Entrevista a Donald Keene. EvocaciĆ³n de Kazuya Sakai

AƑADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

La literatura japonesa, que a mediados del siglo pasado era muy poco conocida, hoy se lee en todo el mundo. Entre el puƱado de grandes traductores que iniciaron su difusiĆ³n, ninguno tan reconocido como Donald Keene. AdemĆ”s de sus traducciones, sin su obra monumental de historiador, biĆ³grafo, crĆ­tico, cronista y memorialista (en conjunto medio centenar de tĆ­tulos en inglĆ©s y japonĆ©s) y su magisterio en la Universidad de Columbia y otras instituciones, hoy se sabrĆ­a mucho menos de JapĆ³n y su literatura en Occidente. Su labor fructificĆ³ tambiĆ©n fuera del Ć”mbito angloparlante: tuvo lectores y discĆ­pulos en todo el mundo y sus traducciones han sido la base de muchas versiones secundarias.

En AmĆ©rica Latina la literatura japonesa empezĆ³ a circular en la dĆ©cada de 1950. Kazuya Sakai (1927-2001) desempeĆ±Ć³ un papel importante en ese proceso de difusiĆ³n. Tradujo obras clĆ”sicas y contemporĆ”neas, por lo cual se le tenĆ­a en alto aprecio como el Ćŗnico traductor directo del japonĆ©s en un momento en que las traducciones indirectas eran la abrumadora mayorĆ­a. Las primeras versiones directas al espaƱol de capĆ­tulos de El libro de la almohada, La historia de Genji y otros clĆ”sicos son suyas y se publicaron en MĆ©xico en los aƱos setenta. Pero sobre todo llamaron la atenciĆ³n sus versiones de Rashōmon (1954) y Kappa. Los engranajes (1959), de RyÅ«nosuke Akutagawa. Fue jefe de redacciĆ³n y director artĆ­stico de la revista Plural, dirigida por Octavio Paz, donde tambiĆ©n practicĆ³ la crĆ­tica de arte y mĆŗsica. En MĆ©xico dirigiĆ³ los estudios de jĆ³venes especialistas en cultura japonesa, tuvo un programa de radio sobre jazz, desarrollĆ³ su obra de pintor y publicĆ³ libros como JapĆ³n. Hacia una nueva literatura (1968) e IntroducciĆ³n al Noh. Teatro clĆ”sico japonĆ©s (1968).

La literatura japonesa vinculĆ³ a Sakai con Keene y Paz, y la amistad de los tres fue muy fructĆ­fera. En enero de 2016, tuve la fortuna de entrevistar a Keene en su casa de Tokio. HablĆ³ de las traducciones de literatura japonesa en AmĆ©rica Latina y de sus relaciones con Sakai y Paz. Lamento profundamente su fallecimiento el pasado 24 de febrero, a los 96 aƱos, y quisiera expresar mi sincera condolencia a su familia.

Quisiera hablar de los lazos de amistad y traducciĆ³n que acercaron a los hispanohablantes a la literatura japonesa. ĀæCĆ³mo conociĆ³ a Octavio Paz?

No me acuerdo bien, pero creo que fue a travĆ©s de un amigo comĆŗn: Faubion Bowers. Fue muy conocido en JapĆ³n. Era militar, y en la posguerra tuvo una relaciĆ³n muy profunda con el teatro Kabuki. En esa Ć©poca estaba prohibido [montar] obras que se juzgaban militaristas, pero Ć©l se empeĆ±Ć³ y logrĆ³ que se representara ChÅ«shingura.

