El debate por regular la segunda enmienda es un tema espinoso para nuestros vecinos del norte dados los elevados costos políticos, electorales y culturales que implica. Tras el asesinato de John F. Kennedy en 1965, Lyndon B. Johnson envió al Comité de Justicia del Senado una iniciativa para regular la compra de armas, pero el Gun Lobby (organizaciones en favor de las armas como la Asociación Nacional del Rifle, ANR) logró que no prosperara.
Tres años despúes, en 1968, los asesinatos de Martin Luther King Jr. y Robert F. Kennedy, dieron al presidente Johnson una ventana de oportunidad para volver a impulsar aquella iniciativa que contemplaba: la prohibición de compras por correo de pistolas, escopetas y rifles desde otros estados, así como de venta de armas a menores de edad; la creación de un registro nacional de armas y el otorgamiento de licencias de portación. De nuevo, y sin importar la magnitud de estos homicidios, el cabildeo del Gun Lobby frenó parte de la iniciativa y solamente fueron aprobadas las prohibiciones de ventas de armas y a menores de edad.
Cuarenta y cinco años y decenas de masacres después, el asesinato de 20 niños y 7 adultos en Newtown, Connecticut a manos de un joven con un rifle de asalto, reavivó la discusión, pero en esta ocasión el Gun Control movement (políticos y organizaciones que buscan limitar el acceso a armas) están ante un mejor escenario para fortalecer la regulación del acceso a las armas en Estados Unidos.
De acuerdo con una encuesta realizada por el Washington Post y ABC News, después de la masacre en Newtown:
- 52 % apoyarían la regulación de armas.
- 58 % apoya una nueva prohibición de armas de asalto (la anterior expiro en 2004).
- 86 % apoya la revisión de antecedentes en compras realizadas en ferias de armas (que hasta el momento no es requisito ya que se considera un intercambio entre particulares).
- 76 % apoya la obligación de realizar una revisión de antecedentes previo a la compra de municiones.
- 77 % respalda la creación de una base de datos para dar seguimiento a todas las transacciones de compra venta de armas.
Además, desde Newtown, varios actores han convergido en este tema. En primer lugar está la propuesta del presidente Obama que contempla la revisión universal de antecedentes para todas las compras de armas, acciones en contra del tráfico de armas, prohibición de armas tipo militar y de cargadores para más de diez tiros; así como 23 acciones ejecutivas (por ejemplo nombrar a Todd Jones como director del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos, quien llevaba más de seis años como encargado de despacho). También está la propuesta de la senadora Dianne Feinstein que busca, de nuevo, prohibir la venta, transferencia, manufactura e importación de más de 150 armas (pistolas y rifles semiautomáticos) así como de cargadores para más de 10 tiros.
Otros actores que podrían marcar la diferencia en esta batalla son la ex congresista Gabby Giffords y el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. La primera, casi perdió la vida al recibir un tiro en la cabeza en enero de 2011 en Phoenix, cuando una persona con problemas mentales con una pistola Glock 9mm con un cargador de 30 tiros, disparó contra los asistentes en un evento encabezado por la congresista. Después de la masacre en Connecticut, Giffords junto con su esposo Mark Kelly, iniciaron una organización llamada Americans for responsible solutions que busca prevenir la violencia generada por las armas, sin perder de vista el derecho constitucional que tienen los ciudadanos de ese país a tenerlas. Las declaraciones de ambos ante el Comité de Justicia del Senado tuvieron un peso moral adicional por la tragedia que les ocurrió y porque ambos se reconocen como poseedores de armas.
El segundo, además de ser Alcalde de la ciudad más grande de Estados Unidos y encabezar la organización Mayors Against Illegal Guns, cuenta con una cuantiosa fortuna personal que está dispuesto a utilizar para apoyar a candidatos al congreso que puedan impulsar leyes para regular el acceso a armas. Durante las elecciones de 2012, gastó diez millones de dólares de su dinero para respaldar candidatos cuyos contrincantes contaban con el apoyo de la Asociación Nacional del Rifle. Cuatro, de cinco, de sus aspirantes lograron ganar el distrito por el que competían[1]. El mantra de Bloomberg para nivelar el terreno de juego con el Gun Lobby, en especial con la ANR, es: The way to change legislation is by changeing lagislators, dice
El próximo año, el Gun Control Movement deberá enfrentar la reelección de 20 senadores demócratas en las elecciones de 2014 y algunos de ellos enfrentarán serios problemas con sus electores ya que representan estados como Montana, Alaska, Colorado o Dakota del Sur donde el control de armas es impopular y la ausencia de una propuesta unificada del Gun Control movement podría jugar en su contra. Esto tomará relevancia cuando la Asociación Nacional del Rifle eche a andar el apoyo que se ha granjeado entre las legislaturas locales y contacte a sus más de cuatro millones de miembros para que ellos a su vez escriban a sus representantes para expresarles su descontento con la propuesta para regular las armas. Además, seguramente la ANR otorgará una mala calificación (van de la A a la F dependiendo de su historial de votación entorno a propuestas de ley para regular armas) a congresistas y senadores que potencialmente puedan respaldar propuestas que limiten el acceso a armas.
La batalla para regular las armas en Estados Unidos inició formalmente el pasado 30 de enero con las declaraciones de miembros de ambas partes ante el Comité de Justicia del Senado. Ambos bandos buscan convencer a los miembros del Congreso de las bondades o defectos de una u otra propuesta. Durante el Super Bowl, Mayors Against Illegal Guns, pagó cuatro millones de dólares para incluir un anuncio en el que aparece un video de 1999 en el que el Vicepresidente de la ANR, Wayne LaPierre, hablaba en favor de la revisión universal de antecedentes previo a la compra de armas.
Es difícil de apostar por un resultado final. Personalmente creo que el resultado será similar al que logró el Presidente Johnson: la mitad de lo que se propuso. En este caso, la aprobación de revisión universal de antecedentes y la prohibición de cargadores de gran capacidad.
[1]. La victoria de Gloria Negrete McLeod en California sobre el demócrata Joe Baca, fue una de las más importantes ya que Bloomberg (de la costa Este) pagó tres millones de dólares en publicidad en Los Ángeles en favor de la candidata que fueron determinantes para su triunfo.
Politólogo mexicano interesado en las políticas públicas de seguridad. Ha trabajado en el gobierno federal y como consultor en temas de seguridad, inteligencia y políticas públicas.