Para el reciรฉn llegado, Lomas Taurinas todavรญa es un memorรกndum del crimen. Por todos lados se respira un aire carcelario, ilegal, mortuorio. Se ha dicho que este lugar es un foso, un caรฑรณn, una ratonera.
La tarde de mi visita, el 8 de febrero, es mรกs bien una caja de resonancia donde confluye la mรบsica de tres sistemas de sonido que, desde distintos puntos, reproducen a los Tucanes de Tijuana, los Tigres del Norte y un grupo hip-hop. Los corridos hablan de la muerte, como algunas estrofas de la canciรณn “La culebra”, que sonaba al final del mitin del 23 de marzo de 1994, y que, en opiniรณn de muchos, fue la seรฑal para que el asesino disparara la pistola contra Luis Donaldo Colosio, entonces candidato por el PRI a la presidencia de
la Repรบblica.
ย ย ย ย ย Justo en el lugar del asesinato, el comitรฉ municipal del Pronasol levantรณ una estatua de Luis Donaldo Colosio en mangas de camisa. Alguien le ha ido a colocar una calcomanรญa en el corazรณn con los tres colores de la bandera, en la que se lee “PRI”. A sus pies hay unas flores rojas que se marchitaron y una cruz que dice: “Democracia-Colosio”. La construcciรณn de esta plaza, seis meses despuรฉs del incidente, tambiรฉn despertรณ sospechas. Mucha gente pensรณ que alguien mandรณ transformar la escena del crimen.
ย ย ย ย ย Por allรญ anda Agustรญn Pรฉrez Rivero, fundador de Lomas Taurinas, quien presenciรณ el asesinato. รl no tiene duda que “a Donaldo lo sacrificรณ Mario Aburto, ese mexicano mal nacido”. Nadie mรกs. Pรฉrez Rivero estรก casi sรณlo. De acuerdo con encuestas levantadas por El Universal y Reforma, mรกs del 80 por ciento piensa que el asesinato de Colosio es producto de un complot.
Los fiscales incรณmodos
En un artรญculo que publicรณ Vuelta en mayo de 1997, David Gaddis Smith dice que es natural que el pueblo mexicano sea tan proclive a las teorรญas de la conspiraciรณn, porque la gente suple la falta de informaciรณn imaginando conspiraciones. Tambiรฉn es natural que en un asesinato polรญtico la gente levante la vista hacia el poder para encontrar culpables. Pero, en el caso Colosio, las teorรญas de la conspiraciรณn se han llevado a tales extremos que los ciudadanos no estรกn dispuestos a escuchar nada que no confirme sus sospechas de un complot.
ย ย ย ย ย La actual Fiscalรญa Especial del caso Colosio, por ejemplo, estรก condenada a elaborar filigranas periciales para hacer convincentes sus investigaciones. Cuando el subprocurador especial recibiรณ la oficina, la investigaciรณn del caso Colosio habรญa llegado a uno de sus peores momentos. El antiguo encargado de la indagaciรณn, Pablo Chapa Bezanilla, perdiรณ la lรญnea fundamental de su investigaciรณn cuando el juez liberรณ a Othรณn Cortรฉs, presunto responsable del segundo disparo. La hipรณtesis del complot se venรญa abajo de nuevo. Chapa Bezanilla fue relevado de su responsabilidad en el caso Colosio, aunque conservรณ su posiciรณn al frente de la investigaciรณn del asesinato de Josรฉ Francisco Ruiz Massieu.
ย ย ย ย ย Al tiempo que la opiniรณn pรบblica cuestionaba que Raรบl Gonzรกlez, un investigador relativamente desconocido, fuera a aclarar el asesinato, el nuevo fiscal especial dudaba de que Chapa Bezanilla lo dejara trabajar con independencia. Pidiรณ oficinas separadas de Chapa: abandonรณ la Avenida de los Insurgentes y se mudรณ a un edificio en la calle Rรญo Rin.
