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Entrevista a Nadine Sierra

Sonhar na tarde azul do teu amor ausente. Las primeras líneas de la Canção de Amor de Villalobos en la voz de Nadine Sierra son, a mi gusto, uno de los grandes triunfos de su álbum debut There’s a place for us, lanzamiento importante de agosto.

La cantante estadunidense debutó como solista a los 16 en la Palm Beach Opera con Hänsel und Gretel de Humperdinck. Después de estudiar en la Mannes College of Music School y ganar el premio de la Fundación Marilyn Horne, a los 21 años, Nadine Sierra se convirtió en la soprano más joven en ganar las Metropolitan Opera National Council Auditions, uno de los programas destinados a descubrir talentos en Estados Unidos y Canadá. En el 2013 ganó los premios internacionales Veronica Dunne, Neue Stimmen y Montserrat Caballé, a lo que siguieron presentaciones con las orquestas de Cleveland, Chicago y San Francisco. Antes de venir a México, presentó West Side Story bajo la batuta de Antonio Pappano en la Academia Nacional de Santa Cecilia. “Me habría gustado que hubiéramos tenido más funciones, porque sólo tuvimos tres. Antonio Pappano no se limitó sólo a dirigir, sino que orquestó todo, incluso tuvo un papel dentro de la función, fue la voz del padre de María, el oficial Krupke, realmente se involucró de lleno en el concierto. Fue divertido”, comentó en entrevista antes de su recital.

 

El video teaser de la Academia

Esta fue la segunda vez que la soprano se presenta en México, la primera en mayo de este año en la Sala Nezahualcóyotl. Ahora fue uno de los actos principales en el Festival Internacional Cervantino que a la vez planeó como una presentación muy íntima. “Seleccioné mis arias favoritas, las que más me gusta cantar. Sé que será con piano en lugar de orquesta, lo cual amo, porque el piano te da mucha libertad en cómo expresar todo, mientras que con la orquesta estás con varios miembros tocando contigo, hacia ti y tienes seguir, ser más estricta en cuanto a estilo, mientras que con el piano puedes crear tus propias reglas”. 

Al hablar de la idea central de su álbum debut, confesó la anécdota dolorosa que sirvió como génesis: “La idea del album nació porque tuve un altercado racial en Nueva York durante las elecciones presidenciales, antes de que Donald Trump ganara, con una mujer en el gimnasio. Me levanté de una máquina rápidamente, era obvio que la seguía ocupando y esta mujer simplemente se abalanzó. Fui a decirle que yo estaba allí y me respondió algo como “la puedes tener de regreso cuando termine, Consuela”. Me llamó “Consuela”. Estaba en shock. Al principio pensé que me había confundido con alguien que conocía pero pronto me di cuenta que me estaba llamando así por la manera en la que me veía, porque me veía más latina que el americano promedio”. Sierra nació en 1988 en Fort Lauderdale, Florida. Su madre es portuguesa y su padre puertorriqueño, y está muy orgullosa de sus orígenes latinos. “Así que cuando DG y Universal me propusieron la idea de un álbum, armar algo con 12 o 15 arias del repertorio… no significaba nada, desplegar habilidad o capacidad sin ningún mensaje para mí es muy superficial. Quería hacer un proyecto que tuviera que ver con algo con lo que la gente estuviera sufriendo hoy. Sabía que este hombre ganaría y, si ganaba, sabía lo que pasaría con el país y cuáles serían los retos a enfrentar. Quería hacer este tipo de álbum de inmigración, de diversidad, quería hacer un álbum con un mensaje para la humanidad”.

 

Nadine Sierra interpreta Somewhere de West Side Story

 Sobre su próximo álbum, aseguró que también es un proyecto, la manera en la que define There’s a place for us y agregó: “Es acerca de qué hace o qué ayuda a que nazca una cantante de ópera. No puedo dar muchos más detalles”. Tampoco descartó la posibilidad de grabar un álbum de música latina: “Un álbum con todo tipo de música, latina, hispánica, portuguesa y me gustaría incluir zarzuela, fado, canciones españolas. He hablado al respecto y pasará en el futuro, es cuestión de organizarlo”.

Es indudable que Nadine Sierra se convertirá en una de las grandes figuras de los escenarios en los años por venir; alguien a quien habrá que seguir de cerca. En su joven carrera tiene claro que hay papeles que aún le quedan por conquistar: “Hay un rol: Violetta”. Violetta Valéry de La Traviata de Verdi es uno de los roles icónicos de la ópera y, como bien lo explicó en alguna ocasión Renée Fleming, el rol “es adecuado para tres tipos de sopranos: el primer acto es para la soprano de coloratura (voz ágil y ligera, capaz de ejecutar pasajes rápidos), el segundo acto es el más fácil de cantar y el tercero es para la soprano lírica (un timbre menos agudo, capaz de ser escuchado por encima de la orquesta), ¡así que es todo un reto!”. Continúa explicando Sierra:  “No he tenido la oportunidad todavía porque soy muy joven. Violetta es un rol grande. Y con cada rol me trato de asegurar que lo he madurado, la música e interpretado la intención del compositor adecuadamente. Violetta es algo que estoy esperando hacer, lo tengo agendado”.

Finalmente, al concluir la conversación, le pido que elija solo tres piezas para el playlist de un melómano. La cantante se obsesionó con la ópera cuando era niña y su mamá llevo a casa un VHS de La Bohéme. Me identifico porque seguramente todos tenemos una historia similar, de la primera pieza de música que escuchamos y que nos cautivó en la infancia: “Si fuera de ópera, una ópera completa… la primera que escuché en mi infancia, La Bohéme, se la recomendaría a cualquiera. Una misa, la Gran Misa de Mozart y para lieder, para cualquier tipo de canción, cualquier cosa de Strauss”.

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