AMOR
Las cosas que amé eran muy endebles. Demasiado frágiles. Lo ignoraba. Pensé que eran indestructibles. No lo eran. [5]
AURORA
Partieron con una aurora escarlata donde la unión de cielo y tierra era como el filo de una cuchilla. A lo lejos oscuros y pequeños archipiélagos de nubes y el vasto universo de arena y de matojos punteados en el vacío sin márgenes en donde aquellos islotes azules temblaban y la tierra se volvía incierta, seriamente sesgada y virando entre matices de rosa para desaparecer en la oscuridad más allá del alba hasta el último rebajo del espacio. [3]
BAILE
Sólo el hombre que se ha ofrecido enteramente a la sangre de la guerra, que ha estado en el fondo del hoyo y ha visto toda suerte de horrores y comprendido por fin que la guerra habla a lo más íntimo de su corazón, sólo ese hombre es capaz de bailar. [3]
BESTIA
Bajo sus retazos de pelleja seca las corrugadas carcasas del ganado parecían los pecios de embarcaciones primitivas zozobradas en aquel vacío sin playa y pasaron lívidos y austeros junto a las negras formas disecadas de caballos y de mulas que algún viajero había vuelto a poner de pie. Estas bestias agostadas habían muerto en la arena con el pescuezo estirado por la angustia y ahora erectas y ciegas y al sesgo con tiras de cuero renegrido colgando de sus costillares estaban allí inclinadas gritando con sus largas bocas a los soles que se sucedían sobre ellas. [3]
CABALLO
En su sueño podía oír los caballos caminando entre las rocas y podía oírlos beber en la oscuridad de los charcos poco profundos donde las piedras eran suaves y rectilíneas como las piedras de antiguas ruinas y el agua goteaba de sus hocicos y sonaba como agua goteando en un pozo y en su sueño vio caballos y los caballos de su sueño se movían gravemente entre las piedras inclinadas como caballos llegados a un paraje antiguo donde había fallado una ordenación del mundo y si se había escrito algo sobre las piedras, la intemperie se lo había llevado y los caballos eran cautelosos y se movían con gran circunspección, pues llevaban en su sangre el recuerdo de este y otros lugares donde en un tiempo hubo caballos y volvería a haberlos. [4]
CÁRCEL
El que vive de hacer algo que antes o después lo puede llevar a la cárcel ha de cobrar por la cárcel, ha de cobrar por adelantado no sólo por el tiempo que ha estado quebrantando la ley sino por el tiempo que tendrá que pasar en prisión cuando lo pesquen. [1]
CARNE
He visto a los vaqueros […] cortar un añojo tan fino que podías ver a través de la carne. Lo deshuesaban casi en una sola tira larga. Colgaban la carne de palos alrededor del fuego como si fuera ropa tendida y si te acercabas por la noche no sabías qué era. Era como mirar a través de algo y ver su corazón. [4]
CICATRIZ
Las cicatrices tienen el extraño poder de recordarnos que nuestro pasado es real. Los sucesos que las causan no se pueden olvidar nunca. [4]
CONFÍN
Por toda la región se sucedían los gemidos y ladridos de los lobos hambrientos y hacia el norte los relámpagos callados remedaban una lira rota sobre el oscuro confín del mundo. El aire olía a lluvia pero no llovió y las carretas pasaron en la noche cargadas de huesos como barcos oscuros y pudo oler los bueyes y oír su respiración. El acre olor de las osamentas lo invadía todo. [3]
DEGENERACIÓN
Si Dios pretendiera interferir en la degeneración del género humano, ¿no lo habría hecho ya? Los lobos se matan selectivamente. ¿Qué otra especie podría hacerlo? ¿Acaso la raza humana no es más depredadora aún? El mundo nace y florece y muere pero en los asuntos de los hombres no hay mengua, el mediodía de su expresión señala el inicio de la noche. Su espíritu cae rendido en el apogeo de sus logros. Su meridiano es a un tiempo su declive y la tarde de su día. [3]
DESIERTO
Cuando en el desierto no quedan ni los huesos, los sueños te hablan y ya no te despiertas nunca. [3]
DESTINO