ย ย ย ย ย Gonzรกlez adquiriรณ notoriedad como primer visitador de la cndh despuรฉs de su intervenciรณn en el caso de Aguas Blancas. En el vado de Aguas Blancas, Guerrero, el 28 de junio de 1995 grupos de seguridad pรบblica del estado asesinaron a 18 campesinos cuando pretendรญan ocupar el Palacio Municipal de Coyuca de Benรญtez. Para exonerase de la responsabilidad, el gobierno del estado dio a conocer un video en el que se mostraba que los campesinos habรญan iniciado la agresiรณn. Luego de una investigaciรณn pericial se determinรณ que los fragmentos en los que se mostraban las agresiones de los campesinos habรญan sido filmados a una hora distinta, y Gonzรกlez concluyรณ que el video
estaba manipulado.
ย ย ย ย ย El primer visitador se hizo fama de investigador eficaz y acucioso; tanto, que al tomar en sus manos el caso Colosio se dio a la tarea de reordenar lo que sus antecesores habรญan hecho, y mandรณ llamar a los antiguos fiscales especiales para que rindieran cuentas de la manera en que condujeron la investigaciรณn. “Dudรกbamos de todo y de todos”, dice Gonzรกlez, “tuvimos que analizar desde la primera hoja de la indagatoria que nos fue entregada hasta la 20,468”.
ย ย ย ย ย Anunciรณ pรบblicamente que agotarรญa 27 lรญneas de investigaciรณn, muchas de las cuales coincidรญan con las principales sospechas de complot. Presentรณ un informe a los seis meses de haber tomado el cargo, en marzo de 1997, en el que expuso las conclusiones de la fiscalรญa en diez puntos de la investigaciรณn relacionados, por ejemplo, con la identidad de Aburto (que, por cierto, ya habรญa sido revisada exhaustivamente por otros fiscales) o las razones por las que se habรญa construido una plaza sobre la escena del crimen. No habรญa revelaciones espectaculares. Esta vez nadie le creyรณ.
ย ย ย ย ย Durante los siguientes meses, la fiscalรญa se dedicรณ a aclarar el asunto del segundo disparo. Aunque Montes e Islas habรญan dejado establecido que Aburto habรญa sido el รบnico autor material del asesinato, la detenciรณn de Othรณn Cortรฉs, su juicio y posterior liberaciรณn dejaban de nuevo muchas sospechas que aclarar.
ย ย ย ย ย Desde sus primeras declaraciones ministeriales, Mario Aburto confesรณ ser el autor de los dos disparos, el de la cabeza y el del abdomen. Habรญa, ademรกs, un dictamen pericial, elaborado poco tiempo despuรฉs del asesinato, que determinaba que una bala encontrada en el lugar de los hechos, la bala que le penetrรณ en el abdomen, habรญa sido disparada por la Taurus .38 que llevaba Aburto. Existรญan ademรกs declaraciones de testigos que aseguraban que รฉste habรญa hecho los dos disparos.
ย ย ย ย ย Para explicar cรณmo alguien colocado a la izquierda del candidato puede meter un balazo por su lado derecho, Diego Valadรฉs hablรณ de un giro. Miguel Montes, el primer fiscal especial, subrayรณ la hipรณtesis de que, luego de recibir el primer disparo, el candidato virรณ 90 grados a la izquierda, de tal manera que su costado izquierdo quedรณ a la altura del caรฑรณn de la pistola de Aburto. Pero el fiscal presentรณ una grรกfica en la que se representaba un giro no de 90 grados, sino de 180. Asรญ, el candidato habrรญa dado un primer giro y, despuรฉs de recibir el impacto, otro mรกs, tambiรฉn de 90 grados, para quedar tirado como fue encontrado. Nadie creyรณ en el dictamen de Montes.
El fantasma de la conspiraciรณn
El fiscal Chapa Bezanilla asumiรณ que despuรฉs
del disparo en la cabeza, el candidato estaba imposibilitado para realizar cualquier desplazamiento. Dedujo que debรญa haber existido un segundo tirador. Chapa seรฑalรณ a Othรณn Cortรฉs basรกndose en las declaraciones de tres testigos que afirmaban haberlo visto apuntar a Colosio con un arma que tenรญa en la mano derecha. Uno de ellos incluso seรฑalรณ que lo vio disparar con la mano derecha. Pablo Chapa tambiรฉn dijo que la bala que se encontrรณ en el lugar de los hechos habรญa sido plantada. Con un arma parecida a la Taurus, Chapa disparรณ a una piel de cochino. La bala atravesรณ la piel y se enterrรณ en el piso varios centรญmetros.
