El poder de los DREAMers

TheDream.US es un programa de becas para jóvenes indocumentados, resultado de años de esfuerzos para que se reconozcan sus derechos y su lucha.
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En los últimos cinco años he leído cientos de solicitudes de beca de migrantes indocumentados que quieren ir a la Universidad pero no tienen acceso a créditos bancarios ni financiamiento público para poder pagar sus estudios. Contra todos los obstáculos –desde familiares, amigos o profesores de bachillerato que les dicen que será imposible lograrlo; tener que trabajar desde temprana edad para contribuir a los gastos de la familia; enfrentar discriminación, violencia domestica y abuso sexual; ver a sus padres o hermanos sufrir los estragos del trabajo en la construcción o limpiando casas y el estrés de vivir con el miedo de que los deporten— estos jóvenes perseveran, reconocen las adversidades que han marcado su vida pero no permiten que definan su historia. Y, más allá de sus propios sueños y objetivos, siempre están pensando en su comunidad, en cómo ayudar a otros jóvenes en situaciones similares, cómo ayudar a sus padres y a la generación que los llevó a Estados Unidos para darles algo mejor, cómo cambiar el sistema para que la generación que les sigue no enfrente las mismas barreras. Individualmente y como grupo, los DREAMers luchan por cambios legislativos e institucionales pero también han tomado acciones (asesorar, promover y crear oportunidades) para empoderar a otros jóvenes en la misma situación.

TheDream.US es un programa de becas para jóvenes indocumentados, resultado de años de esfuerzos para que se reconozcan sus derechos y su lucha. Hace unos meses entrevisté a Gaby Pacheco, una de las DREAMers más destacadas por su participación en The Trail of Dreams, la caminata de Florida a Washington D.C. que dio nombre al movimiento de los DREAMers, y ahora Directora de programas de TheDream.US. La entrevisté un día después de haber recibido un doctorado honoris causa por parte de The New School. Ella es la primera DREAMer en recibir este reconocimiento.

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¿Cómo surgió la idea de crear este programa de becas, cuáles han sido los resultados y hacia dónde va?

¿Sabes ese dicho de que la necesidad es la madre de la invención? Cuando a las personas se les niega algo tan básico como el derecho humano a la educación, uno busca formas de conseguirlo por sí mismo. Cuando tus hermanas y tu gente y tu comunidad inmediata no tienen acceso a la educación, te das cuenta del privilegio que tú tienes y de cómo tienes que cambiar ese sistema y hacerlo accesible para todos. Así fue como yo llegué al movimiento de los derechos de los migrantes: luchando por el acceso a la educación superior.

Esta lucha se trata de que se reconozca nuestra existencia en Estados Unidos, de que estamos haciendo todo lo que este país nos enseñó a hacer y al final de cuentas las leyes migratorias no están ahí para abrirte las puertas sino para dejarte fuera. Nosotros vemos las necesidades que quedan en esa brecha y tratamos de encontrar la manera de que se cubran de manera incluyente y equitativa.

Con el programa de becas de TheDream.US lo que tratamos de resolver es el hecho de que no hay financiamiento público, ni créditos para personas indocumentadas que quieren ir a la universidad. Por las características socioeconómicas de nuestra comunidad, si tuviéramos una tarjeta de residente o si fueran ciudadanos, tendríamos acceso a becas y financiamientos para personas de bajos recursos. Entonces, ¿qué alternativa hay? Financiamiento privado. Pero estas becas también tienen muchas restricciones y requieren de un número de seguridad social. El argumento detrás de ello es que las personas y las instituciones que ofrecen esas becas quieren un retorno sobre su inversión y que los migrantes indocumentados no son una buena inversión porque no pueden trabajar sin estatus legal. Cuando inició el programa de DACA en 2012 (la acción diferida para migrantes que llegaron en la infancia), ese argumento perdió validez porque estos jóvenes ya tienen permisos para trabajar.

Don Graham, el anterior Director ejecutivo del The Washington Post, y ahora director ejecutivo y presidente de Graham Holdings Company, creó un programa de becas para residentes de Washington D.C. y tenía un programa en línea abierto a estudiantes indocumentados. Pero, durante mucho tiempo las personas desconfiaban de estas opciones. Cuando supe de este programa pensé, si Don Graham conoce a más DREAMers y se da cuenta del poder de nuestras historias se va a dar cuenta de que los DREAMers también quieren tener una experiencia universitaria completa, no solo en línea.

Por muchos años yo había estado platicando con varios grupos sobre la posibilidad de abrir un fondo de becas. Incluso recibí un premio con algo de dinero y ofrecí utilizarlo como un fondo semilla para de ahí recibir donativos, pero nadie parecía verlo como algo realista. Cuando vi este programa pensé, ¡esta es una oportunidad! Ayudé a organizar una reunión con ellos y traje a mis amigos DREAMers más inteligentes que han trabajado en organizaciones como United We Dream, la Asociación Nacional de Educación y la Federación Americana de Maestros. Comenzamos a desarrollar la idea del programa y Don dijo: “Voy a iniciarlo con un fondo de 500,000”. Después donó un millón de dólares, y de ahí fueron diez millones, luego 25 y ahora tenemos 81 [unos meses después de la entrevista recibieron un donativo de 5 millones de Mark Zuckerberg]. Esto significa que podemos tener 2000 becarios con financiamiento por cuatro años de Universidad.

Nuestros socios son sesenta universidades que elegimos porque son de bajo costo ($25,000 por cuatro años). Parte de nuestro objetivo es que la educación esté disponible para todos y al elegir estas escuelas estamos reconociendo el hecho de que tienen una historia de trabajar con grupos marginados, tienen el compromiso de apoyar a la comunidad de DREAMers y han demostrado que pueden lograr que los estudiantes se gradúen.

Contra todos los que pensaron que esta era una idea loca, el programa evolucionó de manera muy natural. Pero ahí es donde te das cuenta de que los inmigrantes son emprendedores. Podemos pensar e imaginar lo inimaginable. Podemos ver lo que otros consideran imposible o malo y la damos la vuelta. Ese es nuestro poder.

 

*El resto de la entrevista puede leerse enLatino Studies.

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es profesora de estudios globales en The New School en Nueva York. Su trabajo se enfoca en las políticas migratorias de México y Estados Unidos.


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