I
Escribo estas líneas en una tarde lluviosa de la Ciudad de México. No hay croar de ranas, como en el himno del Rig Veda que traduce Aurelio Asiain en Muy diversas versiones. En cambio, un grillo canta oculto entre las estanterías de un librero.
Pueden leerse las 49 versiones de Aurelio como un libro de traducciones y traslaciones. También atravesarse como un bosque hecho de poemas donde crecen como musgo las glosas y comentarios. La materia de este cancionero es la escritura de versos, coplas, dísticos, sentencias, himnos, músicas y poemas. Y la materia de la materia es la inmensidad, la creación, la vida, el amor y la lluvia, la identidad entre la lengua y el agua, entre la tierra y los libros, la guerra, los niños y la vida misma.
Conviven en esta poética de la metamorfosis, además de los autores clásicos –el Rig Veda, Catulo, Petrarca, Dante, Cervantes, Goethe, Yeats, Bashō, Buson, Sōseki, Hugo o los anónimos poetas zen del antiguo Vietnam–, nombres como los de Borges, Pessoa, Bianco, Tablada, Ungaretti, Stevens, Paz, Zaid, Hecht, Rexroth, Heaney, Fuentes, Ruy Sánchez.
Acerca del número 49, hay que decir que esta cifra es el cuadrado de siete y que tiene la misma significación cíclica entre los lamaístas que el cuarenta entre los judíos, los cristianos y los musulmanes. Es el plazo necesario al alma de un muerto para que llegue definitivamente a su nueva morada: es el fin y realización del viaje (Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, Dictionnaire des symboles, París, Robert Laffont, 1969, p. 629). De ahí que se imponga el recuerdo de lo dicho por Susan Sontag:
En su origen (al menos en inglés) la traducción versaba sobre la mayor diferencia de todas: la diferencia entre estar vivo y muerto. Traducir es, en sentido etimológico, transferir, eliminar, desplazar. ¿Con qué fin? Con el de ser rescatado de la muerte o extinción.
Véase la anglización de Wycliffe del Libro de Enoc en la Biblia hebrea:
Bi feith Enok is translatid, that he shulde not see deeth,
and he was not founden, for the Lord translatide him.
[‘Por su fe Enoc fue traducido, para que no viera la muerte,
y no fue hallado, pues el Señor lo había traducido.’]
Con el tiempo “ser traducido” sí llegó a significar “morir”. La muerte es traducción –alguien es traducido de la tierra al cielo– y asimismo la resurrección, que es (de nuevo en el inglés de Wycliffe) ser “translatid from deeth to lyfe” [‘traducido de la muerte a la vida’].1
II
Los 49 poemas que en Muy diversas versiones recoge Aurelio Asiain son como un bosque bonsái cruzado por comentarios que tejen entre los textos cosechados una urdimbre armónica: del Rig Veda y Ovidio, a Victor Hugo y Petrarca, hasta los poemas de Zhadan, que es “quizás el poeta contemporáneo de Ucrania más celebrado por la crítica y sin duda es el más fervorosamente leído y escuchado. Ha publicado más de veinte libros en los últimos veinte años, ha sido letrista y músico en varias bandas de rock y desde el año 2020 encabeza Zhadan i Sobaky [Zhadan y los perros]. La intensa actividad creadora de Zhadan va de la mano con su activismo social […] fue uno de los líderes en Járkov, de la revolución del Maidán que en 2014 expulsó a Víktor Yanukóvich, el presidente autoritario respaldado por el Kremlin. Cuando sobrevino la invasión rusa en febrero de 2022, Zhadan se convirtió en símbolo de la resistencia”.
Otro poeta ucraniano incluido es Mykola Bazhan (1904-1983). En el poema “Babyn Yar” no se menciona el Holocausto, pues el poeta se vio obligado a omitir cualquier referencia a este. La última sección dedicada a la poesía escrita en Ucrania tiene una explicación que da el propio Asiain: “El día que Rusia invadió a Ucrania tuve el impulso de leer poesía ucraniana. Así me oponía íntimamente a la pretensión rusa de que el país invadido era parte suya y su independencia una ficción. Parafraseando a Luis Cardoza y Aragón, digamos que la poesía es una prueba concreta de la existencia del hombre.” Aclara enseguida que sus versiones son indirectas y que están hechas cotejando diversas versiones al inglés. El arca cierra con un haz de poetas ucranianos, rusos o eslavos –Skovoroda, Shevchenko, Zerov, Zaturenska, Bilotserkivets, Zhadan, todos traducidos a través del inglés, del francés o del portugués.
III
Otra de las sorpresas que trae este tesoro de miniaturas es reveladora: en 1949, Samuel Beckett, que sobrevivía en París con trabajos ocasionales, tradujo al inglés la Antología de poesía mexicana que Octavio Paz había preparado para la unesco a petición de Jaime Torres Bodet. Beckett aceptó el encargo a pesar de que la mayoría de los poemas no le interesaban y de que, circunstancia más notable, no sabía español. O digamos más bien que lo ignoraba en la medida en que lo ignora quien sepa muy bien francés, italiano y latín. Sus biógrafos atribuyen a esos latines y a la ayuda de un amigo la proeza; cabe sospechar que el amigo ayudó más que el don de lenguas. Es probable, por cierto, que esta experiencia haya dejado una huella en Molloy, en cuya primera página, apenas rebasado el íncipit, aparece: “Hay un hombre que viene todas las semanas, quizás es gracias a él que estoy aquí. Él dice que no. Me da un poco de dinero y se lleva las hojas. Por tantas hojas, tanto dinero.”2 Ese hombre que cada semana visita al traductor a destajo, recorre las hojas y entrega la paga, ¿era Octavio Paz?
IV
La obra de Asiain comprende poesía: República de viento (1990), Estrofa (2010), Urdimbre (2012); ensayo: Caracteres de imprenta (1996); y traducción: Centena de cien poetas. Hyakunin Isshu de Fujiwara no Teika (2015), Luna en la hierba. Medio centenar de poemas japoneses (2007), Un puñado de poemas de Ikkyu Sojun (2010), Veintitantos poemas japoneses (2005), Japón en Octavio Paz (2014).
El libro está editado por el sello Grano de Sal y tiene en la portada una viñeta del humorista y caricaturista tapatío Jis, nombre artístico de José Ignacio Solórzano Pérez. La ilustración de la portada se reproduce en otra tinta en las solapas internas de la segunda y tercera de forros. Esto permite apreciar mejor el motivo del personaje que alza los brazos y coteja dos pliegos mientras se encuentra navegando en una balsa en el agua al tiempo que otro personaje más pequeño navega junto a él. ~