ย ย ย ย ย Othรณn Cortรฉs fue detenido y encarcelado en Almoloya. Enfrentรณ un proceso judicial del que fue exonerado. El defensor de oficio logrรณ probar que los testigos que decรญan haber visto disparar a Cortรฉs no eran confiables, pues un aรฑo antes habรญan declarado y resultaba sospechoso que hubieran olvidado una informaciรณn de esa magnitud. Habรญa tambiรฉn un video en el que se veรญa la mano derecha de Cortรฉs sobre el hombro de Domiro Reyes segundos antes del primer impacto.
El asesino solitario
Al revisar el caso, Raรบl Gonzรกlez se allegรณ viejas y nuevas evidencias. Localizรณ la chamarra de Colosio, que estaba en una bodega de la PGR. Tambiรฉn encontrรณ una camiseta manchada con la sangre del candidato, que pertenecรญa a Javier Hernรกndez Thomassiny, miembro de un grupo de seguridad, “que estaba al lado de Colosio justo en el momento del crimen”.
ย ย ย ย ย A travรฉs del video los peritos determinaron que, justo antes del disparo, Colosio se mueve ligeramente hacia su izquierda; Aburto dispara; Colosio pierde toda capacidad de movimiento voluntario, pero la inercia del disparo produce que el movimiento de derecha a izquierda se acentรบe un poco. Con la evidencia que deja la sangre en la camiseta, los peritos determinan que la cabeza de Colosio se recarga en el hombro de Thomassiny y luego se desliza por el pecho hasta caer al suelo.
ย ย ย ย ย Para establecer la posiciรณn final de Colosio, los peritos encontraron una fotografรญa tomada segundos despuรฉs del atentado. La imagen muestra su cuerpo boca abajo. En la fotografรญa se ven dos haces de luz solar que dibujan unas rayas en el suelo, y que cruzan la imagen de derecha a izquierda. Con la ayuda del Instituto Nacional de Astronomรญa determinaron la posiciรณn del sol a las 5:12 del 23 de marzo de 1994, hora y fecha del asesinato. Los peritos establecieron la posiciรณn del candidato relativa a esos ejes. Conclusiรณn: despuรฉs de resbalar por el cuerpo de Thomassiny, Colosio cayรณ hacia adelante y hacia la derecha. El FBI avalรณ el dictamen.
ย ย ย ย ย Los peritos realizaron una animaciรณn por computadora bajo la supervisiรณn del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares que les permitiรณ no sรณlo tener un punto de vista mรกs apegado a la realidad sobre la orientaciรณn en la que cae Colosio, sino tambiรฉn calcular el tiempo que tardรณ en desplomarse su cuerpo. Esto sirviรณ para determinar que el segundo disparo se produjo cuando el costado derecho del candidato habรญa tocado el suelo; el cuerpo estaba flexionado y dejaba libre el flanco izquierdo.
ย ย ย ย ย La chamarra de Colosio, una prenda ensangrentada que tiene una costura en el lado izquierdo (el remiendo al corte que hicieron los mรฉdicos cuando recibieron el cuerpo) sirviรณ para establecer no sรณlo que de la pistola de donde saliรณ el primer disparo saliรณ el segundo, sino tambiรฉn el origen de la ojiva “sembrada”.
ย ย ย ย ย Por un lado, la Fiscalรญa mandรณ analizar al FBI las huellas del disparo en la chamarra. Los patrones coinciden con el tamaรฑo y las caracterรญsticas del revรณlver asegurado a Aburto. Por el otro, la chamarra ayudรณ tambiรฉn a determinar que la bala entrรณ por el lado izquierdo, atravesรณ la chamara, la camisa y la camiseta, entrรณ en sedal al cuerpo, cruzรณ tejido adiposo, saliรณ por el lado derecho, atravesรณ la camiseta y la camisa e hizo una desgarradura en la parte interior derecha de la chamarra, pero no pasรณ al otro lado. ยฟCรณmo entonces se perdiรณ la primera bala que atravesรณ la cabeza mientras que la segunda acabรณ por detenerse en la chamarra? Aunque parezca opuesto al sentido comรบn, el hueso ofrece menos resistencia que la grasa, de la misma manera que la porcelana ofrece menos resistencia que el plรกstico.
