La polarizaciรณn, la erosiรณn institucional y una visiรณn cada vez mรกs cรญnica de la democracia avanzan en Espaรฑa. Aunque dos de cada tres espaรฑoles votaron por los partidos centrales en las elecciones generales del 23 de julio, los acuerdos entre el PP y el PSOE parecen imposibles. La presencia de Vox es la razรณn โo la excusaโ perfecta para aislar a la derecha. El PSOE ha concedido la amnistรญa a los independentistas condenados y encausados a cambio de los votos que necesitaba para que Pedro Sรกnchez repitiera como presidente de gobierno. La medida genera controversia: por la crudeza del cambio de impunidad por investidura, por la vulneraciรณn del principio de igualdad ante la ley, por la aceptaciรณn del relato falaz del secesionismo sobre los hechos de 2017 y sus causas, por su disputado encaje constitucional y porque la debilidad del gobierno hace temer nuevas cesiones. Hechos a espaldas (o contra) once millones de votantes, los acuerdos con los nacionalistas generan en la polรญtica espaรฑola una tensiรณn que amenaza con trasladarse a los ciudadanos.