Cada hombre busca su propio destino y el de nadie más […] Lo quiera o no. Aunque uno pudiera descubrir su destino y elegir en consecuencia un rumbo opuesto sólo llegaría fatalmente al mismo resultado y en el momento previsto, pues el destino de cada uno de nosotros es tan grande como el mundo en que habita y contiene en sí mismo todos sus opuestos. [3]
DESTRUCCIÓN
A su alrededor los muertos yacían con los cráneos como pólipos húmedos y azulados o como melones luminiscentes al fresco de una meseta lunar. En días sucesivos los frágiles jeroglíficos de sangre oscura inscritos en aquellas arenas se agrietarían y desmenuzarían de modo que en el decurso de unos soles todo rastro de la destrucción de aquel pueblo quedaría borrado. El viento del desierto salaría las ruinas y no quedaría nada, ni fantasma ni amanuense, para contar al peregrino que en este lugar vivía gente y en este mismo lugar fueron asesinados. [3]
DIOS
Si daba gracias a algún dios lo hacía en un momento inoportuno porque la región no había dicho aún la última palabra. [3]
ENEMIGO
Debemos saber quiénes son nuestros enemigos. He conocido a gente que se ha pasado la vida alimentando un odio hacia fantasmas y no era feliz. [4]
ESPERANZA
Balanceándose calladamente en su mecedora tenía la apariencia de alguien empeñado en una lúgubre y tenaz tarea cuya única herramienta verosímil era la esperanza. Ni siquiera la paciencia. Como si tal vez en un futuro incierto la propia mecedora pudiera levantarse y llevársela a la gloria, con ella allí sentada totalmente serena y los pies metidos quizá bajo el travesaño, la falda desplegada a su alrededor. [1]
ESTRELLA
Vio salir [a los murciélagos] de la oscuridad del túnel y ascender a través del agujero que hay en lo alto, revoloteando de un modo salvaje en la ceniza y el humo como si fueran almas que subían del Hades. Cuando se fueron, observó hordas de estrellas frías esparcidas por el agujero del humo y se preguntó de qué material estarían hechas, o de qué estaba hecho él. [2]
EXTRAÑEZA
Si bien el mundo albergaba muchos misterios, los límites de ese mundo no eran nada misteriosos, pues carecía de medida o lindero y contenía en él criaturas más horribles aún y hombres de otros colores y seres que ningún hombre había visto, sin embargo nada de ello más extraño de lo que sus propios corazones lo eran dentro de ellos, pese a toda la soledad y todas las fieras. [3]
GALLO
A medida que se acercaba a la ciudad podía oír el canto de los gallos. Quizá sentían un alivio en la oscuridad de la noche que el viajero no podía percibir, aunque permaneciera vigilante al este. Quizá un frescor en el aire. A lo largo y ancho de toda esta tierra dormida cantaban y se respondían los unos a los otros. Como en los viejos tiempos, así ocurría ahora. Como en otros lugares, lo mismo ocurría aquí. [2]
GNOMON
Cuando salió el sol el chaval estaba dormido bajo el esqueleto todavía humeante de una rama renegrida. La tormenta había avanzado hacia el sur y el cielo nuevo era puro y azul y la espiral de humo del árbol quemado se elevaba verticalmente en el quieto amanecer como un esbelto gnomon señalando la hora con su peculiar sombra palpitante sobre la faz de un territorio que carecía de otra referencia. [3]
HERENCIA
Es sobre la muerte del padre sobre lo que el hijo tiene derechos y esa es su herencia, mucho más que sus bienes. [3]
HEROÍSMO
Hacer sólo lo que se supone que debes hacer no te convierte en héroe. [5]
HISTORIA
Se considera cierto que quienes no conocen la historia están condenados a repetirla. Yo no creo que su conocimiento pueda salvarnos. Lo constante en la historia es la codicia, la necedad y una avidez de sangre que incluso Dios (que sabe todo cuanto puede saberse) parece impotente para cambiar. [4]
HOMBRE
¿Cree que la gente de entonces era más miserable que la de hoy?, preguntó el ayudante.
El viejo estaba mirando con detenimiento el pueblo inundado.