ย ย ย ย ย La Fiscalรญa hizo muchas otras investigaciones periciales con la ayuda del Instituto de Astronomรญa de la UNAM, la Facultad de Medicina, el Instituto de Neurologรญa y Neurocirugรญa, el FBI, la Agencia Nacional de Policรญa de Gobierno de Japรณn y el Instituto de Patologรญa de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Presentรณ los resultados el 24 de julio de 1997, durante cinco horas, ante los periodistas. En los siguientes dรญas se acusรณ a la Fiscalรญa de tratar de introducir calladamente la teorรญa del asesino solitario.
ย ย ย ย ย Ciertamente, habรญa un clima propicio para la suspicacia. A principios de marzo de 1994, el candidato Colosio tenรญa serios problemas polรญticos. Su campaรฑa no arrancaba. Manuel Camacho Solรญs, comisionado para la paz en Chiapas, le habรญa robado la atenciรณn pรบblica. El presidente Salinas parecรญa jugar con sus dos gallos. La gente comenzaba a decir que a Colosio lo iban a reventar. La tarde del asesinato, cuando se dio a conocer la tragedia, se respiraba en el aire el complot. ยฟQuiรฉn habรญa mandado matar a Colosio? ยฟSalinas? ยฟCรณrdoba Montoya? ยฟEl viejo PRI? Hubo una serie de torpezas en la investigaciรณn que agudizaron aรบn mรกs la sensaciรณn de que algo habรญa tramado el poder para deshacerse del candidato.
El primer fiscal
La madrugada del 24 de marzo Miguel Montes, que se iba a convertir en el primer fiscal especial, recibiรณ una llamada del secretario particular de Colosio, Alfonso Durazo, para citarlo al dรญa siguiente en el hangar presidencial porque Diana Laura, viuda de Colosio, querรญa hablar con รฉl. Como a las dos y media de ese dรญa, recibiรณ otra llamada. Era el presidente Salinas. Le dijo que querรญa que รฉl y Santiago Oรฑate se hicieran cargo de la investigaciรณn. Esa tarde fue Montes a Los Pinos. La negociaciรณn durรณ mรกs de una hora. “Yo tengo que responder de inmediato con algo”, le dijo Salinas, “porque si no lo hago va a haber un disparo”. Montes dijo que, antes de tomar una decisiรณn, querรญa ver a Diana Laura. Fue hasta la casa que habรญa servido como sede de la campaรฑa de Colosio, en Perifรฉrico Sur. Allรญ lo recibiรณ la viuda. “Seรฑora, ยฟpor quรฉ yo?”, le preguntรณ Montes. “Donaldo tenรญa mucha confianza en usted”, le contestรณ. “Decรญa que era un hombre recio.” Montes acabรณ por aceptar.
ย ย ย ย ย Ese mismo dรญa 24, Salinas dio el anuncio de la creaciรณn de la Fiscalรญa Especial. El dรญa 28, cuando Montes tomรณ posesiรณn, recibiรณ una investigaciรณn realizada en cuatro dรญas. Mario Aburto y Tranquilino Sรกnchez Venegas, organizador del grupo de seguridad del candidato, estaban presos y consignados. Con la consignaciรณn de este segundo responsable las ideas de complot parecรญan confirmadas.
Lluvia de culpables
Para entonces ya circulaba la grabaciรณn en video del asesinato, aquella que pasaban obsesivamente las cadenas de televisiรณn y que mostraban el momento preciso en que Aburto saca la pistola, apunta al crรกneo de Colosio y dispara. Montes se puso a analizar el video. “Lo veรญa y lo volvรญa a ver y comencรฉ a notar algunos movimientos que a mรญ me parecรญan extraรฑos y a Emilio Islas [jefe de la policรญa de la reciรฉn creada Fiscalรญa] tambiรฉn.” Habรญa declaraciones ministeriales de una muchacha que dijo haber visto dรญas antes a Aburto con Tranquilino Sรกnchez en un jardรญn de Tijuana. Otras indicaban que Garcรญa Reyes habรญa sido bloqueado por Sรกnchez Venegas y que uno de los Mayoral (integrante del grupo de seguridad de Colosio) habรญa impedido que atendieran al candidato despuรฉs del disparo.