((Es una obra teatral que se basa en la historia de 47 rōnin. Borges escribiĆ³ un cuento sobre este tema: ā€œEl incivil maestro de ceremonias KotsukĆ© no SukĆ©ā€ (en Historia universal de la infamia, 1935).
))

Octavio Paz estuvo en Tokio [en 1952, como segundo secretario al frente de la Embajada de MĆ©xico, encargado de negocios]. No hablaba nada de japonĆ©s pero tenĆ­a mucho interĆ©s en la literatura y la cultura de JapĆ³n. Luego [en 1954 en MĆ©xico] conociĆ³ a Eikichi Hayashiya, un diplomĆ”tico japonĆ©s, con el que tradujo Sendas de Oku. En esos aƱos yo trabajaba en la segunda traducciĆ³n inglesa. QuizĆ” Bowers me presentĆ³ a Octavio porque a los dos nos interesaba Sendas de Oku.

Pronto hice amistad con Octavio y colaboramos en muchas cosas. Ɖl estuvo en Nueva York con su esposa y su hija [en 1956]. Aunque no le preguntĆ© en particular por Sendas de Oku, le regalĆ© mi traducciĆ³n al inglĆ©s. No sĆ© cuĆ”nto le habrĆ” ayudado. Creo que la traducciĆ³n de Hayashiya era exacta. Pero Octavio no podĆ­a corregirla al espaƱol adecuadamente, me imagino que por eso leĆ­a mi traducciĆ³n al inglĆ©s y proponĆ­a que tal o cual soluciĆ³n serĆ­a mĆ”s interesante. SonarĆ” extraƱo que lo diga yo, pero Octavio apreciaba mucho otro libro mĆ­o, Japanese literature. An introduction for Western readers (1953), que publiquĆ© en Inglaterra y despuĆ©s en Estados Unidos. En cualquier caso, hablamos mucho. Para mĆ­ era un placer hablar con Ć©l, ya que Octavio tenĆ­a un interĆ©s muy profundo en la literatura japonesa.

Poco despuĆ©s de la traducciĆ³n de Sendas de Oku de Paz y Hayashiya apareciĆ³ el nĆŗmero especial de la revista Sur, en el que usted participĆ³ y que incluĆ­a dos traducciones de Sakai: Kesa y Moritō, de RyÅ«nosuke Akutagawa, y El tambor de Damasco de Yukio Mishima. ĀæPor quĆ© se dedicĆ³ aquel nĆŗmero a la literatura moderna?

No puedo decirlo con exactitud. Vi a Victoria Ocampo [fundadora de la revista] una sola vez. Hubiera querido verla de nuevo pero siempre estaba rodeada de gente y me pareciĆ³ imposible. Era una persona muy importante. Tal vez fue JosĆ© Bianco quien me dijo que la revista Sur iba a publicar literatura japonesa y me pidiĆ³ por primera vez que seleccionara algunas obras para que Ć©l pudiera traducirlas al espaƱol. Yo habĆ­a publicado poco antes Modern Japanese literature. An anthology (1956) y utilicĆ© la mayor parte de ese libro para Sur.

ĀæEntonces usted decidiĆ³ casi solo la selecciĆ³n del nĆŗmero especial de Sur?

Es lo que recuerdo, pero habrĆ­a que ver lo que dicen otros. Entonces yo era todavĆ­a joven, y dos libros mĆ­os, el que acabo de mencionar y Anthology of Japanese literature (1955), habĆ­an tenido un gran Ć©xito. La primera ediciĆ³n fue de solo dos mil ejemplares, pues pensaban que nunca se agotarĆ­an; la Japan Society de Nueva York iba a comprar los sobrantes. Pero los dos libros salieron en agosto y para la Navidad ya se habĆ­an agotado. Ocurre que no habĆ­a libros semejantes. AdemĆ”s, la Segunda Guerra Mundial habĆ­a terminado, y el arte y la cultura de JapĆ³n tenĆ­an mucha demanda. Los tesoros nacionales y las pelĆ­culas de JapĆ³n, en particular, se exhibĆ­an en todas partes en Estados Unidos. Hasta entonces muchos creĆ­an que el arte japonĆ©s era imitaciĆ³n del chino. Pero la verdad es que quien ha visto los tesoros nacionales de JapĆ³n no puede decir esas cosas y comprende que son maravillosos. En fin: Anthology of Japanese literature y Modern Japanese literature. An anthology tuvieron muy buena acogida y aĆŗn siguen vendiĆ©ndose. No hay libros parecidos. Yo tuve buena suerte y ciertamente Octavio Paz los habĆ­a leĆ­do.

