Esta es la primera pregunta: ¿cuántos judíos deben morir para que dejes de culparnos a nosotros de todo lo que pasa? Porque el sábado, hace dos semanas, mataron a 1.400. ¿Cuántos más necesitas? ¿Diez mil? ¿Seis millones?
Sí, he dicho esto. He hecho referencia al Holocausto. Una falta de tacto, lo sé. Los judíos siempre lo hacen, ¿no es así? Siempre sacan el Holocausto para poder decir que son víctimas. Y no funciona. Seis millones es solo un número para ti. Como 1.400.
A lo mejor el número es una forma de defensa. De esa forma no tienes que pensar en la gente detrás del número. En la abuela a la que mataron con su nieta autista a la que le encantaba Harry Potter.
Así no tienes que pensar en Abigaíl. Ella está allí. Hamás la secuestró y se la llevó a Gaza. ¿Quién secuestra a una niña de 3 años? ¿Qué estarán haciendo con ella? ¿Cómo es posible que haya gente manifestándose contra Abigaíl y a favor de quienes la han secuestrado?
La segunda pregunta es esta: ¿te excusan tus sentimientos de conocer los hechos? Entiendo que sientas el sufrimiento de los palestinos, lo sientes, y es un sentimiento muy fuerte. Pero ¿no tienes el menor interés en los hechos?
¿Sabes, por ejemplo, que Hamás no apoya la solución de los dos Estados? Ellos ni siquiera quieren liberar a Palestina. No son ese tipo de movimiento. Hamás no es un movimiento nacional palestino, los confundes con la Autoridad Palestina.
Las dos organizaciones son enemigos acérrimos. Hamás es una organización radical islamista, como el ISIS. Su objetivo es un califato islámico en todo Oriente Medio, sin judíos, sin personas LGBT, sin cristianos, incluso sin musulmanes moderados.
Y ¿qué decir de las personas LGBT? ¿De verdad no te importa que la gente a la que apoyas ahorque a gays? ¿No les importa a los de ‘Queers for Palestina’ Ahmed Abu Marakhia, un joven palestino que logró escapar a Israel pero fue secuestrado por Hamás, que acabó asesinándolo y mutilándolo?
Según mis cálculos, este es el punto en el que has dejado de leer, porque no vale la pena. Sientes de una forma diferente, y tiene que ser un error lo que estás leyendo, no lo que sientes.
Mis palabras son para ti una manipulación molesta que es mejor ignorar. Estoy seguro de que encontrarás otros hechos que se ajusten mejor a tus sentimientos. Hechos que solo tienen un problema: que no son ciertos.
La razón por la que están disponibles en las redes sociales es que Hamás e Irán pagan una red muy grande de desinformación que se dirige a los algoritmos de la izquierda ultra-progresista.
Eres el tipo de persona que busca en Google ‘derechos trans’ o ‘protesta climática’, y pronto encontrarás su propaganda apareciendo en tu pantalla. Te hará sentir bien, pero yo te recomendaría que averiguaras por qué no hay personas trans en Gaza, ni siquiera una.
Y la tercera pregunta es: ¿Sabes que hay una respuesta muy simple a las dos primeras preguntas? Hay una razón por la que protestas contra nosotros estos días, y, como todo lo demás, viene de los sentimientos.
Porque contradice todo lo que piensas de ti mismo, todo lo que dices de que no te importa la raza, de que te importan la humanidad, los derechos humanos y todo lo demás.
Hay un rasgo más en tu personalidad: eres antisemita. Ya sé que crees que no, pero lo eres.
Yair Lapid es el líder de la oposición de centro progresista en Israel.
Publicación original aquí.
Traducción de Marcel Gascón.