ย ย ย ย ย Convencido, el 4 de abril Montes emitiรณ un comunicado en el que afirma que el asesinato de Colosio fue el resultado de una acciรณn concertada de por lo menos siete individuos, cuatro de los cuales habรญan sido consignados. Montes seรฑalรณ que el anรกlisis de videos, fotografรญas y declaraciones conducรญa “inequรญvocamente” a la idea de un acuerdo para la realizaciรณn del crimen. El informe seรฑalaba a Tranquilino Sรกnchez como la persona que habรญa estorbado el desempeรฑo de Garcรญa Reyes para facilitar el acceso de Aburto. Vicente Mayoral le habรญa abierto el paso a una persona, el clavadista, que se tirรณ al suelo con el objeto de detener el trayecto de Colosio para contribuir a que Aburto quedara en posiciรณn de dispararle. Otra persona no identificada (luego se sabrรญa que era Hernรกnez Thomassiny) habรญa hecho claras acciones de bloqueo. Mayoral Esquer se dedicรณ a estorbar y distraer al coronel Reinaldo del Pozo, del estado mayor, localizado frente a Colosio. Se dijo que Rivapalacio habรญa sido el responsable de reclutarlos. Montes seรฑalรณ tambiรฉn que antes del homicidio, y durante el mitin, Sรกnchez Venegas, Mayoral Esquer y Aburto dialogaron en clara actitud de entendimiento.
ย ย ย ย ย A partir de entonces, el equipo de Montes se dedicรณ a ampliar estas afirmaciones. “Pero la investigaciรณn nunca me dio esa corroboraciรณn”, dice. Conforme avanzaba, comenzaron a aparecer algunas serias dudas. Por ejemplo, Graciela Sรกnchez, la novia de Aburto, asegurรณ haber visto a Sรกnchez Venegas con el asesino dรญas antes en un jardรญn. Cuando la Fiscalรญa la citรณ para ampliar su declaraciรณn y le mostraron unas fotos de Sรกnchez Venegas, no lo reconociรณ. La llevaron a hacer un recorrido por todos los sitios donde decรญa haber estado con Aburto y no los conocรญa. La llevaron a los restaurantes donde aseguraba haber trabajado: nadie supo quiรฉn era.
ย ย ย ย ย La Fiscalรญa se encontrรณ con que muchos de los interrogados no decรญan la verdad. “Lo que pasaba era que todos ellos habรญan visto el video y estaban influidos por las imรกgenes”, dice Montes, “porque ese video lo comenzaron a ver desde que Donaldo estaba en el sanatorio”. Se descubriรณ, por ejemplo, que Garcรญa Reyes padecรญa gota y que al analizar su comportamiento en otros actos pรบblicos del candidato se percibรญa que la gente lo desplazaba con una extraordinaria facilidad. Una revisiรณn mรกs detallada demostrรณ que la persona que lo desplazรณ no fue Sรกnchez Venegas, sino una seรฑora que querรญa entregarle una carta al candidato. “Todos los elementos probatorios que justificaban la acciรณn concertada se debilitaron”, dice Montes.
ย ย ย ย ย La gente que lo trataba en esa รฉpoca lo recuerda como un hombre terriblemente angustiado. “Yo tenรญa un conflicto personal. Me era difรญcil tolerar que unos inocentes estuvieran en la cรกrcel por una acciรณn mรญa. Ademรกs, yo siempre he creรญdo que la funciรณn del Ministerio Pรบblico es ayudar al juez para encontrar la verdad, que el Ministerio Pรบblico no puede adoptar una postura invariable porque eso anula las investigaciones.”
ย ย ย ย ย Montes informรณ al juez del avance de lo que habรญa encontrado. Luego informรณ al presidente, que lo felicitรณ, y finalmente fue con Diana Laura, con quien sostuvo una reuniรณn en presencia de los funcionarios encargados del caso. Para entonces las relaciones entre el fiscal especial y la viuda eran muy malas. Diana Laura no le creyรณ. No volviรณ a verla.