ĀæCĆ³mo conociĆ³ usted a Kazuya Sakai?

En 1963 fue a visitarme a mi casa en Nueva York. Enseguida nos hicimos amigos. Ɖl todavĆ­a no conocĆ­a a Octavio Paz. Yo los presentĆ©. Como usted sabe, Sakai naciĆ³ en Argentina y recibiĆ³ la mayor parte de su educaciĆ³n en JapĆ³n. Luego volviĆ³ a Argentina, se casĆ³ y su esposa le enseĆ±Ć³ espaƱol. Sakai hablaba espaƱol cuando era niƱo pero en JapĆ³n no lo usaba. Su esposa hablaba un espaƱol muy claro y lo hizo recuperar la lengua. La siguiente vez que me visitĆ³ llegĆ³ con ella.

Usted ha relatado que la vez que se conocieron hubo cierta tensiĆ³n entre Sakai y Paz, pero con el tiempo se hicieron buenos amigos.

Creo que poco antes Sakai habĆ­a traducido parte de El libro de la almohada, de Sei Shōnagon, y Octavio no hablaba bien de esa traducciĆ³n, porque le parecĆ­a que el tĆ­tulo era inadecuado. El tĆ­tulo original es Makura no sōshi. El japonĆ©s makura significa literalmente almohada. Paz decĆ­a que no debĆ­a ser ā€œel libro de la almohadaā€, traducciĆ³n literal, sino ā€œlibro de cabeceraā€, livre de chevet en francĆ©s. Mi opiniĆ³n es que El libro de la almohada es una traducciĆ³n correcta.

Pero eso ocurriĆ³ solo al comienzo. Paz empezĆ³ a ver a Sakai como un hombre afable y a entenderlo y fueron haciĆ©ndose amigos. Cuando se fundĆ³ Plural, Sakai [se encargĆ³ del diseƱo y luego fue jefe de redacciĆ³n, aunque] no era muy conocido como literato en MĆ©xico. AsĆ­ cobrĆ³ presencia en el paĆ­s. Al mismo tiempo, pintaba. Poco a poco su obra se puso de moda. Fue muy apreciado como pintor.

Sakai enseĆ±Ć³ literatura japonesa en El Colegio de MĆ©xico a partir de 1964. Usted dio ahĆ­ una conferencia en 1967 y un curso de un mes sobre literatura japonesa en 1969.

Entonces yo podĆ­a leer espaƱol aunque no hablarlo. Preparaba en inglĆ©s mis notas para el curso y una argentina las traducĆ­a. Si habĆ­a preguntas, yo contestaba en inglĆ©s, aunque podĆ­a entender. En esa Ć©poca MĆ©xico era el Ćŗnico lugar en el mundo hispano donde se enseƱaba japonĆ©s. Cubanos, argentinos… todos iban a MĆ©xico.

En 1959 Sakai tradujo La mujer del abanico. Seis piezas de teatro Noh moderno, de Yukio Mishima, un libro que usted tambiƩn habƭa traducido.

Mi traducciĆ³n al inglĆ©s es anterior. Primero le propuse a Mishima traducir ā€œHanjoā€, que habĆ­a publicado la revista Bungei. Al principio una editorial de primera categorĆ­a en Nueva York considerĆ³ que no podrĆ­a venderse. Pero al leer ā€œSotoba Komachiā€ cambiĆ³ de opiniĆ³n.

Sakai hizo amistad con Mishima. ĀæSe vieron los tres?

