Alan Valdez
(Chihuahua, 1992) está interesado en experiencias de escritura sin
márgenes, equívocas y distraídas. También le gustan las nutrias, tocar el sintetizador, que
Pascal Quignard procure el silencio y, sobre todo, el poema 135 de Emily Dickinson. Este
fragmento proviene de La pérdida de voluntad en el agua (Tierra Adentro, 2021), libro con
el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2020
La pérdida de voluntad en el agua (fragmento)
El problema de jugar con fuego es que la llama no conoce la quietud, ynosotros, después de un rato, queremos sentarnos en las piedras aobservar cómo regresan las aves a los encinos. Una brasa…