Otras posibilidades de ser

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Aurelio Asiain (edición, selección y prólogo)

Japón en Octavio Paz

México, FCE, 2014, 346 pp.

Indagar la otredad a través de Japón en Octavio Paz es fabricar un mapa lector por detrás de sus ensayos, poemas, traducciones y cartas en relación a ese país, así como los testimonios y entrevistas que nos aportan una visión cercana y original sobre su obra y personalidad. Aurelio Asiain (ciudad de México, 1960) nos brinda en este volumen, con tono de historiador, una resolución de enigmas casi detectivesca. Su prólogo –que bien podría ser un libro en sí mismo– ahonda en ese primer contacto entre Paz y la poesía de Tablada. Es ahí donde el poeta encuentra un primer llamado hacia el haiku que dirige su curiosidad al territorio literario de Japón. Pero Asiain no se conforma con esa sola imagen: va más atrás hasta hacer un recorrido por el jardín japonés del abuelo, la correspondencia que Paz mantuvo durante su primera estancia en Japón –poco afortunada, dicho sea de paso, debido a la burocracia mexicana–, la influencia de Tablada, los comentarios sobre el proceso de traducción de Sendas de Oku, la práctica en Europa del renga internacional, y finaliza con la recepción de la obra paciana por parte de diversos pensadores.

El libro se encuentra estructurado de una manera similar. En la primera mitad del volumen aparecen compiladas de forma exhaustiva no solo la obra poética y ensayística de Paz relacionada con la literatura japonesa, sino también la traducción completa de Sendas de Oku, así como de otros poemas japoneses publicados en Versiones y diversiones. La segunda reúne, por un lado, entrevistas realizadas a Paz por parte de críticos, escritores y traductores japoneses (que particularmente tratan temas de literatura japonesa, como el teatro Nō, el haiku y el renga) y, por el otro, una amplia correspondencia. Cierra el libro una peculiar e interesantísima sección de “Comentarios y testimonios”, donde el orientalista Donald Keene, el poeta Makoto Ōoka, varios traductores de Paz y el poeta Paul-Henri Giraud aportan su perspectiva sobre quién fue (es) Octavio Paz para los lectores en Japón y el mundo. De este modo, el libro da un acertado giro y aborda también la importancia que para Japón tuvo Octavio Paz. Este renovado juego de espejos se lo debemos a la labor de investigación histórica de Asiain, a su búsqueda, compilación y en algunos casos traducción de diversas conferencias, publicaciones y simposios.

No es una preocupación menor hablar de la portada de libro, una pintura del siglo XVIII de Yosa Buson, propiedad del Museo de Arte Itsuo en la ciudad de Ōsaka. La ilustración esboza a un hombre dentro de una choza. A un lado, un jardín con entrada de paja enmarca un árbol, mecido por el viento. El hombre asoma por la ventana, a la usanza de Bashō y otros poetas japoneses que buscaron en el viaje y las posadas del camino los detalles del mono no aware (el sentimiento de las cosas, según la interpretación de Paz). El mono no aware significa también el poner atención al instante en cada una de las breves imágenes que nos rodean, un concepto importante para los escritores japoneses. Si de habitar se trata, se habita la choza pero también se habita el mundo de afuera, al avistar por la ventana.

Dice Paz: “El Japón ha dejado de ser una curiosidad artística y cultural: es (¿fue?) otra visión del mundo, distinta a la nuestra pero no mejor ni peor: no un espejo sino una ventana que nos muestra otra imagen del hombre, otra posibilidad de ser.” Asiain considera que esta frase ilustra insuperablemente lo que fue Japón para Paz. Será por esa mirada que en la sección de testimonios dirá Donald Keene que Paz era a la vez “muy mexicano y muy cosmopolita”, mientras que Hayashiya y Takemura comentan que Paz comprendió muy bien a la cultura japonesa y al haiku, pero que al reconstruir en sus versiones la arquitectura de la traducción exploró también una recreación: un mirar hacia afuera. En la escritura del haiku en español Paz exploró universos no sensoriales sino de intelecto, como en: “Esto que digo / son apenas tres líneas / choza de sílabas.” La morada de Bashō, Buson, Mishima y Zeami, la choza del país nipón, se yergue en la senda de la obra de Paz y la lectura de este libro nos aluza en qué puntos coincide o no el pensamiento japonés con el poeta, para revelarnos el habitar de un país en un hombre y viceversa.

Un libro fundamental para comprender la obra de Paz, su sensibilidad y su búsqueda poética. Nos ofrece la materia prima para llegar como lectores a comprender mejor la arquitectura de sus planteamientos, la semilla de sus reflexiones y su actitud frente a cuestiones literarias, políticas y estéticas. Para académicos, críticos y traductores, la lectura de la última sección apuntará especialmente hacia otras miradas sobre su obra. Asiain ha sabido compilar un mapa interno pero también de perspectiva internacional. Su investigación incluye voces que observan al poeta y su obra desde otro canon. También quien selecciona y posiciona elementos en este tipo de volúmenes sigue su mono no aware, su propia curiosidad sobre otras posibilidades de ser. ~

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(Sonora, 1976) es escritora, economista y traductora de poesía japonesa. Su publicación más reciente es el libro microficciones El sonido de las hojas (Cuadrivio,2014).


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