conversa el río con la piedra
la piedra con la orilla
y la orilla consigo misma
pero nosotros nunca llegamos
al concierto del mundo
no somos ni habremos sido
más que una excusa
en el quehacer del día
un motivo accesorio
para un fragor de astros
nosotros hacemos ruido
en cada nacimiento
alumbramos la muerte
con cada muerte
con tal delicadeza
no conversamos con nadie
que se nos escapa
incluso
la ordenada blancura
en la misión de un pájaro
no entendemos que el río
no conduce a las aguas
sino al revés
que en su rítmica estela
la conciencia es prosodia
en la luz de un labio
a la espera de algo
arrojamos al siglo
nuestra sed insolvente
las palabras caen
piedras autistas
a ningún tiempo ~