Jean Ferry, el conductor olvidado

Decimos, en la literatura, que la posteridad nos juzgarรก a todos, pero tal posteridad es demasiado humana: olvida y discrimina.
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Decimos, en la literatura, que la posteridad nos juzgarรก a todos, pero tal posteridad es demasiado humana: olvida y discrimina. En esta serie de omisiones estรก Jean Ferry, nacido Jean Andrรฉ Medous (1906 – 1974), marino y despuรฉs guionista y escritor. En el cine debutรณ en 1940 con la adaptaciรณn de la novela Les musiciens du ciel de Renรฉ Lefรจvre. Cercano al grupo de los surrealistas[1] y a las reuniones que llevaban a cabo en el Cafรฉ Cyrano, colaborรณ ademรกs con Luis Buรฑuel, Louis Malle y Christian-Jaque, entre otros, aunque sus guiones mรกs importantes serรญan para Henri-Georges Clouzot, con quien co-escribiรณ Manon y Quai des Orfรจvres (1947), esta รบltima una adaptaciรณn libre de la novela Lรฉgitime dรฉfense de Stanislas-Andrรฉ Steeman[2], un escritor belga de novelas policiacas.

La prosa de ficciรณn de Ferry consta de un รบnico libro de cuentos titulado Le Mรฉcanicien & autres contes, publicado en 1950 y cuya primera ediciรณn tuvo รบnicamente un tiraje de cien copias. Cercano a la obra de Julio Verne, Arthur Conan Doyle y Raymond Roussel[3] –quien decรญa que “una obra literaria no tiene que contener nada real, ninguna observaciรณn acerca del mundo, nada salvo combinaciones de objetos totalmente imaginarios”–, la obra de Jean Ferry estรก llena de viajes que mezclan con destreza el sueรฑo, el humor y la angustia, la tensiรณn continua entre la espera y el deseo.

Debemos a Andrรฉ Bretรณn, en todo caso, que Ferry no haya sido olvidado del todo: escribiรณ el prefacio de su libro, reconociรฉndole ser un artista “consciente de expresar una nueva dimensiรณn del mundo”. Aรฑos antes lo habรญa incluido en su Antologรญa del Humor Negro:

“Los (…) textos lรญricos de Jean Ferry se desarrollan en torno a la idea del hombre perdido. El barco que ha partido sin previo aviso, los pasajeros se han desperdigado no se sabe por dรณnde. La isla estรก desierta, pese a que por la noche se perciba su poblaciรณn. Aquรญ, no es el hombre quien se desplaza, es la tierra. El mundo sensible es la extensiรณn al infinito de aquellas trampas que hasta entonces el hombre sรณlo encontraba de vez en cuando”.

Los afectos de otros escritores siempre se contagian, pero en Latinoamรฉrica pocos han volteado a ver a Ferry: su obra ha sido apenas comentada y algunos de sus cuentos se encuentran dispersos en algunas antologรญas –en Argentina, Aldo Pellegrini compilรณ a Ferry en la Antologรญa de la Poesรญa Surrealista publicada en 1961, mientras que en Chile, Braulio Arenas hizo lo propio en sus Actas surrealistas de 1974– y revistas literarias.

Que sea asรญ es una pena: la mirada al mundo onรญrico –o a la memoria, o a la fantasรญa, o a la ciencia ficciรณn, si se prefiere– es una manera de expandir la realidad, de convertirla en algo mรกs grande. Hay, sin embargo, una trampa en Ferry: el ensueรฑo es un escape temporal. A la manera de Kafka, al final no hay ni habrรก ninguna esperanza. En “Carta a un extraรฑo”, por ejemplo, el narrador relata:

Toda vida debe tener un poco de fantasรญa, claro, pero en realidad, cuando un hombre ya no sabe si el sol en el cielo significa el mediodรญa o la medianoche, cuando el viento de las llanuras se enrolla alrededor de su personalidad como rayas en un poste de barbero, digo "¡Basta!". Estรก decidido: maรฑana, voy a ir a buscar el muelle. En el fondo, mi รบnica pesadilla es que el Valdivia vendrรก por mรญ cuando no estรฉ allรญ, y que salga de nuevo sin siquiera haberme visto.

