Patente 12039: Shepard, Yeager y Dwight, pilotos de prueba

En esta entrega se habla de vuelos supersรณnicos, Sam Shepard, el capitรกn Dwight, caer de la gracia, y un podcast sobre historia.
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1.

Muchas veces, lo interesante no basta por sรญ solo para ser contado. Tanta anรฉcdota recรณndita espera a que llegue la lenta, cรญclica apariciรณn de la efemรฉride. Por ejemplo la historia de la persecuciรณn del vuelo supersรณnico: el aniversario del dรญa en el que un piloto de Virginia a bordo de una nave X-1 rompiรณ tรญmpanos y el muro sรณnico no llega sino hasta octubre[1]. El 14 de octubre de 1947. Pero quรฉ pereza la demora. Contemos, pues, que fue Charles โ€œChuckโ€ Yeager quien logrรณ esa marca y que traรญa una costilla rota despuรฉs de haberse accidentado al montar borracho un caballo y jugar carreras con su esposa, que montaba otro, unas noches antes de la hazaรฑa. Un temerario, ese Yeager. ร‰l era el lรญder de esa pandilla de temerarios que despuรฉs de la segunda guerra mundial perseguรญan los lรญmites de la aviaciรณn. Hizo escuela, desafiรณ lรญmites y creรณ tradiciones. ร‰l, segรบn cuentan, es quien originรณ ese tono de voz en los pilotos entre desapasionado y cordial hasta para contar las emergencias Lo dicen los pilotos pertenecientes a su promociรณn, los mรกs jรณvenes, los que no lo conocieron y los que eran amigos cercanos, y todos ellos se lo dijeron a Tom Wolfe.

 

2.

Enviado por ese pastor de periodistas lisรฉrgicos, Jann Wenner, a cubrir el despegue de alguno de las misiones Apolo, Wolfe terminรณ fascinado por los personajes, por los motivos que los llevan, en sus palabras, en la punta de un gigante juego pirotรฉcnico y โ€œesperar a que alguien mรกs prenda la mechaโ€. Esbozar su respuesta, compleja y parcial, le tomรณ mรกs de cinco aรฑos. Aunque celebra a estos intrigantes sujetos que voluntariamente se formaban para pilotear naves de รบltima tecnologรญa con una alta probabilidad de morir en el intento (casi una en cuatro, segรบn dice), el libro en sรญ es la crรณnica de la caรญda de la gracia. The Right Stuff es una larga y detallada elegรญa a un personaje: el piloto de pruebas como ese que era el mรกs valiente, el mรกs osado, la hipรฉrbole encarnada. Una especie en extinciรณn, que pierde la batalla de la notoriedad frente a los reciรฉn entronados โ€œastronautasโ€, y una รฉpoca perdida despuรฉs del fin de la Guerra Frรญa, las tragedias del Challenger y el Columbia y la eventual clausura del programa de transbordadores. Si nos limitamos a la tiranรญa de la efemรฉride, habrรญa que esperar dos aรฑos para contar todo eso, en el 50 aniversario de su publicaciรณn.

 

3.

Se cruza, lamentable, un luto. Cuatro aรฑos despuรฉs de la publicaciรณn del libro de Wolfe, se estrenรณ en el cine estadounidense un largometraje homรณnimo de mรกs de tres horas dirigido por Philip Kaufmann. En esta pelรญcula que exuda agua de colonia y carraspera, Frank Ward, Dennis Quaid y Ed Harris interpretan a tres de los afamados astronautas. En el papel de Chuck Yeager, Sam Shepard, dramaturgo, actor, nominado por este preciso papel a un premio de la Academia, fallecido esta semana.

 

4.

Shepard personificรณ a Yeager, y Yeager personificรณ las peores vocaciones de la cultura estadounidense cuando le tocรณ ser el piloto de pruebas que entrenaba a los futuros astronautas. Kennedy, el presidente, querรญa que entre los astronautas con boleto lunar hubiera alguna minorรญa racial representada. Y Yeager, enterado y encargado de instruir al รบnico piloto afroamericano incluido en el programa, hizo todo en su poder para impedirlo. Eso cuenta el mismo Edward Dwight, hijo de Kansas City y vรญctima de segregaciรณn desde la cuna en el episodio 75 de The Memory Palace.

The Memory Palace es un podcast mรกs bien meloso, tirante hacia el sentimiento recargado. Nate Dimeo halla episodios cortos, notas al pie en la Historia estadounidense, y los cuenta con voz de quien pide disculpas en una llamada telefรณnica. Le sube a las armonรญas de fondo y hace pausas largas. Son afortunadamente breves, y uno cada tanto es disfrutable por lo que cuenta. Mรกs de dos al hilo cansan bastante.

Wolfe dedica una pรกgina completa de las mรกs de cuatrocientas a la saga del Capitรกn Dwight. Lo enmarca dentro del tema del mรฉrito; escucha a Yeager y hasta ahรญ. El histรณrico Yeager, era tambiรฉn un racista ordinario que temรญa que los astronautas cayeran de la gracia con la inclusiรณn de Dwight. Tardaron, los estadounidenses, 20 aรฑos en permitirle a un astronauta afroamericano salir de los simuladores y volar en รณrbita. Todo eso habrรญa que esperar para contarlo, si nos limitamos a la tiranรญa de la efemรฉride, hasta el 30 de agosto. Pero quรฉ pereza la demora.

 

[1] Hay un piloto britรกnico y otro gringo que dicen ser los verdaderos quebradores de ese lรญmite intuido como mecรกnicamente imposible hasta 1947.

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(ciudad de Mรฉxico, 1980) es ensayista y traductor.


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