En las últimas dos décadas, hemos presenciado en distintas partes del globo la consolidación de gobiernos autoritarios que, en grados diversos, han debilitado los controles democráticos, desaparecido los contrapesos y limitado las libertades. La Rusia de Putin, la China de Xi Jinping o la Hungría de Viktor Orbán son acaso los ejemplos más conocidos, pero no los únicos en un mundo que parece haberse desilusionado de la democracia liberal y sus valores. Las primeras semanas de Donald Trump en su segundo mandato como presidente de Estados Unidos han venido a confirmar que nos encontramos, más que ante un cambio de rumbo, ante un intento de demoler el orden establecido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La insólita alineación entre Trump y Putin, con el consecuente abandono de Ucrania y la hostilidad hacia Europa, deja ver el nacimiento de un eje autoritario, que no responde a las normas internacionales sino a los intereses y caprichos de los líderes poderosos. Frente a un nuevo orden, Letras Libres ha querido trazar un mapa –con la atención puesta en América Latina, Europa, China y Medio Oriente– que ayude a comprender hacia dónde nos dirigimos.
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