Michael J. Bustamante y Jennifer L. Lambe (editores)
The Revolution from within. Cuba, 1959-1980
Durham, Duke University Press, 2019, 344 pp.
Este libro es el resultado de la conferencia “Nuevas historias de la Revolución cubana”, que la Universidad de Yale organizó en 2014 y cuyo propósito fue poner a revisión el proceso social e histórico que tuvo lugar en Cuba después de 1959. La obra toma nota de los cambios ocurridos en el campo historiográfico cubano –al interior de la isla y en la diáspora– durante las últimas tres décadas. Con el advenimiento de la crisis de la década de los noventa –el llamado “período especial”– la sociedad cubana vivió una apertura, que posibilitó cierto relajamiento e innovación de la investigación y difusión académicas, las cuales por mucho tiempo habían estado mucho más rígidamente sometidas al control político. A su vez, nuevas generaciones (y enfoques) emergieron de las universidades estadounidenses, para ofrecer una perspectiva sobre Cuba más allá de los anteojos de la Guerra Fría. La antropología, los estudios sobre procesos y políticas culturales, la historia social, ambiental, racial y de género, el constitucionalismo, entre otros, han sido disciplinas y áreas en las cuales se ha avanzado en la comprensión histórica –y sociológica– de la Cuba posrevolucionaria. Y varios de los principales exponentes de dichas aproximaciones conforman la selecta lista de autores de The Revolution from within.
Pese a estos avances, la escasez de fuentes primarias, el complicado acceso a archivos y la sostenida politización de la narrativa histórica por parte del Estado cubano –y sus adversarios– siguen favoreciendo lo que Lambe y Bustamante caracterizan como un campo tradicional donde pululan la saturación analítica, las carencias historiográficas y el colapso de la historia de Cuba dentro de una teleología con clara inclinación política. Interesados en moverse más allá de esas barricadas epistémicas, los autores de este volumen aportan una mirada plural, centrada en las dinámicas internas de los procesos sociales, la vida cotidiana de disímiles actores implicados en (y afectados por) la Revolución, la comprensión compleja de la poderosa estatalidad revolucionaria y las transformaciones culturales derivadas del cambio radical iniciado en 1959.
The Revolution from within, dicen los editores, puede ser clasificado como un proyecto revisionista. Y lo es en tanto que desafía los parámetros celebratorios de las narrativas oficiales dentro de la esfera pública insular, pero también las lecturas simplificadoras realizadas desde el exilio. Se interesa en explorar los significados, sujetos y complejidades diversas que dieron forma a la Revolución realmente existente. En los textos incluidos pueden entreverse los usos y disputas en torno a la historia, la nación, el desarrollo y las identidades incluidas –y excluidas– en las primeras décadas del proceso cubano.
Aunque el libro tiene capítulos muy interesantes, me gustaría destacar algunos temas cercanos a mi propia formación híbrida –como politólogo e historiador– y mi visión del cambio social. Un mérito de la obra es superar la lógica binaria que contrapone al Estado –encarnado por un líder que actúa desde arriba– y el pueblo –por lo común, concebido como una masa uniforme, carente de agencia y sometida al omnipresente poder–. Sin negar la enorme injerencia y coerción del Estado posrevolucionario cubano, de factura soviética, el libro presenta una multiplicidad de actores –ciudadanos de a pie, funcionarios, intelectuales, instituciones varias– que resisten, interpelan y participan, de modos diversos, en la construcción del nuevo orden. Los textos de Lillian Guerra y María del Pilar Díaz Castañón, entre otros, son buenos ejemplos de lo anterior. Y abonan a las contribuciones de otras investigaciones recientes
((Destaco, entre estas obras, los trabajos de Rafael Rojas (Historia mínima de la Revolución cubana), Lillian Guerra (Visions of power in Cuba. Revolution, redemption, and resistance, 1959-1971), Vanni Pettinà (Cuba y Estados Unidos, 1933-1959. Del compromiso nacionalista al conflicto) y Samuel Farber (Cuba since the Revolution of 1959. A critical assessment).
))
que, desde los campos de la historia social y las ciencias políticas, han dado cuenta de la heterogeneidad de proyectos (triunfantes y abortados), el peso de los factores externos –hegemonía estadounidense e irrupción de la Unión Soviética como retador global– y la fortaleza de un ideario nacionalista y radical –componente de la cultura política nacional– en cuanto elementos decisivos para la configuración del régimen de partido único surgido en Cuba en los años sesenta del siglo pasado.
En la obra también se recuperan las formas de exclusión y violencia que desplegó el Estado, incluso bien entrado el proceso de cambio revolucionario, para encorsetar al hombre y sociedad nuevos dentro de sus esquemas de control y uniformidad. El éxodo forzado del Mariel en 1980, que analiza Abel Sierra Madero, es un ejemplo de lo anterior.
La Revolución cubana también reveló sus apreciables capacidades de demostración y difusión, entendiendo la primera como la muestra de qué tan factible era una revolución socialista en Occidente y la segunda como un proceso que diseminó, en fuerzas radicales de la periferia global –y dentro de algunas vanguardias culturales del primer mundo–, ideas y preferencias políticas alternativas a la democracia liberal. Este libro aborda la historia de dicho fenómeno en sus propios términos, con énfasis en los mecanismos internos que moldearon, hasta el presente, la sociedad, la cultura y la política cubanas. Por tal enfoque, aunado a la calidad de las contribuciones que integran el volumen, The Revolution from within es ya una obra de obligada consulta para todos los interesados en comprender, sin simplificaciones ni orejeras, ese fascinante fenómeno de la historia contemporánea latinoamericana. ~
es politólogo e historiador, especializado en estudio de la democracia y los autoritarismos en Latinoamérica y Rusia.