No lo recuerdo, pero sĆ­ coincidimos con Kōbō Abe.

ĀæUsted los presentĆ³?

No lo creo. ConocĆ­ a Abe en Nueva York, durante las Olimpiadas. Tuvo muy mala impresiĆ³n de mĆ­. PensĆ³ que estaba en drogas o algo asĆ­. Yo habĆ­a vuelto de JapĆ³n a Estados Unidos y me pesaba el desfase horario. Abe era mĆ©dico y al verme andar juzgĆ³ que estaba mal y no tuvo ganas de verme.

Me llevaba bien con Kenzaburō Ōe y fuimos a comer los tres. Desde entonces Abe y yo nos hicimos muy amigos. DespuĆ©s del suicidio de Mishima, fue con Abe con quien tuve mejor relaciĆ³n entre los escritores japoneses.

Creo que Sakai sentĆ­a simpatĆ­a por Abe, quien tenĆ­a dos patrias, Manchuria y JapĆ³n, y no se apegaba a ninguna. Una situaciĆ³n que tambiĆ©n experimentĆ³ Sakai.

Un dƭa me dijo que la ley argentina le impedƭa usar el nombre Kazuya y lo obligaba a adoptar un nombre espaƱol.

De 1950 a 1953 usĆ³ el nombre de Roberto para publicar sus traducciones de literatura latinoamericana en un periĆ³dico de la comunidad japonesa, pero a partir de 1954 usĆ³ su nombre en japonĆ©s.

Roberto, sƭ. Al parecer eso le molestaba mucho. Pero tenƭa hƔbitos argentinos. Por ejemplo, besaba la mano de las mujeres. No lo hacen en MƩxico ni en Estados Unidos. Pero Argentina es un paƭs europeizado, por eso lo hacƭa, como forma de cortesƭa.

ĀæHabĆ­a algo de Sakai que pareciera muy japonĆ©s?

He vivido en JapĆ³n mucho tiempo y tengo muchos conocidos japoneses, de ahĆ­ que mi percepciĆ³n de lo que es tĆ­picamente japonĆ©s no sea la de otros estadounidenses. Pero una vez ocurriĆ³ que Ć©l estaba en Nueva York, no tenĆ­a dĆ³nde alojarse, en mi casa habĆ­a una habitaciĆ³n y Ć©l la tomĆ³. Y todas las noches salĆ­a.

Cuando usted y Sakai hablaban, Āælo hacĆ­an principalmente en japonĆ©s?

Sƭ. Normalmente hablaba en espaƱol con su esposa, pero a veces yo no entendƭa y hablaban en japonƩs. No me acuerdo que entre ellos hablaran japonƩs. Lo hacƭan por mƭ. Para mƭ es mucho mƔs fƔcil entender japonƩs que espaƱol.

Y en presencia de Octavio Paz hablaban en espaƱol. Cambiaban de idioma dependiendo de la situaciĆ³n.

AsĆ­ es. Ɖl podĆ­a hacerlo. Yo solo estudiĆ© espaƱol dos aƱos y despuĆ©s no lo usĆ© mucho tiempo. Por eso escuchaba con dificultad y si se reunĆ­an espaƱoles debĆ­a esforzarme para entender. Hasta donde escuchĆ©, Sakai hablaba completamente igual a los mexicanos. Su espaƱol no era argentino, sino mexicano.

Como traductor de literatura japonesa, Sakai estaba atento a las tendencias de los estudios en lengua inglesa, sobre todo los de Estados Unidos. ĀæAlguna vez le aconsejĆ³ quĆ© obras japonesas traducir?

Cuando yo traducĆ­a, nunca hablĆ© con Ć©l sobre ese tema: cuĆ”l serĆ­a interesante o quĆ© tipo de libro serĆ­a bueno publicar en espaƱol, y esas cosas. TambiĆ©n le interesaba un poco el inglĆ©s. Le gustaba la palabra ā€œGunā€. Y durante algĆŗn tiempo titulĆ³ sus pinturas abstractas con la palabra ā€œGunā€.

