Foto: ยฉ Istochnikov. Joan Fontcuberta, VEGAP, Mรกlaga, 2022

El cosmonauta borrado de la historia y los otros datos

La historia de la reescritura de las versiones oficiales en torno al cosmonauta Istochnikov muestra lo indefensos que podemos estar ante la desinformaciรณn.
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Hice un recorrido a travรฉs de lo que me dijeron era uno de los secretos soviรฉticos mรกs escandalosos de la Guerra frรญa, cuando Estados Unidos tenรญa astronautas y la URSS cosmonautas en lucha de machines por hacer cosas mรกs lejos, mรกs tiempo, con mejores resultados.

โ€œEsta exposiciรณn es la crรณnica de uno de los episodios mรกs trรกgicos e increรญbles de la historia de la cosmonรกuticaโ€, decรญa el cartel en el Museo Ruso de Mรกlaga, y contaba cรณmo el 25 de octubre de 1968 fue lanzada desde Baikonur una cรกpsula espacial tripulada por el coronel Ivรกn Istochnikov. Su misiรณn era acoplar su nave con la del coronel Georgui Beregovoi, que ya daba vueltas alrededor del mundo, pero no lo logrรณ. Las cรกpsulas nunca se juntaron y el silencio fue lo รบltimo que recibieron de Istochnikov. Se esfumรณ. La cรกpsula fue recuperada vacรญa.

ยฟQuรฉ sucediรณ? Nadie sabรญa, pero el politburรณ โ€œno quiso reconocer la enojosa pรฉrdida de un hombre en el espacio. La versiรณn que pergeรฑaron fue que el Soyuz 2 habรญa sido una nave totalmente automatizada y sin piloto. Para mantener la credibilidad, las fotografรญas de Istochnikov fueron sacadas de la circulaciรณn o retocadas, los archivos fueron manipulados, los compaรฑeros chantajeados y la familia confinada a Siberia. A efectos oficiales, el cosmonauta Istochnikov no habrรญa existido nuncaโ€. Eso decรญa el cartel en la entrada del museo.

ยกQuรฉ historia!, pensรฉ. El Estado en su papel mรกs oprobioso, haciรฉndose cargo de borrar a los individuos. Recordรฉ, mรกs que a Stalin, a George Orwell y la reescritura permanente de las versiones oficiales. ยฟPero cรณmo, quiรฉn se dio cuenta, quรฉ pasรณ?

En los muros se leรญa la explicaciรณn, tambiรฉn de pelรญcula: un periodista del Washington Post comprรณ en una subasta de Sothebyโ€™s un paquete de papeles viejos pertenecientes al cosmonauta Beregovoi (ese con el que tenรญa que acoplarse Istochnikov). El periodista, Michael Arena, era un aficionado profesional, absolutamente obsesionado con la carrera espacial de la Guerra frรญa, y conocรญa por nombre, rostro y gustos a los cosmonautas famosos, tal como hoy un americanista del futbol puede enlistar la alineaciรณn de su equipo. Por eso, como lo hubiera hecho el americanista, se sorprendiรณ al encontrar una fotografรญa que ya conocรญa con todos sus hรฉroes, pero con uno de mรกs. ยฟY ese?

En el muro mรกs destacado de la exposiciรณn se podรญa ver la foto que le hizo enarcar la ceja: seis hijos de la URSS, en uniforme y enmedallados, con la torre del reloj del Kremlin como fondo. A su lado estaba la foto oficial, la de los libros, la de la historia. La misma imagen con la misma torre, pero con solo cinco orgullosos camaradas, no con seis.

ยฟQuiรฉn era el sexto elemento? ยฟPor quรฉ fue borrado?

Lo que siguiรณ fue trabajo de contactos y de investigaciรณn: el periodista dio con las pruebas de la existencia de Istochnikov y le volviรณ a dar su lugar en la historia con fotos de su matrimonio, imรกgenes de sus giras como camarada hรฉroe ante los camaraditas soviรฉticos que admiraban a los cosmonautas y, para rematar, la foto del dรญa del lanzamiento en la que se ve el rostro del coronel ya protegido por el famoso casco Yastreb de policarbonato. La exposiciรณn tenรญa las pruebas de la existencia y la crรณnica de su desapariciรณn y reapariciรณn.