ย ย ย ย ย Montes le avisรณ al presidente que iba a informar al pรบblico el resultado de sus investigaciones. Salinas le pidiรณ que no lo hiciera. La presidencia habรญa hecho estudios de opiniรณn: 85% de las personas creรญa que detrรกs del asesinato de Colosio habรญa un complot. “No querรญan que informara porque iba a provocar un problema polรญtico”, dice Montes, “sabรญan lo que iba a ocurrir y no querรญan meterse”.
ย ย ย ย ย El 2 de junio de 1994 Montes envรญo un mensaje de 17 cuartillas a la prensa y un video a las cadenas de televisiรณn. Entre otras cosas, dijo que no habรญa encontrado nuevas pruebas para consignar a Sรกnchez y los Mayoral. Aburto habรญa actuado solo, por lo que descartaba la “acciรณn concertada”.
ย ย ย ย ย Se le vino el mundo encima. Los entonces candidatos a la presidencia Cecilia Soto, Jorge Gonzรกlez Torres y Cuauhtรฉmoc Cรกrdenas calificaron el informe como una burla. Porfirio Muรฑoz Ledo dijo que era un atentado a la inteligencia. Los columnistas escribieron que no habรญa interรฉs por esclarecer el asesinato. Los diputados de oposiciรณn seรฑalaron que Montes querรญa dar carpetazo al asunto. La Iglesia catรณlica demandรณ la renuncia del fiscal porque, al igual que con el asesinato del cardenal Juan Jesรบs Posadas Ocampo, ocurrido un aรฑo antes en Guadalajara, las autoridades no querรญan llegar a la verdad. El candidato Ernesto Zedillo leyรณ en presencia de Montes el informe que habรญa preparado y su comentario fue: “Montes, sus conclusiones me dan gran tranquilidad, pero usted comprenderรก que estamos en momentos electorales y yo no puedo hacer comentario alguno, ni aceptarlas”.
Olga Islas, la abogada reticente
El dรญa que Olga Islas de Gonzรกlez Mariscal, la segunda fiscal especial, estaba en un crucero por el Caribe celebrando los quince aรฑos de una de sus nietas, comenzaron a buscarla desde la Ciudad de Mรฉxico. Cuando finalmente pudo comunicarse con la presidencia de la Repรบblica, se enterรณ de que Salinas le proponรญa que se hiciera cargo de la investigaciรณn.
ย ย ย ย ย Islas era subprocuradora de averiguaciones previas del Distrito Federal. Sus credenciales eran impecables. Tenรญa mรกs de quince aรฑos relacionada con la procuraciรณn de justicia, en cargos tรฉcnicos. Era presidenta de la Academia de Ciencias Penales, habรญa recibido uno de los pocos doctorados Cum Laude que ha otorgado la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional y era autora de un libro multicitado sobre derecho penal. Salinas no la conocรญa, pero cuando Montes renunciรณ y le preguntรณ su parecer al abogado de Diana Laura, Juan Velรกzquez y a algunos juristas notables, casi hubo unanimidad en su nombramiento.
ย ย ย ย ย Cuentan personas cercanas a ella que no querรญa tomar el caso. Meses antes, el procurador general Diego Valadรฉs le habรญa ofrecido que se hiciera cargo de los procesos del caso Colosio. Rechazรณ la oferta. Cuando, meses despuรฉs, finalmente se bajรณ del crucero, volรณ de Miami a la Ciudad de Mรฉxico y estuvo frente al presidente, sabรญa que no habรญa manera de eludir la responsabilidad que le estaban encomendando. Asumiรณ las riendas el 18 de julio de 1994. Una encuesta publicada por Reforma en marzo de 1996 indaga la opiniรณn de la gente sobre cuรกl fiscal avanzรณ mรกs en la investigaciรณn. A Olga Islas le dan el 1%, la calificaciรณn mรกs baja. De los fiscales ciertamente fue la menos polรฉmica. Islas no asumiรณ ninguna postura sobre la existencia de mรกs autores materiales. Se dedicรณ mรกs bien a preparar el proceso de Mario Aburto. Logrรณ una sentencia de 45 aรฑos que, segรบn los expertos, estuvo muy bien presentada. Parecรญa que con la sentencia no se iban a volver a abrir asuntos tan bรกsicos como la identidad de Aburto y su responsabilidad en los dos disparos.
