“Soy un escritor social, y no lo veo como algo peyorativo”

Una entrevista con Daniel Ruiz Garcรญa, ganador del premio Tusquets 2016 con la novela La gran ola, una feroz crรญtica a los coachs empresariales.
Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Publicaste tu primera novela, Chatarra, en 1998. En ella ya estaban las caracterรญsticas de tu narrativa: las tragedias sociales, nuestra basura emocional, la sordidez, la fealdadโ€ฆ ยฟQuรฉ te lleva a retratar al mundo asรญ?

No me lo he preguntado nunca y no tengo una respuesta, pero probablemente tenga que ver con la propia pulsiรณn que me lleva a mรญ a escribir. Yo escribo muy arrebatadamente y normalmente por impulsos en relaciรณn con cosas que me producen repugnancia, me repelen. Todos mis libros son muy expresivos y viscerales. Tienen que ver con contar algo como una especie de exorcismo, limpiarme de mis demonios personales.

En Todo estรก bien, publicada por Tusquets hace dos aรฑos, te adentrabas en la corrupciรณn polรญtica, el auge de las redes sociales y  la crisis del periodismo. Leรญ que en esas fechas escribiste en tu blog que, despuรฉs de casos como el de las tarjetas black, resultaba difรญcil concebir historias sobre corrupciรณn mรกs sรณrdidas, miserables y repugnantes que esa. Y, sin embargo, ahรญ estaba la novela.

Igual que en las otras me motivรณ el asco que sentรญa por la situaciรณn de la corrupciรณn polรญtica y la connivencia de los medios en muchos casos con esa corrupciรณn. Y vino tambiรฉn motivada por mi experiencia como consultor de comunicaciรณn donde tuve experiencia de convivir con bastante paisanaje polรญtico. Al final la novela quizรก me saliรณ un poco tarde porque saliรณ justo con la eclosiรณn de los juicios de las black, etc., pero en realidad la idea era bastante anterior

El estilo de tus novelas recuerda a un cierto cine ochentero marginal. Te pongo el ejemplo del cine porque ahora es quizรก difรญcil encontrar novelas tan viscerales como las tuyas, sobre todo publicadas por las grandes editoriales.

Creo que tiene que ver con que hay una postura del escritor que prefiere no enfangarse demasiado porque se considera un espรญritu limpio, y porque hay determinados ambientes que predisponen al escritor a pensar que va a renunciar a algo. Es una cierta pose. Es verdad que ahora tampoco hay una literatura del margen consolidada en editoriales con una buena distribuciรณn. Cuando uno escribe asรญ siempre incurre en el riesgo de que lo encasillen como escritor marginal o escritor de periferia, pero a mรญ es algo que no me incomoda porque siempre he hecho eso. Mi preocupaciรณn para escribir siempre ha sido mi relaciรณn con el entorno y en ese sentido me considero un escritor social y no lo veo como algo peyorativo, aunque es verdad que la literatura social, al menos la espaรฑola, siempre ha sido algo de segunda categorรญa, lo cual es absolutamente injusto. 

En La gran ola, con la que has conseguido el premio Tusquets, abordas el asunto del coaching empresarial y las nuevas dinรกmicas empresariales que hablan tanto de resiliencia, asertividad, etc. ยฟCรณmo se te ocurre esta historia y de dรณnde parte?

Casi toda la materia prima la recojo de la realidad, de las cosas que me cuentan. Por fortuna o por desgracia, yo he tenido bastante contacto con los coach que retrato en la novela. Por circunstancias profesionales me acerquรฉ a ellos y vi que la sustancia intelectual que soportaba todos aquellos discursos buenistas y basados en la positividad, era bastante hueca, con unos mantras e ideas que se acercaban mucho a la estafa. Ahรญ se me afilรณ el colmillo como escritor y entendรญ que aparte de estafadores eran personajes de novela, porque embelesan a la gente. Son un poco como los vendedores de crecepelo del Lejano Oeste. Al final ese fue el resorte: ver que este tipo de personajes son los que estรกn imponiendo sus criterios a las empresas.

Es llamativa la ausencia de sentimientos nobles en los personajes. No hay ninguno que se salve. Como si el mal capitaneara toda nuestra conducta.

El retrato que me ha saliรณ es bastante oscuro. Yo pensaba hacer una novela que hablara sobre la empresa, pero sobre todo que profundizara en la crisis espiritual que estamos viviendo, mรกs grave que la crisis econรณmica. Y para eso tenรญa que recurrir al dibujo de personajes donde la oscuridad estuviera mรกs presente que la luz. Pero es que yo creo que en la vida cotidiana, sobre todo en las circunstancias actuales, donde prima el miedo y hay poco terreno para el hedonismo, es asรญ tambiรฉn.

El coach aparece retratado como una especie de sacerdote. ยฟEs el coaching una nueva religiรณn que busca suplir esta angustia espiritual?

