Sam Dale, de Sidney West, se alegra y rememora los tiempos idos al descubrir que Juan Gelman, de Buenos Aires, recibió ayer el Premio Cervantes
“pero sam dale vigilaba la puerta y Dios no entra por ahí así que viuda tora marinera se le murió la camisa y la enterró ya tarde ya tardísimo y manzanitas de oro había en las ramas” J.G.
Sam Dale, de Sidney West,
se alegra y rememora los tiempos idos
al descubrir que Juan Gelman, de Buenos Aires,
recibió ayer el Premio Cervantes
“pero sam dale vigilaba la puerta y Dios no entra por ahí
así que viuda tora marinera se le murió la camisa
y la enterró ya tarde ya tardísimo
y manzanitas de oro había en las ramas”
J.G.
sam dale recordó su camisa enterrada.
sam dale recordó, pasados los años,
esas mañanas picoteadas por gallinas
y recogió un periódico amargo, sudoroso,
que esperaba a Dios enfrente de su puerta.
según las noticias que leyó sam dale
juan gelman vivía en su casa de méxico.
ah, pensó sam dale, el bueno de juan
es un acontecimiento de lo sagrado
cuando pasea
sus amaneceres por la página.
– Daniel Saldaña París
(México DF, 1984) es poeta y ensayista. Su libro más reciente es La máquina autobiográfica (Bonobos, 2012).