En Elefante y Los últimos días, Gus Van Sant aludió a hechos reales y desmenuzados por los medios (la masacre de Columbine y el suicidio de Cobain) privilegiando las sensaciones sobre el apego a la realidad. Paranoid Park, su película más reciente, basada en una novela de Blake Nelson, trata sobre un homicidio accidental. De nuevo, Van Sant recurre a la imagen y al sonido como los vocablos que mejor expresan el vacío moral del adolescente norteamericano. Estos recursos, y la cronología fragmentada, delinean el retrato de un personaje cuya conciencia no acusa recibo de las consecuencias de sus actos. La película puede irritar a un público que espera consistencia en la acción o, por lo menos, un atisbo del flujo de pensamiento del protagonista. Que parezca inexistente o sea inaccesible es el tema que a Van Sant le interesa explorar.~
es crítica de cine. Mantiene en letraslibres.com la videocolumna Cine aparte y conduce el programa Encuadre Iberoamericano. Su libro Misterios de la sala oscura (Taurus) acaba de aparecer en España.