Quรฉ historia, pensรฉ, y me dispuse a escribir al respecto. Para eso, busquรฉ algunos datos adicionales sobre el periodista, la subasta y el cosmonauta, pero no encontrรฉ nada. ยกQuรฉ raro! Sรญ encontrรฉ notas sobre la exposiciรณn, contando lo que ahora narro en este texto, y una entrada en Wikipedia desmintiendo la existencia de Istoshnikov y explicando que todo habรญa sido un ardid de un fotรณgrafo espaรฑol. ยกQuรฉ tal! ยฟEl gobierno ruso todavรญa cubriendo las pistas de las vergonzosas eliminaciones del pasado?

Me encontrรฉ otras notas, en sitios desconocidos, advirtiendo que intereses siniestros estaban detrรกs del caso de Istoshnikov. Busquรฉ al fotรณgrafo espaรฑol en la red. Lo encontrรฉ en varias entrevistas y me sorprendieron sus declaraciones: aceptaba haber inventado todo, en tono culpable. ยกCรณmo! Entonces Ivan, al que vi en su traje Sokol aislante, ยฟhabรญa sido borrado o no? ยฟEstaban presionando al fotรณgrafo para que รฉl se echara la culpa? ยฟCuรกl era la invenciรณn, la inexistencia de Ivรกn o la reacciรณn borradora del gobierno soviรฉtico? ยฟExistiรณ, pero nunca fue borrado? ยฟNo existiรณ y fue aรฑadido?

Escribรญ al museo, que para entonces ya me quedaba lejos, y me respondieron con claridad:

En respuesta a su pregunta, le informamos que la exposiciรณn Sputnik: La odisea del Soyuz 2 consiste en una instalaciรณn contemporรกnea de fotografรญa y objetos de la รฉpoca soviรฉtica realizada por Joan Fontcuberta, que tiene como finalidad la denuncia de la manipulaciรณn de la imagen para crear bulos y noticias falsas en las sociedades contemporรกneas.

โ€œCon ese objetivo, este conocido artista, que es Premio Nacional de Fotografรญa y รบnico espaรฑol en obtener el prestigioso de la Fundaciรณn Hasselblad , se inventa un personaje ficticio que nunca existiรณ, el cosmonauta Ivรกn Istochnikov, dotรกndolo de su propia imagen (es decir, Istochnikov es Fontcuberta) y crea una historia que mezcla de manera magistral realidad y ficciรณn, con altas dosis de humor e ironรญa, contextualizada en una รฉpoca en la que la propaganda y la manipulaciรณn informativa y de la imagen estaban al orden del dรญaโ€.

ยกLa exposiciรณn era una trampa! Y caรญ redonda. En mi descargo, quiero decir que la exposiciรณn no advertรญa sobre los objetivos y que varios diarios cayeron en la trampa al reseรฑarla (no buscaron, como yo, mรกs datos). En descargo de Fontcuberta y del museo debo aรฑadir, sin embargo, que la advertencia habrรญa echado a perder la trampa, que era, al fin y al cabo, la meta del fotรณgrafo. Mostrarnos la fragilidad de la verdad era su tema. Lo logrรณ con tal maestrรญa que tuvo que explicarse en muchas entrevistas, pues lo que recibiรณ fueron reclamos de quienes, como yo, asumieron la verdad de la imagen con base en ideas previas.

Mis prejuicios negativos contra el gobierno soviรฉtico (que, por ejemplo, borrรณ a Trotsky de gran parte de la historia oficial) y mis prejuicios positivos frente a lo que hace un museo (que con rigor investiga) me hicieron caer en la trampa. Fontcuberta lo logrรณ: estamos indefensos ante los otros datos. Basta con que el poder los muestre o nos los cuente una autoridad reconocida. Puede ser el gobierno, puede ser la iglesia, puede ser un museo. ~

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es politรณloga y analista.


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