Después de un breve “despiste” José Antonio Meade hizo oficial su intención de ser el candidato presidencial priista. Salvo para algunos despistados, la decisión no llega por sorpresa: se preveía por lo menos desde agosto de esta año, cuando la Asamblea Nacional del PRI quitó el requisito de diez años de militancia priísta para poder ser candidato.
Con Meade, los priistas quizá dieron con el candidato menos vapuleado en términos de prestigio y desempeño, y que además tiene una trayectoria competitiva dentro de la administración pública federal. No es poca cosa decir que su trabajo ha sido reconocido no solo en gobiernos del PRI, sino también en los del PAN. Pero aparte de los príistas, ¿quién conoce a Meade? ¿Es un candidato electoralmente efectivo? ¿Es capaz de atraer el voto de otros partidos?
En la Primera Encuesta Preelectoral Defoe-Spin hay datos relevantes para contestar estas preguntas, pero es necesario considerar que la información se obtuvo un mes antes del destape, entre el 28 de octubre y el 1 de noviembre.
¿José Antonio quién?
De acuerdo con nuestra encuesta, solo el 7% de la población conoce al candidato priísta. La buena noticia para sus estrategas es que ese abrumador desconocimiento significa que no lo conocen para bien, ni para mal. Todo está por construirse.
¡Pepe Meade!
Quienes sí conocen a Meade (Pepe para los cuates) son priistas y personas con nivel de escolaridad mayor a media superior. A pesar de que Meade ocupó las secretarías de Energía y de Hacienda durante el gobierno de Felipe Calderón, hoy es más conocido por priistas que por panistas. Lo que significa que, en primera instancia, tendrá que trabajar para posicionarse entre los electores panistas y un público que represente al mexicano promedio en temas de escolaridad (con secundaria concluida).
¿Meade es un candidato competitivo?
Sí, lo es, básicamente porque, como señalamos en una entrega anterior, cualquier candidato priista es competitivo en un contexto de coaliciones, más por el partido que por las cualidades o características del propio candidato. El reto del aspirante priista implica atraer votos hacia él como candidato, convenciendo a los electores ajenos al PRI de votar por él.
¿A qué partido le quita votos Meade?
De acuerdo con los datos arrojados por la encuesta Defoe-Spin, Meade no es ahora particularmente un imán de votos de otros partidos.
Pero, de nuevo, todo está por suceder. Aquí le daremos seguimiento.
Politólogo apasionado, creyente de la metodología por encuestas. Director General de la firma de opinión pública Defoe