No, contestó, no lo creo. Creo que el hombre sigue siendo el mismo desde el día en que Dios hizo al primero. [2]
HONOR
No hay perdón. Para las mujeres. Un hombre puede perder su honor y reconquistarlo. Pero una mujer no puede. No puede. [4]
INMORTALIDAD
Él no duerme nunca, dice. Dice que nunca morirá. Saluda a los violinistas y luego recula y echa atrás la cabeza y ríe desde lo hondo de su garganta y es el favorito de todos, el juez. Agita su sombrero y el domo lunar de su cráneo luce pálido bajo las lámparas y luego gira y gira y se apodera de uno de los violines y hace una pirueta y luego un paso, dos pasos, bailando y tocando. Sus pies son ágiles y ligeros. Él nunca duerme. Dice que no morirá nunca. Baila a la luz y a la sombra y es el favorito de todos. No duerme nunca, el juez. Está bailando, bailando. Dice que nunca morirá. [3]
INVIERNO
Cuando la nieve se deshace en el bosque, las huellas del invierno vuelven a aparecer en esbeltos pedestales y la nieve revela en palimpsesto viejas correrías enterradas, luchas, escenas de muerte. Cuentos de invierno sacados a la luz de nuevo como si el tiempo hubiera vuelto atrás siguiendo sus pasos. [2]
IRA
La ira de Dios está dormida. Estuvo oculta un millón de años antes de que el hombre existiera y sólo el hombre tiene el poder de despertarla. En el infierno hay sitio de sobra. [3]
LEJANÍA
Miraba hacia lo lejos, más allá del saber del hombre, allí donde las estrellas se ahogan y las ballenas transportan su alma inmensa por el negro mar inconsútil. [3]
LIBRO
Lo que ha de ser no se desvía ni una pizca del libro en que está escrito. ¿Cómo podría? Sería un libro falso, y un libro falso no es libro ni es nada […] Esté o no esté en mi libro, cada hombre reside temporalmente en su prójimo y este en aquel y así sucesivamente en una infinita cadena de ser y de testigo hasta los más remotos confines del mundo. [3]
LLANTO
Cuando los corderos se pierden en el monte […] se les oye llorar. Unas veces acude la madre. Otras el lobo. [3]
LLUVIA
En la quietud de su somera respiración nocturna el bosque no albergaba otro sonido que el de la lluvia, la trayectoria de las gotas en una rama, su mesurada caída en la rebalsa de una hoja. Con hierba en la boca el viejo se incorporó y miró a su alrededor, oyó la voz mendicante de la lluvia, salmodiando quedamente en esa oscura nigromancia que invita a la tierra a su desposorio. [1]
MAL
El mal es algo que traes contigo mismo. Principalmente por desear lo que se supone que no debes tener. [5]
MEXICANO
El mexicano no cree que un coche pueda ser bueno o malo. Si hay algo malo en el coche, sabe que destrozándolo no consigue nada. Porque sabe dónde tienen su hogar el bien y el mal. El anglosajón cree a su extraño modo que el mexicano es supersticioso […] El mal es algo verdadero en México. Camina sobre sus propios pies. Quizá algún día vendrá a visitarte. Quizá ya lo ha hecho. [4]
MUERTE
Este es un sitio horrible para morir.
Dime uno que no lo sea. [3]
MUNDO
El hombre que cree que los secretos del mundo están ocultos para siempre vive inmerso en el misterio y el miedo. La superstición acabará con él. La lluvia erosionará los actos de su vida. Pero el hombre que se impone la tarea de reconocer el hilo conductor del orden de entre el tapiz habrá asumido por esa sola decisión la responsabilidad del mundo y es sólo mediante esa asunción que producirá el modo de dictar los términos de su propio destino. [3]
NAVIDAD
Quizá los cumpleaños son peligrosos. Como la Navidad. Adornos que cuelgan de los árboles, guirnaldas en las puertas, cadáveres en las salidas de vapor de todo Estados Unidos. [5]
ORDEN
El orden que observamos en la creación es el que nosotros le hemos puesto, como un hilo en el laberinto, para no extraviarnos. [3]
OSCURIDAD
Preguntaste de qué soy maestro. Soy maestro de la oscuridad. La noche con piel de día. [5]
PALABRA
Las palabras son objetos. De las palabras que él detenta no se le puede despojar. El poderío de esas palabras trasciende el desconocimiento que él tiene de su significado. [3]
PARENTESCO
La mirada deduce el todo en base a un rasgo o una parte y aquí todo era igual de luminoso y todo atezado por igual de sombra y en la democracia óptica de tales paisajes toda preferencia se vuelve caprichosa y hombre y roca terminan por asumir parentescos insospechados. [3]
PECADOR
Es posible que haya habido pecadores tan rematadamente malos que el fuego del infierno los expulsara de su seno y no me cuesta imaginar que en tiempos pasados fueron pequeños diablos los que traspasaron con sus horcas ese vómito incandescente a fin de recuperar aquellas almas que por error habían sido escupidas de su lugar de condenación hacia los confines del mundo. [3]
