El inicio de la segunda presidencia de Donald Trump es un punto de inflexiรณn para las polรญticas de Estados Unidos, con claro impacto a nivel global. En particular, tres decisiones han sido analizadas y cuestionadas, por sus posibles repercusiones en la salud pรบblica, la integridad cientรญfica y la gobernanza sanitaria global.
El controvertido nombramiento de Robert F. Kennedy Jr.
El nombramiento de Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud, aรบn no confirmado por el Senado, pone de manifiesto el alejamiento de la administraciรณn de las estrategias tradicionales de salud pรบblica basadas en evidencia. Conocido por su postura controvertida contra las vacunas, su liderazgo fue recibido con duras crรญticas por parte de la comunidad mรฉdica. Expertos en salud pรบblica manifestaron preocupaciรณn de que sus polรญticas pudieran erosionar la confianza en las vacunas, obstaculizar la capacidad de Estados Unidos de liderar los esfuerzos de inmunizaciรณn a nivel global y agravar brotes de enfermedades prevenibles.
Histรณricamente, estos esfuerzos han impulsado el progreso en la erradicaciรณn de enfermedades como la viruela y el sarampiรณn en todo el mundo. El escepticismo de Kennedy hacia las vacunas pone en riesgo no solo las tasas de vacunaciรณn a nivel nacional, sino tambiรฉn las iniciativas internacionales que dependen del financiamiento y la experiencia estadounidense. Este cambio podrรญa tener efectos en cadena en paรญses de ingresos bajos y medios, donde la influencia de Estados Unidos tradicionalmente ha reforzado las campaรฑas de vacunaciรณn.
Retirada de la OMS: implicaciones para la salud global
La salida de Estados Unidos de la Organizaciรณn Mundial de la Salud profundiza los desafรญos en materia de salud global. Desde hace mucho tiempo, la OMS ha sido un pilar de la colaboraciรณn internacional en salud, coordinando respuestas a pandemias, promoviendo la equidad sanitaria y abordando amenazas emergentes. La determinaciรณn de Trump de romper lazos y retener el considerable financiamiento desde los Estados Unidos desestabiliza a la organizaciรณn en un momento crรญtico, lo que limita su capacidad de responder con eficacia a crisis de salud mundiales.
La ausencia del liderazgo estadounidense crearรก un vacรญo que otras naciones buscarรกn aprovechar, pudiendo reconfigurar la gobernanza sanitaria internacional de forma que se prioricen agendas polรญticas por encima de soluciones basadas en la ciencia.
Esta decisiรณn tensarรก tambiรฉn las asociaciones multilaterales, dejando a poblaciones vulnerables en regiones desatendidas en mayor riesgo de disparidades de salud y brotes epidรฉmicos.
El silenciamiento de las agencias federales: la transparencia y la confianza pรบblica en juego
La prohibiciรณn impuesta por la administraciรณn Trump a las comunicaciones pรบblicas de agencias federales de salud como los CDC y la FDA, que durarรก, al menos, hasta el mes de febrero, agrava estos desafรญos. Al restringir la capacidad de estas agencias de difundir informaciรณn, la administraciรณn obstaculiza la transparencia, erosiona la confianza pรบblica y dificulta el flujo de datos crรญticos necesarios para responder de manera efectiva en salud pรบblica.
Durante emergencias sanitarias, la comunicaciรณn puntual y precisa es esencial para orientar el comportamiento pรบblico y mitigar riesgos. La ausencia de directrices autorizadas dejarรก a la poblaciรณn mรกs expuesta a la desinformaciรณn y fomentarรก la confusiรณn, lo que, en รบltima instancia, socavarรก los esfuerzos por controlar brotes de enfermedades e implementar intervenciones basadas en la evidencia.
Consecuencias a largo plazo de estos cambios de polรญtica
El periodo de Kennedy en el cargo probablemente modificarรญa los criterios para utilizar evidencia cientรญfica en la formulaciรณn de polรญticas de salud, favoreciendo posturas ideolรณgicas por encima de datos empรญricos. Este cambio de paradigma corre el riesgo de galvanizar el escepticismo hacia las agencias federales de salud, complicando futuros intentos de restaurar la confianza pรบblica en iniciativas sanitarias basadas en la ciencia.
La retirada de la OMS tambiรฉn seรฑala un distanciamiento del papel histรณrico de Estados Unidos como lรญder en la diplomacia sanitaria global. A medida que las enfermedades infecciosas emergentes y las pandemias continรบen amenazando la estabilidad internacional, la falta de una participaciรณn sรณlida de Estados Unidos debilita las respuestas coordinadas y deja huecos que podrรญan ser cubiertos por entidades con menos experiencia o con motivaciones menos alineadas con la ciencia.
Polรญticas ambientales de salud: la desregulaciรณn y sus repercusiones
La postura de la administraciรณn Trump en materia de salud ambiental ilustra aรบn mรกs el impacto de su estilo de gobierno. Priorizar la desregulaciรณn y la producciรณn de combustibles fรณsiles exacerbarรก los desafรญos de salud relacionados con el clima, que afectan de forma desproporcionada a las comunidades marginadas.
Los factores ambientales, en particular la contaminaciรณn del aire y del agua, tienen un impacto directo en los resultados de salud pรบblica. La relajaciรณn de las normas que protegen estos recursos aumentarรก la incidencia de enfermedades crรณnicas como el asma y las afecciones cardiovasculares.
Ademรกs, estas polรญticas probablemente socavarรกn los compromisos globales para enfrentar el cambio climรกtico, un factor crucial de la equidad en salud a nivel mundial.
Una infraestructura de salud global bajo presiรณn
De manera crรญtica, hay que decirlo, las polรญticas de Trump han expuesto vulnerabilidades en la infraestructura de salud global, en especial en lo relativo al financiamiento y la colaboraciรณn multilateral. La reducciรณn de las contribuciones de Estados Unidos a programas mundiales de salud como el PEPFAR (Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del Sida) y el Fondo Mundial debilitarรกn iniciativas destinadas a combatir el VIH/Sida, la tuberculosis y la malaria.
Estos recortes no solo ponen en peligro el progreso en el control de enfermedades, sino que tambiรฉn erosionan la confianza en Estados Unidos como socio fiable en las actividades de salud global. Sin su respaldo, las organizaciones internacionales y los paรญses de bajos ingresos enfrentan una incertidumbre creciente, que podrรญa revertir dรฉcadas de avances en la equidad en salud y la erradicaciรณn de enfermedades.
Reconstruir la confianza y la colaboraciรณn
Las polรญticas de salud anunciadas por Donald Trump representan un cambio sustancial en las prioridades, con un marcado รฉnfasis en el nacionalismo por encima de la cooperaciรณn internacional, el escepticismo frente a la ciencia y las ganancias polรญticas a corto plazo en detrimento de los resultados de salud a largo plazo.
Estos cambios tendrรกn implicaciones profundas no solo para los Estados Unidos, sino para todo el ecosistema de salud global, a medida que los efectos de la menor participaciรณn estadounidense se hagan sentir mรกs allรก de sus fronteras.
En el futuro, serรก esencial restaurar la confianza en las instituciones de salud pรบblica, reafirmar los compromisos con la colaboraciรณn internacional y priorizar la toma de decisiones basada en la ciencia para hacer frente a los complejos desafรญos sanitarios del siglo XXI. ~
es mรฉdico cirujano por la UNAM, analista, conferencista y asesor en polรญticas de salud. Ha publicado en diarios como Milenio y El Universal, y colaborado como consultor experto para medios de comunicaciรณn nacionales y extranjeros.