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Othรณn Cortรฉs: amistades peligrosas
Pero Pablo Chapa Bezanilla apareciรณ. El nuevo fiscal tenรญa fama de investigador eficaz. Llevaba una larga trayectoria en la procuradurรญa cuando Diego Valadรฉs, procurador del Distrito, se lo llevรณ a las oficinas centrales y le encargรณ los asuntos especiales, los que la gente de influencia le recomienda al procurador. Al terminar el sexenio ya era director de averiguaciones previas del Distrito Federal.
ย ย ย ย ย Antonio Lozano Gracia, el nuevo procurador de la Repรบblica, el primero de un partido de oposiciรณn, le ofreciรณ a Juan Velรกzquez, abogado de Diana Laura, la fiscalรญa especial. Velรกzquez la rechazรณ, pero le dijo a Lozano que el mejor investigador que conocรญa era Chapa Bezanilla. Lozano lo mandรณ llamar y concentrรณ en รฉl las tres investigaciones mรกs importantes del momento: los casos Posadas, Colosio y Ruiz Massieu.
ย ย ย ย ย Poco despuรฉs de que las nuevas autoridades tomaran posesiรณn, comenzaron de nuevo a hablar de un complot. Seรฑalaban que algunos aspectos de las investigaciones pasadas parecรญan extraรฑos, como la hipรณtesis del giro, el incidente de la bala sembrada o la alteraciรณn de Lomas Taurinas. A finales de febrero de 1995, Lozano anunciรณ la detenciรณn de una persona involucrada en el crimen, quien habrรญa hecho el segundo disparo en el costado del candidato. Las personas que sostenรญan que en el asesinato de Colosio habรญa una conspiraciรณn, es decir, casi 80% de los mexicanos, se sintieron reivindicadas. El detenido se llamaba Othรณn Cortรฉs.
ย ย ย ย ย Tras un aรฑo y medio en Almoloya, Othรณn Cortรฉs vive de nuevo en Tijuana con su esposa y sus hijos. Antes del homicidio, pertenecรญa al PRI y habรญa sido chofer del partido, el que cargaba las maletas, el que iba por los refrescos. Fue a Lomas Taurinas “para que lo vean a uno, para que le den a uno chamba”. Habรญa sido chofer de Colosio en otras ocasiones en que el candidato habรญa estado en Tijuana. “Al licenciando no le gustaban las patrullas”, dice, “o que lo estuvieran cuidando. 'No te pases los altos, oaxaquita', me decรญa. Por eso el dรญa del discurso en Lomas Taurinas era un amontonadero”.
ย ย ย ย ย Cortรฉs no era parte del equipo de seguridad, pero con esa capacidad suya de rondar a la gente poderosa, se sentรญa con la tarea de mantenerse al lado del candidato. Anduvo junto a รฉl cuando bajรณ del templete donde habรญa dado el discurso. Todo el mundo querรญa entregarle cartas “y en un de repente suenan como dos cohetitos, cuaz, cuaz. Volteo y lo veo allรญ tirado, sangroteando”, dice Cortรฉs. Pasada la confusiรณn, corriรณ detrรกs de la gente que se llevaba el cuerpo de Colosio y subiรณ a un auto que lo llevรณ hasta el Hospital General. Llegรณ casi junto con la ambulancia y ayudรณ a bajar la camilla y a cargar a Colosio hasta la puerta del edificio. Sin que nadie se lo pidiera, cerrรณ la puerta del hospital y se quedรณ a cuidarla. Se enfrentรณ al gentรญo que querรญa entrar hasta que llegรณ la policรญa municipal. “Yo siempre he estado en el lugar preciso”, dice Cortรฉs, “si se le cae una pluma al seรฑor, yo estaba allรญ para poderla levantar”.
ย ย ย ย ย Cortรฉs se enterรณ de la muerte de Colosio en el hospital. Poco mรกs tarde una persona del Comitรฉ Ejecutivo Nacional del PRI se le acercรณ y le dijo que necesitaban que manejara el carro que guiarรญa hasta el aeropuerto al cortejo con el cadรกver de Colosio. Le dieron las llaves del vehรญculo. Cortรฉs fue a darle una vuelta, lo limpiรณ, le revisรณ el aceite, se metiรณ al coche y se quedรณ dormido. Como a la una de la maรฑana alguien le tocรณ la ventana. “Jรกlate”, le dijeron. Un grupo de personas, entre las que estaba Garcรญa Reyes, se subiรณ al auto. Alguien tomรณ una foto, que mรกs tarde servirรญa como evidencia de que el general y Cortรฉs se entendรญan de alguna manera. Manejรณ hasta el aeropuerto y despidiรณ al grupo que tomรณ el aviรณn rumbo al Distrito Federal.
