La historia de la cultura tambieฬn es la historia de la censura, de โcomo la llama Coetzeeโ la pasioฬn por silenciar. Quien se opone a los supuestos excesos de la libertad artiฬstica o de expresioฬn suele esgrimir buenas intenciones: proteger la moral y defender a los deฬbiles.
A veces la censura obedece a visiones conservadoras; otras veces surge en sectores progresistas. El freno a la circulacioฬn de obras, ideas o autores desagradables puede seguir mecanismos formales o informales, pero uno de los cambios de los uฬltimos tiempos es que este afaฬn ha dejado de dar verguฬenza: la extrema derecha y la izquierda dura muestran su iฬmpetu censor con un punto de orgullo. En este nuฬmero analizamos los viฬnculos de la cultura woke y el protestantismo, tratamos de explicar los matices y la complejidad para juzgar el arte y su capacidad de causar danฬo, reflexionamos sobre la libertad y la naturaleza contradictoria de la transgresioฬn, y observamos los efectos de la preocupacioฬn por la identidad en el periodismo.