La importancia de los traductores
Hace un año, The New York Times Magazine publicó un artículo sobre la primera traductora al inglés de la Odisea. El clásico de Homero solamente había sido traducido por hombres. La primera traducción al inglés del viaje de Odiseo fue hecha por George Chapman en 1615. Desde entonces se han realizado sesenta traducciones al inglés, pero la de Emily Wilson es la primera hecha por una mujer. Su aportación a la traducción de uno de los textos canónicos de Occidente revela lo que aún se puede descubrir a pesar de los milenios de distancia. “Si vamos a admitir que las historias importan, entonces importa cómo las contamos”, dijo Wilson sobre los criterios que se deben considerar al traducir un clásico. “La pregunta ‘¿Cuál es la historia?’ va a depender del lenguaje, de las palabras que usas”.
Tim Parks, escritor y traductor, analiza esta semana en su columna en The New York Review of Books cómo los traductores han ganado notoriedad recientemente gracias a la creación de premios internacionales y congresos, así como a la incorporación de sus nombres a los catálogos editoriales. Sin embargo, en un afán por eliminar a la “Policía de la Traducción” que discierne entre las buenas y las malas traducciones, los editores, jurados y lectores han dejado de leer con atención su trabajo. Una palabra mal seleccionada puede cambiar el sentido de una oración. Y aunque una oración podría ser insignificante dentro de toda la novela, si estos errores se suman, lo que se está leyendo es una obra muy diferente; además, implica que es probable que el traductor se habrá tomado otro tipo de libertades.
¿Qué criterios se deben de seguir para saber que el traductor permaneció fiel al texto original? Toda traducción es interpretación. Si bien algunos traductores consideran que pasar las palabras de una lengua a otra es la mejor manera de rendirle tributo al autor original, otros piensan que lo más importante es conservar el sentido o la idea, aunque las palabras sean otras. El traductor es el encargado de tender puentes entre maneras de ver y vivir la vida. Pero, recuerda Parks, los editores y los lectores deben ser precavidos al acercarse a una traducción, y no perder de vista que es sola una de las tantas posibilidades de interpretación de la obra.
Hace unos meses, Fernanda Melchor relataba en su Twitter cómo sus traductores al holandés, francés y alemán tenían problemas para traducir frases coloquiales que los mexicanos comprenden, pero los extranjeros no:
Mi adorable traductor al holandés me escribe para pedirme que por favor le explique qué quiero decir con "matanga dijo la changa”.
— Fernanda Melchor (@fffmelchor) 29 de agosto de 2018
El traductor no es un agente invisible que solo se hace presente cuando existe un error, parafraseando a Simon Leys, sino un lector que colabora con el autor y que hace accesibles sus historias a otros.
Premios para la novela negra, el periodismo y el cine crítico
El 19 de octubre, el rey Felipe VI y la reina Letizia encabezaron la ceremonia de entrega de los premios Princesa de Asturias 2018, considerados los más relevantes a nivel internacional, después de los Premios Nobel.
El Premio de las Artes fue para el director estadounidense Martin Scorsese, quien durante su discurso expresó su preocupación por la situación actual del cine, en la que se ha eliminado el juicio crítico y se valora más el aspecto comercial que el artístico. El director de Taxi driver animó a los jóvenes a luchar y seguir su luz interior con la frase “El arte resiste”.
La periodista mexicana Alma Guillermoprieto recibió el premio en Comunicación y Humanidades por sus crónicas sobre las guerrillas en América Latina y la lucha contra el narcotráfico en México. Dedicó su premio a los 45 periodistas que han sido asesinados en este año y, en especial, a su amigo Javier Valdéz, quien fue murió baleado en Culiacán. En su discurso destacó la importancia del trabajo de los periodistas, “porque contamos la historia del mundo todos los días. Porque dejamos constancia de lo que otros quieren tapar”.
El Premio de las Letras fue para la novelista francesa Fred Vargas, quien no asistió a la ceremonia por motivos de salud. Vargas es una de las principales exponentes de la novela negra con títulos como Huye rápido, vete lejos y Tiempos de hielo. Al enterarse de que había sido ganadora comentó: “Gracias a este prestigioso galardón, por primera vez, la novela negra entra en el mundo de la literatura”.
Los ganadores del Premio Nacional de Artes y Literatura 2018
El Premio Nacional de Artes y Literatura es el galardón más importante que otorga el gobierno mexicano a los investigadores, docentes, artistas y creadores que han contribuido a la difusión cultural del país en diferentes campos: Lingüística y Literatura; Bellas Artes; Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, y Artes y Tradiciones populares.
En la categoría Lingüística y Literatura, Angelina Muñiz-Huberman fue premiada por sus investigaciones en literatura hispanohebrea medieval, novela neohistórica, estudios de la mística sefaradí en la literatura mexicana y por la creación del género de las seudomemorias. Además, Muñiz-Huberman ha publicado más de 30 libros de cuento, poesía, ensayo y novela. La bailarina, maestra y coreógrafa Rossana Filomarino se llevó el reconocimiento en Bellas Artes porque “ha dedicado su vida a crear, enseñar y luchar para transformar la realidad a través del arte” a lo largo de 50 años de trayectoria ininterrumpida. El antropólogo Salomón Nahmad y Sittón recibió el premio en Historia, Ciencias Sociales y Filosofía por sus investigaciones sobre diversos grupos étnicos y crear los Centros de Investigación Étnica y la Unidad del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social. Mientras que Leonor Farldow Espinoza fue reconocida en el campo Artes y Tradiciones populares por su labor para preservar y difundir las tradiciones del pueblo kiliwa en Baja California. Como parte de su labor de defensa de las lenguas indígenas, colaboró en el Diccionario práctico de la lengua kiliwa.
Chilangos que reconocen a chilangos
En la tercera edición de los Premios Ciudad, capitalinos destacados en sus áreas, como la arquitectura, la literatura, la comunicación, el entretenimiento y la gestión cultural, reconocieron a aquellos proyectos que impactan de manera positiva en la vida de la Ciudad de México y de sus habitantes. Entre las categorías se encuentran Arte escénico, Exposición, Evento, Intervención arquitectónica y Crónicas chilangas.
El premio a Arte escénico se lo llevó el proyecto Teatro en el Parque por montar durante el verano adaptaciones de obras de Shakespeare en la explanada del Museo Tamayo. La mejor exposición o muestra museográfica fue la experiencia audiovisual de Alejandro González Iñárritu y Emmanuel Lubezki, Carne y arena. El mejor evento por su producción, originalidad e impacto social fue la primera entrega de los Premios Metropolitanos de Teatro, que se realizó en agosto. La mención a la mejor Intervención Arquitectónica se la llevó el único parque hídrico del país, La Quebradora. Mientras que la mejor crónica chilanga del año es “Experimentos con chilangos” de Alejandro Arceo, la cual narra los riesgos de las pruebas de medicamentos a las que se someten los capitalinos con el fin de obtener dinero.