Nunca lo hablamos
Se empezó a establecer entre nosotros una distancia
que implicaba paciencia y pena.
Nos deslizamos por el living entre juguetes,
pañales y leche en polvo.
“Mi madre y tu madre son mujeres excepcionales.
Te das cuenta la suerte que tenemos.”
No hay dudas: el mejor dulce de higos
es el que hace tu abuela con estoicismo de monja.
En la mesa, miras a tu padre y a tus hermanas mayores.
Les susurras a tus cuñados. Te ríes con ellos.
Por lejos eres la más encantadora.
De vuelta vienes abrazada a los niños.
Duermen mientras manejo por las calles frías.
Es domingo por la noche. ~
Hotel
Nos entregaron una habitación impecable:
camas amplias, dos clósets, baño con tina,
refrigerador y un balcón para tomar aire.
“Te pido por favor que no te quejes.
Estoy agotada,
y también tengo derecho a dormir.
Voy a la recepción a pedir unas frazadas.”
Salí a la terraza a fumar.
Sentí olor a mar
y vi una serie de balcones idénticos. ~
(Santiago de Chile, 1971) es poeta, ensayista y editor. Entre sus libros más recientes se encuentran
Tragedias oportunas (Ediciones Tácitas, 2016) e Interrupciones. Diario de lecturas (Hueders, 2016).