Estimado Enrique:
Eric Hobsbawm (eh) incurre al menos en una imprecisión grave en el pasado número de Letras Libres ("Mesa redonda: el orden global en el siglo xxi, pp. 18-19). En relación a la evolución de la economía rusa, es falaz la afirmación que hace eh de que, al igual que "la planeación total sin mercado", el "laissez-faire total" ha "pisoteado a los rusos". Al respecto caben un par de comentarios breves: 1) a partir de 1989 lo que en realidad ha ocurrido en Rusia es una transición imperfecta, inacabada e incierta hacia la economía de mercado; llamar a tal sistema un "laissez-faire total" es una impropiedad que, por desgracia, no puede atribuirse a la ignorancia; 2) el comunismo se impuso en Rusia por la fuerza de las armas; su desplome causó la búsqueda voluntaria de un nuevo arreglo institucional (liberal) de la economía; el primero costó millones de vidas, el segundo ha sido incruento. Equiparar a uno con el otro ("pisoteado a los rusos") es un paralelo inaceptable, sobre todo cuando lo traza un historiador.
En una entrevista realizada en 1994, eh reconoció que los sacrificios impuestos por el experimento comunista en Rusia "fueron enormes, fueron excesivos", pero añadió, a pregunta expresa de Michael Ignatieff, que la pérdida de quince o veinte millones de personas se hubiera justificado si el "radiante mañana" prometido se hubiera realizado. (Citado por Robert Conquest en "Reflections on a ravaged century", W.W. Norton&Co., 2000, pp. 10-11). En su momento, Jorge Luis Borges ("Valéry como símbolo") calificó al siglo xx como "…un siglo que adora los caóticos ídolos de la sangre, de la tierra y de la pasión…" eh es un buen feligrés del culto denunciado. –