ย ย ย ย ย Desde el primer dรญa pensรณ que Aburto era el รบnico responsable del asesinato. “Para el complot se ocupa gente inteligente”, dice, “no un pobre diablo como los Mayoral, o como yo”. Aรฑo y medio despuรฉs iba en el auto con su esposa a dejar a los hijos a la escuela cuando un auto se le cerrรณ. Se bajaron unos hombres que le preguntaron “ยฟOthรณn Cortรฉs?” Lo detuvieron y se lo llevaron a una casa de seguridad donde lo vendaron y esposaron. Despuรฉs de tenerlo atado por horas, lo subieron a golpes a un auto y se lo llevaron hasta Mexicali, donde los esperaba un aviรณn de la PGR. Llegaron al D.F. y lo llevaron a la fiscalรญa que estaba en Insurgentes. Allรญ le dijeron que ya sabรญan lo del segundo disparo, que lo iban a ayudar para que la sentencia fuera menor, pero que tenรญa que confesar que Manlio Fabio Beltrones, Garcรญa Reyes y Del Pozo estaban involucrados. Cortรฉs se rehusรณ a firmar la confesiรณn. Le dieron un golpe que le rompiรณ el tรญmpano.
ย ย ย ย ย Despuรฉs de torturarlo hasta las seis de la maรฑana lo llevaron a Almoloya, donde permaneciรณ hasta el 7 de agosto de 1996. En marzo habรญa aparecido una encuesta en Reforma en la que se revelaba que 44% de los entrevistados pensaba que Chapa era el que habรญa hecho mรกs por la investigaciรณn. El 30 de agosto Chapa fue destituido del cargo en medio del desprestigio provocado por la revelaciรณn de testimonios comprados, declaraciones falsas y filtraciones a la prensa. Mรกs tarde, escapรณ del paรญs, perseguido.
Las virtudes de la discreciรณn
Actualmente hay en el edifico de Rรญo Rin una sensaciรณn de calma y vacรญo. De las 27 lรญneas de investigaciรณn que el fiscal iniciรณ al principio de su gestiรณn, la mayorรญa han sido concluidas con acuciosidad, pero tambiรฉn con poca difusiรณn. Las pocas lรญneas de investigaciรณn del actual procurador estรกn casi todas dirigidas a saber si hubo un autor intelectual. En un ambiente donde la gente todavรญa no sabe cuรกntos Aburtos hay, la actual Fiscalรญa investiga, por ejemplo, si hubo una relaciรณn entre Aburto y Josรฉ Ernesto Gonzรกlez Messina, un mรฉdico de Tijuana, jefe de un movimiento polรญtico llamado Partido de la Uniรณn Americana que propugna que Mรฉxico se una a los Estados Unidos. Gonzรกlez Messina es autor de un libro llamado Uniรณn Mรฉxico Estados Unidos de Amรฉrica, publicado en 1988. En alguna de sus pรกginas el autor hace una apologรญa del asesinato polรญtico. Mario Aburto pudo conocer a Gonzรกlez Messina directamente o estar influido por sus ideas gracias a la influencia de Rodolfo Macรญas Cabrera, michoacano como Aburto, que conoce a Gonzรกlez Messina y se autoproclama presidente en el exilio.
ย ย ย ย ย Otra lรญnea de investigaciรณn es el narcotrรกfico, de la cual el fiscal habla poco. Una mรกs es la que habla del entorno polรญtico. “Habรญa un clima adverso para la candidatura de Luis Donaldo”, dice Raรบl Gonzรกlez. ยฟPero tiene esto conexiรณn directa con el crimen? “Eso es lo que hay que desentraรฑar. La investigaciรณn tendrรก fin”, dice, “cuando podamos encontrar un mecanismo para comunicarnos con la sociedad”. En la feria de las desconfianzas, los resultados no sรณlo deben ser verdaderos sino tambiรฉn creรญbles. –