El pasado 24 de octubre, el huracรกn Otis llegรณ a las costas de Guerrero con una capacidad destructiva que tomรณ por sorpresa a propios y extraรฑos. Mรกs de un mes despuรฉs, la responsabilidad de los gobiernos federal y estatal para alertar a la poblaciรณn todavรญa estรก a discusiรณn y, sin embargo, su lentitud y negligencia para atender la crisis posterior solo se ha confirmado con el paso del tiempo. Mientras las autoridades buscaron minimizar el nรบmero de muertos y la magnitud de los daรฑos materiales y econรณmicos, decenas de periodistas se desplazaron a la zona para hablar con los afectados y narrar lo que estaba sucediendo. Leรณn Krauze fue uno de ellos y, en la crรณnica que presentamos, recoge de primera mano el abandono y la desesperaciรณn, pero tambiรฉn el empeรฑo por sobreponerse a la calamidad, de los habitantes de Acapulco. Su pieza periodรญstica, al lado de los textos de las escritoras guerrerenses Brenda Rรญos y Yelitza Ruiz, nos recuerda que la prioridad en esta emergencia deben seguir siendo las personas.