Tradujo Los engranajes de Akutagawa en 1959, incluso antes de que apareciera en inglĆ©s. Creo que es una elecciĆ³n muy avanzada para Argentina, donde la literatura japonesa era casi desconocida en esa Ć©poca. ĀæQuĆ© opina usted?

Supongo que al leer el original japonĆ©s, lo admirĆ³ y buscĆ³ si habĆ­a la traducciĆ³n inglesa. Como no habĆ­a, pensĆ³ que iba a ser pionero.

Supongo que entonces era excepcional que alguien tradujera directamente del japonƩs al espaƱol.

No habĆ­a otros. El espaƱol era realmente el Ćŗltimo dentro de los paĆ­ses europeos.

Todavƭa son frecuentes las traducciones indirectas al espaƱol.

Lo mismo pasa en Italia. Los estudiantes de japonƩs tienen que estudiar antes inglƩs.

En una carta, usted le aconseja a Sakai solicitar una subvenciĆ³n para la traducciĆ³n de La historia de Genji, de Murasaki Shikibu. Sakai publicĆ³ un fragmento en Plural pero no logrĆ³ traducir otros capĆ­tulos. ĀæTenĆ­a intenciĆ³n de traducir todo el libro?

En aquella Ć©poca yo tenĆ­a buena relaciĆ³n con la editorial Chūōkōron-sha. El presidente de la compaƱƭa era muy amigo mĆ­o y a la editorial le iba muy bien. La colecciĆ³n de obras era redituable, asĆ­ que le pedĆ­ que le prestaran dinero a Sakai para la traducciĆ³n al espaƱol. El presidente, Hōji Shimanaka, lo pensĆ³. SerĆ­a un trabajo de aƱos y necesitarĆ­a mucho dinero. Al final no se pudo.

ĀæIntentĆ³ Sakai traducir a otros escritores, otras obras?

Solo La historia de Genji. Realmente querĆ­a emprenderla.

ĀæCuĆ”l es la vigencia del trabajo de Sakai como traductor de literatura japonesa?

Sakai hizo trabajos de primordial importancia en una Ʃpoca en que todos los que estudiaban japonƩs en El Colegio de MƩxico lo aprendƭan del inglƩs. Aunque en MƩxico hay muchos descendientes japoneses, no habƭa nadie mƔs que enseƱara ahƭ salvo Sakai. Me imagino que era muy duro para ellos.

A pesar de que el mundo estĆ” empeorando, en general hay cosas buenas. En el aniversario de los mil aƱos de La historia de Genji participĆ³ gente de todas partes. Los mongoles, los birmanos, personas de todos los paĆ­ses leen La historia de Genji. Le cuento mi experiencia. Yo viajaba el AtlĆ”ntico por crucero. Hicimos escala en Madeira, islas coloniales de Portugal. Justo era un dĆ­a de fiesta. HabĆ­a una serie de tiendas pequeƱas. Y ahĆ­ estaba una librerĆ­a. EntrĆ© para saber quĆ© venderĆ­a, y encontrĆ© libros colocados como una pirĆ”mide. La cumbre de la pirĆ”mide era La historia de Genji. Al verla me puse muy feliz. ~

Agradezco a Aurelio Asiain su ayuda con la versiĆ³n al espaƱol de esta entrevista y el apoyo de Grant-in-Aid for jsps Fellows.

La versiĆ³n original en japonĆ©s, mĆ”s extensa, se publicĆ³ en Journal for Japanese Studies.

1*

+ posts

Es becaria de investigaciĆ³n posdoctoral del Japan Society for the Promotion of Science, en la Universidad
de Tokio.


    × Ā 

    Selecciona el paĆ­s o regiĆ³n donde quieres recibir tu revista:

    Ā  Ā  Ā