El pasado 11 de junio, la Fundación Príncipe de Asturias decidió otorgarle a Google el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2008. El jurado reconoce que el buscador “ha propiciado el acceso generalizado al conocimiento” y “contribuye de manera decisiva al progreso de los pueblos, por encima de fronteras ideológicas, económicas, lingüísticas o raciales.”
Scientific American, pariente menor de las revistas galardonadas con el mismo premio el año pasado, publicó en marzo un breve artículo que sintetiza las líneas actuales de investigación enfocada a la lectura. A pesar de que los científicos saben que la lectura depende de intrincados circuitos de neuronas en el cerebro, los estudios todavía intentan desentrañar la manera en la que estos operan –es decir, no parecen haber pasado de la casilla cero.
En la edición de julio/agosto de la revista Atlantic, Nicholas Carr, evalúa el papel de la cultura digital como la nueva y casi omnipresente mediadora en nuestra relación con el mundo. Carr parece preguntar: ¿qué hacemos con toda la energía que la tecnología nos permite ahorrar al simplificarnos la vida? Cada quien sabrá que responder.
– La redacción