Gabriele DโAnnunzio y la poesรญa de Byron, Shelley y Blake, de la que saltรณ a los irlandeses W. B. Yeats y James Clarence Mangan y de ellos a los dramas de Henrik Ibsen, que tuvieron en รฉl el efecto de โla respuesta a una llamadaโ โal dรญa siguiente de ver juntos una de sus obras, Joyce resumiรณ a sus padres: โEl tema de la obra es el estallido del genio en el hogar y contra el hogar. Ustedes no tenรญan que verla. Sucederรก en su propia casaโโ, descubrimos que fue un polemista prematuro y hรกbil y comprendiรณ, siendo tan solo un joven estudiante de primer aรฑo en la universidad, que โse sentรญa capaz de una absoluta devociรณn a la misiรณn a la que estaba destinado por su talentoโ.
Mi hermano James Joyce nos recuerda tambiรฉn โy esto es importanteโ que, como escribe su autor, โningรบn escritor en Inglaterra, desde [Laurence] Sterne, utilizรณ su mรกs insignificante experiencia tan a conciencia como mi hermano, con el fin de crear un personaje o completar la pintura de un ambienteโ; el libro nos ofrece la oportunidad de comprobar quiรฉnes inspiraron los mejores personajes de Joyce: por ejemplo aquel hombre, marido de su primera maestra, que โtenรญa el recomendable hรกbito de rezar en mitad de la noche al tiempo que sorbรญa unos huevos crudosโ, leรญa libros antes de ir a cenar con otras personas para โtener tema de conversaciรณnโ y un dรญa se fue a Buenos Aires con la fortuna de su esposa, quien โno volviรณ a ver a su marido ni al dineroโ. Joyce lo cuenta en Stephen hero y en Retrato del artista adolescente โde los que estas memorias de infancia y juventud sirven de refutaciรณn parcial y nota a pie de pรกgina; del primero, que es especialmente revelador, hay nueva ediciรณn a cargo de Firmamento con traducciรณn y prรณlogo de Diego Garridoโ, pero lo hace con bastante mรกs gracia que su hermano, cuya buena voluntad, sin embargo, no puede ser puesta en duda: fue prรกcticamente el รบnico sostรฉn econรณmico de la familia de James Joyce durante largos periodos, colaborรณ estrechamente con Richard Ellmann โautor de la biografรญa definitiva de su hermano, que Anagrama publicรณ en 1991โ, muriรณ un 16 de junio, el dรญa que transcurre el Ulises y se celebra el Bloomsday. ~
Patricio Pron (Rosario, 1975) es escritor. En 2019 publicรณ 'Maรฑana tendremos otros nombres', que ha obtenido el Premio Alfaguara.