PERRO
Los perros se despeñaban histéricos montaña abajo, mientras la nieve explotaba a medida que descendían. Cuando se zambulleron de golpe en el agua humearon como si fueran piedras al rojo vivo y cuando salieron de la maleza a la llanura aparecieron en forma de nubes blanquecinas de vapor. [2]
PUERTA
Renuncias al mundo línea por línea. Con estoicismo. Y entonces un día descubres que tu valor es una farsa. No significa nada. Te has vuelto cómplice de tu propia aniquilación y no hay nada que puedas hacer. Cada cosa que llevas a cabo cierra una puerta delante de ti. Y al final queda una sola puerta. [5]
RESPONSABILIDAD
No es que no crea en [el destino]. No estoy de acuerdo con su designación. Si el destino es la ley, ¿está entonces el destino también sujeto a esa ley? En un momento dado no podemos evitar la mención de la responsabilidad. Está en nuestra naturaleza. A veces creo que todos somos como aquel acuñador miope ante su prensa, tomando las monedas de la bandeja, una por una, todos entregados tan celosamente a nuestro trabajo, resueltos a que ni siquiera el caos esté al margen de nuestra actividad. [4]
SENTIDO
La furia es realmente sólo para los días buenos. La verdad es que queda poca. La verdad es que las formas que veo han sido vaciadas despacio. Carecen ya de todo contenido. Son simples siluetas. Un tren, una pared, un mundo. O un hombre. Una cosa absurda, desarticulada, que cuelga sobre un vacío aullador. No hay sentido para esta vida. Ni para sus palabras. [5]
SIGNIFICADO
[Las cosas] no significan nada. Todo lo que sucede no significa algo más. [5]
SILBIDO
Mientras yacía despierto en medio de la oscuridad de la cueva le pareció oír un silbido como cuando era niño y estaba en la cama a oscuras y oía a su padre volver por la carretera silbando, un gaitero solitario; pero el único sonido era el del riachuelo que fluía a través de la cueva para ir a desembocar, quizá, a mares desconocidos del centro de la tierra. [2]
SILUETA
Iban los dos desnudos y se aproximaban en el amanecer del desierto como seres de una especie poco más que tangencial al resto del mundo, sus siluetas repentinamente claras y luego fugitivas debido a la extrañeza de la misma luz. Como objetos cuya propia premonición vuelve ambiguos. Como cosas tan cargadas de significado que sus formas aparecen desdibujadas. [3]
SOBERANÍA
Estas criaturas anónimas […] pueden parecer insignificantes en la inmensidad del mundo. Y sin embargo hasta la más pequeña miga puede devorarnos. La cosa más insignificante debajo de esa roca ajena al saber del hombre. Sólo la naturaleza puede esclavizarnos y sólo cuando la existencia de toda entidad última haya sido descubierta y expuesta en su desnudez ante el hombre podrá este considerarse soberano de la tierra. [3]
SÚCUBO
Estaba tumbada justo como la había dejado y estaba fría y acartonada por la muerte […] Se la echó a los hombros y comenzó a caminar como pudo. Mientras se escabullía montaña abajo con esa cosa sobre la espalda, parecía un hombre acosado por un súcubo espectral; la chica muerta lo montaba rodeándolo con las piernas, a horcajadas, como si fuera una rana espantosa. [2]
SUEÑO
Los sueños tienen una larga vida. Ahora sueño cosas que ya soñaba de muchacha. Tienen una extraña duración para ser algo no del todo real. [4]
UNIÓN
Lo que une a los hombres […] no es compartir el pan sino los enemigos. [3]
VACÍO
Aunque todos y cada uno de ellos eran distintos entre sí, conjuntamente formaban una cosa que no existía antes y había en aquella su alma comunitaria vacíos apenas concebibles, como esas regiones dejadas en blanco de los mapas antiguos en donde habitan monstruos y donde no hay del mundo conocido otra cosa que vientos conjeturales. [3]
VEJEZ
Cuando te haces viejo […] descubres que hay un montón de cosas de las que puedes prescindir y así ya no has de preocuparte de esas cosas como hacen los jóvenes […] Se diría que uno se merece un descanso cuando llega a viejo pero luego descubres que has de hacer ciertas cosas porque si no es así nadie se ocupa de ellas. Como si eso pudiera hacerlas desaparecer. [1] ~
Las citas fueron tomadas de los siguientes libros de Cormac McCarthy:
[1] El guardián del vergel, Debate, 2000, traducción de Luis Murillo Fort.
[2] Hijo de Dios, Debate, 2001, traducción de Pedro Ferrández Aranda.
[3] Meridiano de sangre, Debate, 2001, traducción de Luis Murillo Fort.
[4] Unos caballos muy lindos, Seix Barral, 1992, traducción de Pilar Giralt Gorina.
[5] The Sunset Limited, Vintage Books, 2006, traducciones de Mauricio Montiel Figueiras.
(Guadalajara, 1968) es narrador y ensayista.