El Valdivia nunca vendrรก, es “la mentira infinita” de la que habla tambiรฉn Cortรกzar en “La noche boca arriba”. En “El conductor” (cuento que le da nombre al libro) vemos a un maquinista charlar con uno de los pasajeros:

Este tren ha estado corriendo por aรฑos, seรฑor, aรฑos y aรฑos. (…) Seguro, llรกmeme loco, dรญgame que hay cosas que simplemente no son posibles, pero a veces tengo la impresiรณn de que hay nuevos pasajeros, y que una vez que se dan cuenta de lo que sucede, empiezan a tocar la campaรฑilla, aunque los demรกs les digan que no tiene caso. ¿Absurdo, no? Pero dado que nadie puede bajar, tampoco nadie puede subir, ¿no le parece?

El tren no pararรก nunca y los pasajeros seguirรกn tocando la campana aunque no tenga sentido. Otro de los textos, “Mi acuario”, explora el cansancio y el delirio: “Por un tiempo he estado albergando pensamientos suicidas. (…) Se alimentan de cualquier cosa que les dรฉ (…), pero lo que disfrutan por sobre todo es mi fatiga, lo que funciona bien, pues no hay peligro de que se agote”. La genealogรญa del cansancio estรก en Sรญsifo, en el hecho de saber que cualquier tarea, incluida la existencia, es un absurdo del que no hay escape.

Otros de sus cuentos –“Un motivo de paseo”, “El tigre mundano”, “Kafka, o la Sociedad Secreta”, “Bourgenew & Co.”– son clรกsicos del surrealismo francรฉs que, en Estados Unidos, han cobrado reciente interรฉs por la primera traducciรณn completa de su obra al inglรฉs por Wakefield Press. En el avisoque abre el libro, Ferry escribe una pequeรฑa historia sobre su futuro lector: el รบltimo hombre de una tribu Bomongo que escucha sus historias reproducidas por un dictรกfono:

Despuรฉs de muchas peleas, el รบltimo Bomongo –ahora el รบnico sobreviviente de una tribu desaparecida– serรก forzado a esconderse en el bosque. Ahรญ es donde, perseguido por un jaguar, se guarecerรก una noche de tormenta dentro de la cabaรฑa del hombre blanco: no serรก mรกs que una vaga y oscura burbuja vacรญa en la jungla gigantesca. El hombre negro descubrirรก el dictรกfono y accidentalmente lo encenderรก y escucharรก, en su propia lengua, las palabras que estas pรกginas contienen. He escrito para ese hombre.

En un siglo joven que aรบn escapa de sus demonios, todos somos ese hombre.

 

 

 

Letras Libres felicita a Robert Wong por haber ganado el premio Dos Passos a la primera novela con Parรญs D.F. ¡Enhorabuena!

 

 


[1]Y, despuรฉs, al Ouvroir de littรฉrature potentielle.

[2]Ambos habรญan leรญdo la obra de Stanislas durante la ocupaciรณn alemana en la Segunda Guerra Mundial, pero cuando buscaron un ejemplar para adaptarlo les fue imposible conseguirlo, por lo que escribieron el guiรณn a partir de lo que recordaban. Cuando Stanislas vio la pelรญcula se dio cuenta que habรญa nuevos personajes (como una fotรณgrafa lesbiana) y situaciones que nunca sucedieron en la historia original.

[3]La obra crรญtica de Ferry se centra en Roussel, de quien escribiรณ tres exรฉgesis.

 

 

 

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(Tampico, 1982) es narrador. En 2015 publicรณ Parรญs D.F., su primera novela, por la que ganรณ el Premio Dos Passos. En 2017 ganรณ el IX Certamen Internacional Sor Juana Inรฉs de la Cruz en la categorรญa de cuento con el libro Los recuerdos son pistas, el resto es una ficciรณn. Actualmente vive en Barcelona, desde donde mantiene El Anaquel, un blog y podcast sobre literatura y cultura.


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