Ilustración: Gabriel Gutiérrez.

La escena del crimen

El pasado mes de octubre falleció en Madrid el escritor Félix Romeo, gran amigo y colaborador de Letras Libres. Poco antes había entregado a su agente una novela estremecedora, Noche de los enamorados, que llega estos días a las librerías editada por Mondadori. Publicamos las primeras páginas a manera de homenaje.
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Es una mujer y está muerta.

Está tirada en el suelo del salón-comedor de su domicilio.

Boca arriba.

“Decúbito supino”, como será descrita en el proceso.

Es pequeña.

Tiene los dientes negros, por el tabaco, y amarillos, por el alcohol.

Tiene los ojos cerrados.

Su asesino se los ha cerrado.

Quizá.

Cerrar los ojos de la víctima es señal de conocimiento entre el verdugo y la víctima.

La evidencia de que el verdugo se niega a considerarse culpable.

La prohibición que impone el verdugo a la víctima.

No me sigas mirando.

Deja de acusarme.

Deja de mirarme de una puta vez.

Basta.

En la noticia que se publica en Diario 16 de Aragón, a toda página, el martes 13 de diciembre de 1994, se cuenta que cuando los policías llegaron a la vivienda, levantaron los párpados de la mujer menuda y comprobaron “en la visión ocular que la víctima no estaba inconsciente sino muerta”.

Está muerta, aunque, hasta que el médico de la UVI móvil del cuerpo de bomberos, dentro de unos minutos, deje de intentar reanimarla, al comprobar en el desfibrilador portátil que la línea del cardiograma es recta, no está oficialmente muerta.

Hasta ese momento, solo ha “perdido el sentido”.

Solo está “desmayada”.

Solo está “en estado de inconsciencia”.

“Tendida en el suelo.”

“Inconsciente.”

Se llama María Isabel Montesinos Torroba.

Nació el 30 de junio de 1948, miércoles, en Larache.

Su nacimiento se consignó en la página 311 del Libro 49 del Registro Civil.

Tiene cuarenta y seis años, porque hoy es 11 de diciembre de 1994, domingo.

Es ya de noche.

El cielo en Zaragoza, la ciudad donde ha sido asesinada, está cubierto y amenaza lluvia.

Una niebla mojada.

María Isabel lleva puesto un impermeable rojo acharolado, porque antes de ser asesinada iba a salir de casa.

Se dirigía a una cita con dos hombres cuyos nombres no constan en ningún lugar.

Para mí, y ahora para ti, son el Señor Tres y el Señor Cuatro.

Larache pertenece hoy a Marruecos, pero en 1948 pertenece al Protectorado español.

El Colegio Español de Larache es un edificio de traza colonial, que se terminó de construir el año en que nació María Isabel.

El colegio está dedicado a la memoria de Juan Luis Vives: de familia judaica convertida al cristianismo, su madre fue desenterrada para que sus restos fueran quemados en el fuego por haber fingido su conversión y haber seguido fiel a los ritos judíos.

Es posible que María Isabel hiciera sus primeros estudios en el colegio Juan Luis Vives, en unas aulas todavía nuevas.

En el colegio “no se conservan archivos de esa época”.

Larache, una gran ciudad con mar que todavía no es una gran ciudad en 1948, deja de pertenecer al Protectorado español en 1956, pero algunas familias españolas han comenzado a marcharse de allí un poco antes.

Cuando nace María Isabel, los marroquíes se están reagrupando en una sola formación política, el Frente Nacional, para reclamar su independencia.

Son las pequeñas guerras africanas de Francisco Franco que Francisco Franco no dice que pierde, porque él es un héroe de la guerra en África, pero que pierde.

Una pequeña guerra africana tras otra.

Los colonos españoles se repliegan, aunque nunca se convertirán en los pied-noirs argelinos en Francia: su huida se hará en silencio.

La familia Montesinos-Torroba se desplaza ciento cincuenta kilómetros: deja el Atlántico y se instala en el Mediterráneo, pero no deja la costa de África.

En 1953 ya se ha trasladado a Ceuta, porque allí, cuando María Isabel tiene cuatro y cinco años, su madre aparece varias veces en el Boletín Oficial de la ciudad, relacionada con asuntos mercantiles.

En el Boletín Oficial n.º 1371, del 15 de enero de 1953, jueves, se le concede permiso para “puesta de vehículos al Servicio Público”.

En el Boletín Oficial n.º 1397, del 16 de julio de 1953, jueves, se le concede “el puesto número 7 en el Mercadillo de Villa Jovita”.

Es raro que la madre de María Isabel, en una época en la que las mujeres no pueden ni siquiera abrir una cartilla de ahorros sin el permiso de su marido, sea quien gestione esos negocios, que tenga un coche, un taxi o una furgoneta para mercancías o una ambulancia o un autobús de pasajeros, que mantenga un puesto en un mercadillo.

Es raro, pero qué no es raro.

Carri, que fue un niño del barrio de Villa Jovita en los años sesenta, recuerda para mí, cuando escribo buscando información sobre María Isabel en un foro de internet, dedicado monográficamente a ese barrio de Ceuta: “He dado un repaso a la gente que tenía puesto en la placilla y recuerdo a: Vitoriano, Antonia (mujer de Jesús Cruzado; vivían una casa por encima de la de Alfonso el guardia), más tarde Paca (esta familia vinieron de Benaoján), Antonia la almejera (familia Sedeño), el último puesto era una churrería. Se me escapa alguno. Recuerdo a una familia Torroba, que vivían por encima del bar El Lusitano, creo que estos eran Torroba de primer apellido, tenían negocios de ferretería por el paseo de las Palmeras.”

Carri recuerda para mí, sin encontrar a María Isabel, pero en sus recuerdos llegan los nombres y la vida de esa época en Ceuta.

Ahora puedo imaginar, por ejemplo, cómo María Isabel entra en El Lusitano a comprar un helado de limón, porque es verano y hace calor y su madre le ha dado unas monedas porque ha cobrado el dinero de un porte que daba por perdido.

Quizá Carri no recuerde a María Isabel ni a su familia, porque los Montesinos-Torroba han seguido moviéndose.

Nómadas.

A lo mejor han ido a Villa Blanca, Huelva, donde María Isabel, muchos años más tarde, se casará, como se señala en el registro municipal, el domingo 18 de marzo de 1990, a las 13.15 horas, con Santiago Dulong.

Y, quizá, antes de llegar a Villa Blanca, Huelva, los Montesinos-Torroba hayan estado en Canarias, donde encuentro algún rastro, que no consigo seguir.

Los bultos que se distinguen cuando se entra en una habitación en la que se acaba de apagar la luz.

Francisco, también en el foro de Villa Jovita, habla de un tal Emilio Montesinos que quizá sea hermano de María Isabel y que sigue viviendo en Ceuta.

El padre de María Isabel ha muerto antes o inmediatamente después de que María Isabel muera, porque durante la instrucción del juicio por parricidio él ya no está vivo.

A su hipotético hermano tampoco se le menciona, en las actas del juicio, entre los parientes próximos. ~

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(Zaragoza, 1968-Madrid, 2011) fue escritor. Mondadori publicó este año su novela póstuma Noche de los enamorados (2012) y este mes Xordica lanzará Todos los besos del mundo.


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