La semana pasada, la actriz Aislinn Derbez publicรณ en Instagram una fotografรญa en la que aparece amamantando a su hijita Kailani. Sentada a su lado estaba su sobrina Aitana, de unos 4 o 5 aรฑos, que imita el gesto a modo de juego. La foto provocรณ reacciones de alarma porque estaba โdespertando la mente a las niรฑasโ y, de algรบn modo que todavรญa no alcanzo a entender, โprovocando embarazos en menores de edadโ. Otras voces la defendieron bajo el argumento de que es un juego natural por el que pasan algunas niรฑas. Al margen de estos debates โque son complejosโ, es un hecho que amamantar en lugares pรบblicos o mostrarlo en fotografรญas es tema tabรบ.
La foto de Derbez, que no es la primera que genera reacciones adversas y seguramente no serรก la รบltima, fue publicada en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, establecida por la Organizaciรณn Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef con el fin de fomentar esta prรกctica. Se celebra siempre del 1 al 7 de agosto, cuando se cumple el aniversario de la Declaracioฬn de Innocenti, que contiene una serie de postulados que buscan fomentar la lactancia materna. Cada aรฑo, la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA por sus siglas en inglรฉs) se encarga de elegir un lema: el de 2019 fue โEmpoderรฉmonos, hagamos posible la lactanciaโ.
Acciones como รฉstas son fundamentales en un contexto en que los escรกndalos por mujeres que deciden dar pecho en pรบblico, haya o no fotografรญa de por medio, son el pan nuestro de cada dรญa, llegando al extremo de recibir agresiones directas. Ante casos como รฉstos, se han establecido leyes alrededor del mundo. En la Ciudad de Mรฉxico, la Asamblea Legislativa aprobรณ reformas a la Ley de Cultura Cรญvica y el Cรณdigo Penal para sancionar a quien discrimine o intimide a una mujer por amamantar en la vรญa pรบblica. Siguiendo este mismo impulso, algunas empresas e instituciones pรบblicas han habilitado lactarios dentro de sus instalaciones: espacios que cuentan con sillones y refrigerador para conservar frescos los frascos de leche, con el fin de permitir a las madres extraerse leche en condiciones privadas, cรณmodas y seguras (incluyendo, por supuesto, el tiempo necesario para hacer la extracciรณn).
Que cada mujer pueda decidir cuรกndo, dรณnde y durante cuรกnto tiempo quiere amamantar se ha convertido en una de las luchas principales del movimiento feminista entendido en un sentido amplio. En nuestra cultura patriarcal, los pechos de las mujeres han sido reducidos a fuente de placer masculino, haciendo que las madres lactantes sean consideradas impรบdicas por ejercer su derecho a la vista de todos. Ante esto, muchos pierden de vista que amamantar en pรบblico es una condiciรณn sin la cual el derecho a la lactancia no puede ejercerse, ya que la imposibilidad de hacerlo relega a las mujeres que deciden lactar โy que estรกn en posibilidad de hacerloโ al รกmbito domรฉstico, limitando radicalmente sus actividades en la esfera pรบblica.
El verdadero escรกndalo no es que una mujer amamante en pรบblico o publique una foto en la que se muestre haciรฉndolo, sino que haya miles de mujeres que no cuentan con las condiciones necesarias โen todos los nivelesโ para ejercer libremente una de las formas mรกs eficaces de asegurar la salud y la supervivencia de los niรฑos (segรบn la OMS, la lactancia en los primeros seis meses de vida es fundamental para prevenir enfermedades, sin embargo actualmente sรณlo un 40% de los lactantes menores de esa edad reciben leche materna como alimentaciรณn exclusiva). A pesar de que las virtudes de la leche materna, tanto para el bebรฉ como para la madre, estรกn bien documentadas, amamantar sigue siendo una actividad invisibilizada, como tantas otras relacionadas con el cuidado que normalmente llevan a cabo las mujeres sin remuneraciรณn de por medio.
โHay una razรณn prรกctica para dar la teta en el espacio pรบblicoโ, dice la escritora y activista espaรฑola Esther Vivas, โporque un bebรฉ no sabe de horarios, pero tambiรฉn hay motivos polรญticos, ya que las dificultades para hacerlo impiden su normalizaciรณn y vulneran el derecho a dar y recibir el pechoโ. Ante este acto polรญtico, es importante tener en mente que la lactancia no es un asunto de estilo de vida, sino de salud pรบblica, y que por lo tanto proteger ese derecho es deber de todos.
(Ciudad de Mรฉxico, 1984). Estudiรณ Ciencia Polรญtica en el ITAM y Filosofรญa en la New School for Social Research, en Nueva York.ย Esย cofundadora deย Ediciones Antรญlopeย yย autora de los libros Las noches sonย asรญย (Broken English, 2018), Alberca vacรญaย (Argonรกutica, 2019) y Una ballena es un paรญs (Almadรญa, 2019).