La poesía de Paul Auster, aunque breve, es muchísimo más interesante que su prosa. Aquí una traducción accidental como muestra:
Blanco
Para aquel que se ahogó:
esta página, como
arrojada al mar
en una botella.
De modo que
en tanto el cielo se desdobla
hacia la vista del mundo, un eco
del mundo
navegue hacia él,
lleno del recuerdo de la lluvia,
y el sonido de la lluvia
cayendo sobre el agua.
De modo que
pueda saber,
que a pesar de la ola
que ahora se sume de la cresta
de las montañas, cuarenta días
y cuarenta noches
no trajeron paloma
blanca a nuestro encuentro.
(1974)
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Confieso: fue en un cabaret donde la conocí, bailando. Quisiera ser suficientemente hombre para amarla por quien es. Quisiera no sentir esta imperiosa necesidad de redimirla.
Adiós, cabaretera, adiós.
Antropólogo. Doctorando en Letras Modernas. Autor de dos libros de poesía. Bongocero. Nace en 1976. Pudo ser un gran torero pero...