El reportaje es uno de los grandes géneros periodísticos, pero también una forma de escritura literaria. Una buena crónica estimula la curiosidad intelectual, despierta la emoción estética y espolea la empatía del lector con sus protagonistas reales. En este número especial, hemos reunido cuatro grandes crónicas que, cada una a su manera, reflejan una pequeña parte del continente americano. Desde los orígenes compartidos de un futbolista y un delincuente en un barrio argentino al fascinante paisaje del altiplano boliviano, pasando por la crudeza de un suburbio del cinturón de la ciudad de México y la guerra contra las drogas –y tal vez el inicio de su legalización– en Estados Unidos. Cuatro historias dispares que conforman un retrato fragmentario.