Para avanzar correctamente en la lectura de este comentario, se impone recordar el primer párrafo del Quijote:
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino...
Bueno, pues resulta que un profesor de estudios/estudias chicanos/chicanas en Estados Unidos, le pareció convenible y necesario así para el aumento de su honra como para el servicio de su república traducir la novela de Cervantes a un dialecto llamado spanglish. El resultado fue el siguiente:
In un placete de la Mancha of which nombre no quiero remembrearme, vivía, not so long ago, uno de esos gentlemen who always tienen una lanza in the rack, una buckler antigua, a skinny caballo y un greyhound para el chase. A cazuela with más beef than mutón, carne choppeada para la dinner, un omelet pa’los Sábados, lentil pa’los Viernes, y algún pigeon como delicacy especial pa’los Domingos, consumían tres cuarers de su income. El resto lo employaban en una coat de broadcloth y en soketes de velvetín pa’ los holidays, with sus slippers pa’ combinar, while los otros días de la semana él cut a figura de los más finos cloths.
Como me parece una idea digna de ser emulada, me permito enseguida trasladar la propuesta a otros ámbitos. Por ejemplo, al castroñol:
En el lugar que, si quiere, recordará el comandante (y si no, no), vivió, gracias al comandante, y al servicio del comandante, un revolucionario de los disponibles para realizar marchas de apoyo a las causas del comandante cada vez que el comandante dispusiese que se ficiesen. Contra el bloqueo los sábados, contra España los domingos y contra el imperialismo en general los domingos, ocupaban las tres páginas de su boleta de racionamiento…
O bien, al sensuañol:
Lugar… Lugares… Uno en especial, aquel… Rizos de brisa aromada, listones de anís y vervena, cabelleras de perfume, flotantes algas caídas del pubis purpúreo del tiempo… Y tiempos…, sí: latidos. Un hombre de esos, intenso, de pochette con ylang-ylang, piscina de aceites esenciales (¿cardamomo?), alertas sensaciones. Berenjenas bereberes entre semana, sirena laqueada los viernes, hebras de erizo en salsa desmayada los domingos, agostaban un tercio de su tarjeta Visa…
O al marcosñol:
En un lugar manchado por la ignominia de la historia, que por no ser yo de los más viejos de los viejos no me va recordar, cuando el mundo estaba silencio y el tiempo se andaba así nomás, todo desordenado y dando tropezones como bolo, quietecito ansina, sobrevivía un hombre verdadero de machete de dos filos, un cayuco afuera de su champita, burro en pellejos por hambre que carcome y perro que correría si fuerza tuviera, pero fuerza no tenía, sólo hambre tenía ese perro. Un plato de peltre abollado con mas de zarigüeya que de conejo, tortillas envueltas en hoja de plátano las noches o pozol de maíz los viernes, alguna gallina toda flaca el domingo de la bailadera, consumían el 75% de su poder adquisitivo mermado por el modelo neoliberal impuesto por las potencias extranjeras por medio del fmi a causa de lo cual su ingreso per capita había disminuido en un 12.7% puesto que si en 2003 el pib será 4.9% menor al de 1998, el salario mínimo 21.5% inferior, y la economía interior que involucra al 90% de los mexicanos (agricultura, industria y servicios nacionales) será, referida per cápita, 19.6% menor a la de hace tres años. Con lo que le quedaba que era manos duras y vacías, nada y nada, el hombre verdadero aquel mercaba calzón de manta y huarache de riata con suela firestone para meter sus pies color de la tierra porque eso es la vida y eso el mundo es.
Al izquierñol:
¡Compañeros: hay un lugar en La Mancha! ¿Queremos recordarlo, o no? ¿A favor…? ¿En contra…? Tenemos un empate… ¡No, compañero, no nos vamos a poner a discutir el procedimiento! ¡El procedimiento se convino por mayoría! ¿Moción de orden? Bueno… Que conste en actas que la fracción ¡LIBERTAD IPSOFACTA! abandonó la reunión en protesta. Procedamos…
Y desde luego al academiñol:
En una universidad de moda, cuyo nombre da lo mismo, hace tiempo vivía un profesor de “cultural studies” de tiempo completo, cubículo/cubícula chico/chica, Mac con modem y Audi corredor. Una teoría más francesa que norteamericana, corrección política las más noches, desconstruccionismo e intertextualidad los sábados, algo de Marx los viernes, algún Chomsky los domingos, ocupaban las tres partes de su librero…
Y así sucesivamente. –
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.