Absolutamente. Recogen la experiencia de los telepredicadores americanos, que son coachs, que venden una espiritualidad con un sentimiento muy religioso. Mรกs que coachs muchas veces son como una especie de sacerdotes que se encargan de limpiar tus pensamientos negativos y llenarte de pensamientos positivos, lo cual es una contradicciรณn en sรญ mismo. Decรญa Hegel que el dolor es constitutivo de la experiencia y cuando se quita la negatividad queda una sensaciรณn de no ser, es decir, de una persona completamente boba y estรบpida, que es lo que abunda mucho en toda esta parroquia que sigue a los coachs. El pensamiento positivo es un pensamiento religioso, un pensamiento mรกgico. En las รฉpocas de oscuridad es cuando proliferรณ la brujerรญa, y esta gente podrรญan ser ahora chamanes con corbata. Imponen el pensamiento mรกgico y si te fijas hay muchos de estos coachs que te hablan de la medicina holรญstica, pseudociencias como la homeopatรญa, la acupunturaโ€ฆ y estas teorรญas un poco descabelladas que acercan al pensamiento mรกgico y lo alejan de la ciencia.

La religiรณn, sin embargo, suele profundizar en sentimientos colectivos, amor al prรณjimo, pero en los mantras del coach predomina el do it yourself. Parecen mรกs cercanos a otra religiรณn: la del individualismo imperante.

Son teorรญas muy orientadas a lo individual y eso tiene que ver mucho con la teorรญa neoliberal. Todo esto que te dicen de salir de la zona de confort al final a lo que te lleva es a una competitividad extrema, pegar codazos y pisar las cabezas que hagan falta para salir de esa zona, ser mรกs dinรกmico y vender mรกs. Y en el caso de las empresas es una especie de individualismo comunal bastante extraรฑo porque lo รบnico que se busca es que todas las personas caminen en la misma direcciรณn, que es la que desea la empresa. Y quien no comulga con eso al final es arrinconado bajo la etiqueta de una persona tรณxica y muchas veces de lo que se trata es de una persona critica con la organizaciรณn y que no comulga con esa direcciรณn unรญvoca de la empresa.

ยฟTe han comentado algo los coach? ยฟHan leรญdo tu novela?

Algunos sรญ. Y sรญ, he tocado las narices, ya te lo digo. Pero claro, yo si escribo para que la gente cierre el libro y se ponga alegremente a leer otra cosaโ€ฆ por lo menos que sea algo que plantee cierto desasosiego y que le toque las narices a gente. Escribir de una manera inofensiva creo que tiene poco sentido, y menos ahora. Yo no soy decorador de interiores, yo soy escritor y escribo cosas con un posicionamiento y cuando te posicionas lรณgicamente tienes que molestar a alguien.  

Ahora que se habla tanto de la posverdadโ€ฆ En tu novela la posverdad parece que llegรณ mucho antes a las empresas.

Sobre todo yo creo que estamos en un momento, como dice Byung-Chul Han en Psicopolรญtica, en el que hemos pasado del Big Brother al Big Data, la imposiciรณn de un modelo silencioso que va calando en el individuo y que bajo la apariencia de libertad le lleva a tomar decisiones que influyen en su comportamiento y en su destino. El coaching es un instrumento que favorece a las estructuras de poder. Estรก envuelto en el papel del celofรกn del buen rollo y la complacencia, pero al final lo que estรก imponiendo es un modelo neoliberal de lo mรกs severo.

Eres periodista. ยฟEstamos fallando los periodistas al no relatar todo esto?

El momento del periodismo es de bastante confusiรณn, mutaciรณn. Hace tiempo que ya se estรกn imponiendo otros modelos donde los que mandan son los bots, los motores de bรบsqueda, la necesidad de conseguir mรกs visitas, y eso estรก provocando un empobrecimiento del lenguaje y de la propia estructura del discurso. Se nos pide a los periodistas que planteemos textos poco reflexivos, frases cortas, titulares que incluyan todas las claves de bรบsquedaโ€ฆ todo muy empobrecedor. Es una carrera del periodismo hacia los nรบmeros dejando de lado, con excepciones muy meritorias, lo cualitativo. En este sentido, por la poca consideraciรณn del periodismo, la novela se ha convertido en un terreno en el que tiene muchas cosas que decir y mucha libertad. La novelรญstica tiene que decir mucho de nuestro tiempo.

ยฟY al lector? Porque, pese a todo, las prรกcticas como el coaching tampoco desaparecen de las empresas.

Sรญ, pero yo creo que con el coaching vivimos en un momento de burbuja, y va a llegar un momento en el que esa burbuja estalle. Estamos llegando a un momento de un coaching extremo como los que practican estos iron man que someten sus cuerpos a lo extremo. Eso tambiรฉn estรก llegando a ciertos coachs que se convierten en una especie de sacerdotes y bueno, es como todo, no hay mercado para tanta gente.

ยฟY hay mercado para novelas de denuncia como la tuya?

Yo valoro que la haya publicado Tusquets porque de alguna manera se estรก posicionando. Es una novela que no es agradable, pero sรญ creo que, de manera un poco romรกntica, la literatura todavรญa tiene el poder de decir cosas y eso hay que aprovecharlo, aunque el poder de influencia de la novela sea cada vez menor. Yo siempre he creรญdo que en la literatura hay espacio para contar las historias que se escapan a la historia oficial. Ese es mi planteamiento, acudir a los mรกrgenes, a las historias que estรกn silenciadas por los vencedores y ponerlas sobre el tapete.

+ posts

es periodista freelance en El Paรญs, El Confidencial y Jotdown.


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: