Me acerco tanto a ver unas flores muy bonitas que casi me convierto en ellas. Será porque quiero cambiar de estado o por azar, aunque el azar es ignorancia. La cosa empieza porque mis fractales encajan con los de sus hojas. Clorofilamos juntas. El asombro deja paso al bienestar. Es una forma barata y quizá ecológica de salir de mi ensimismamiento humano, que ya me dobla la edad. Endogamia abierta. Mi cultura de este minuto, hasta que he congeniado con la flor, consistía en cincuenta pestañas abiertas en tres navegadores cuyos contenidos centrifugan en una confusión de la que solo queda el mensaje unánime de las cookies. Hasta esta flor mi identidad era una ip.
Aquí está el trocito de cerebro que ofrece Google, las dendritas en colores en tres dimensiones; solo falta el tiempo para avivarlo (el gif animado es este tiempo, el ciclo tradicional de 26.000 años dura diez segundos de semáforo, en Siberia han despertado microbios de 24.000 años). El mapa de un milímetro cúbico de cerebro visto a una resolución de 4 nanómetros permite girar las neuronas y explorar esos árboles por los que se supone rebotan y circulan los pensamientos. Pero nada en mi confuso interior se conmueve, es como si mis neuronas no se reconocieran en esas ampollas y alambres de colores que muestra la pantalla; mis neuronas vivas (es un decir, a saber cuántas quedarán) no se identifican con los píxeles, quizá necesitan ya algo tipo Matrix, o el mapa de los ultramundos que versificó Dante. Santiago Ramón y Cajal, que sigue sin casa propia, ya pintó esos ramales que se bifurcan. Quizá mis neuronas no se emocionan con el mapa 3d de Google porque están flirteando con la flor, que es un geranio. Los microbios de Siberia se apagan hasta estar casi muertos y así tiran 24.000 años: con ese método podemos pensar que esta piedra con forma de corazón que llevo en el bolsillo está simplemente dormida.
La flor y yo somos casi una mientras el universo finge ignorar nuestro flirt (o flort: flirt en la Nube de Oort, cuyo origen ahora se desvela. No sé qué me gusta más, si la Nube de Oort o el Cinturón de Kuiper). En efecto, nuestros fractales engranan como los piñones del cambio de un Barreiros y el tiempo se confunde. Soy medio vegetal: veo efluvios e insectos. Quizá estamos entrelazando ya nuestros fotones. Veo que las flores se miran en los espejos de las abejas como en un probador, veo que el intercambio entre ambas no es solo, ni principalmente, de libaciones ni de moléculas: el vínculo fuerte entre abejas y flores es la mirada, o sea, la consciencia, lo que ahora llaman info cuántica. Chorros de fotones llenos de amor. Amor omnia vincit.
Pero la fusión con el geranio solo está empezando y lo siguiente me da un poco de miedo. ¿Vivir junt@s? [El miedo es fijo para cada cual. Lo traemos de serie, igual que otras cosas, por ejemplo, el umbral de la felicidad. La unidad de medida del miedo es miedo por milisegundo (m x ms) y ha de ejecutarse siempre, aunque no haya motivo, que lo hay o lo suele haber. Si aplazamos la ejecución del miedo rutinario (por ejemplo, viendo un vídeo, casi siempre de terror, o las meras noticias), el miedo que no hemos consumido o padecido se acumula y cuando reparamos en él y nos decidimos a afrontarlo es un monstruo. Que se nos come. Saturno devorando a sus hijos puede servir. Goya dejó muchos monstruos. Esta unidad de medida es para tiempos apacibles (al parecer nunca se ha usado), pero en épocas de pánico extra o normal, como desde 2008 hasta hoy, se dispara en: (m x ms)2, (m x ms)3, (m x ms)n…]
El excurso sobre el miedo viene porque al avanzar el flirt in progress con la flor, que implica mutación y metamorfosis kafkiana (en sentido biológico, no literario, pues Kafka era como Darwin, aunque tuvo que fingir ser escritor para colar su teoría, ahora en trance de demostración) me ha dado yuyu. Cuando la ciencia ofrezca el método del microbio siberiano para humanos, ¿qué hará usted? Han secuenciado el genoma humano completo, faltaba (que se sepa) un 8%.
¿24.000 años? Bah, solo me interesa la eternidad, me digo para quitarme el (m x ms)5 ante la certeza de que soy casi una flor y la duda de si este mix será delito y en qué grado, y qué vida será esta.
Estos sofemas no alivian el (m x ms)n, así que recurro por fin a la escultura inmaterial que un artista italiano ha vendido por quince mil euros. El “escultor” se llama Salvatore Garau, aunque para crear esa obra debería usar el anonimato. Por cierto, aquí debajo hay una línea de esas que no existen (el return la engendra):
Esa línea (todavía) no se puede comprar. Por supuesto es sagrada pero no ha sido tokenizada, no es nft. Se aceptan donativos. Bitcoin: 1CPujSxdhXkEHMB7Wh […]FAw88DiUcVa9F6D7
Sigo en íntimo encaje con la plantita, un geranio ideal, quizá transgénico o modificado por un algoritmo caprichoso (creado a su vez por otro algoritmo y así hasta Santo Tomás). Es de un rosa imposible y en sus pétalos se perfilan filamentos que en caracteres cúficos vienen a decir: No hay más Dios que el justo. Ese mensaje está grabado en las alturas del alminar mudéjar de Santa María de Tauste (Zaragoza), y se descubrió hace unos años, al restaurarla. Desde lo alto se ve la torre de Alagón, desde cuya cúspide se columbra la de San Pablo en Zaragoza, y así hasta donde llegue la vista. Las torres octogonales de aristas vivas cuadran el círculo y se hablan en 8g, cuyo espectro, que incluye la eternidad, aún no se ha subastado. Antes de ser geranio fui una ip, etc. No quiero líos. Quiero estar al día de mis miedos.
Ahora comprendo que el éxito creciente de La metamorfosis se funda en que intuimos que una persona puede convertirse en una cucaracha y viceversa, o que presentimos lo cerca que estamos, o bien que somos lo mismo, casi las mismas letras, con alguna variación. Ahora sabemos que retocando y editando ese código en casa es posible el tránsito.
Pero tal como prueba mi fusión con el geranio no es necesario enredar con máquinas o tecnologías porque la simbiosis se puede hacer a palo seco, con la propia voluntad, si se aprende a manejar los fotones y otras vibraciones del íntimo vasto mundo. El miedo cumple también aquí su función. Disfruto hojeando el Cuaderno italiano de Goya, completo a gran calidad en la web del Museo del Prado, con estimables comentarios. Con cierta nostalgia y algo de m x ms me salgo de la flor. El cuaderno es la vida. ~
Enlaces
Google conexión sináptica
https://www.xataka.com/investigacion/navega-profundidades-cerebro-mapa-google-harvard-preciso-jamas-creado
Microbios sobreviven 24.000 años en permafrost
Origen de la Nube de Oort
https://www.abc.es/ciencia/abci-resuelven-misterio-nube-oort-origino-partir-conspiracion-cosmica-202106040234_noticia.html
Logran almacenar un fotón en dos memorias alejadas
https://www.agenciasinc.es/Noticias/Logran-almacenar-un-unico-foton-en-dos-memorias-cuanticas-alejadas
Genoma secuenciado completo
https://elpais.com/ciencia/2021-06-03/un-consorcio-internacional-secuencia-por-primera-vez-el-genoma-completo-de-un-ser-humano.html
Torre de Tauste
https://sites.google.com/site/zagralandalus/alminar-de-tauste
(Barbastro, 1958) es escritor y columnista. Lleva la página gistain.net. En 2024 ha publicado 'Familias raras' (Instituto de Estudios Altoaragoneses).