Decรญa Mario Onaindรญa que para que el Paรญs Vasco se reconozca a sรญ mismo hay que ponerlo en el teatro. Muchos aรฑos despuรฉs de esta frase, los escenarios estรกn siendo el espacio en el que relatar quรฉ ha ocurrido en esta tierra en los รบltimos aรฑos con obras no solo centradas en la banda terrorista ETA sino en los mรกrgenes, en las familias. Ocurriรณ con la trilogรญa de Proyecto 42-3 (Proyecto 42-3, La mirada del otro y Viaje al fin de la noche), puesta en escena en 2012, 2015 y 2017; con Los Gondra, de Borja Ortiz de Gondra, que buceaba en la historia de una familia vasca, y que fue estrenada en 2017 (alzรกndose con un premio Max al mejor autor), y con la que es una especie de segunda parte sin serlo, Los otros Gondra, que afronta el momento actual con una sociedad dividida entre los que quieren pasar pรกgina rรกpidamente, los que creen que es demasiado pronto para volver a una pรกgina que aรบn sigue doliendo, y una generaciรณn adolescente que apenas sabe ya nada de lo que ocurriรณ. Esta obra se estrena hoy en el Teatro Espaรฑol de Madrid, donde estarรก hasta el 17 de febrero, y tendrรก una gira por el Paรญs Vasco.
Los textos teatrales se suman a las novelas publicadas recientemente como Patria, de Fernando Aramburu, El comensal, de Gabriela Ybarra, Mejor la ausencia, de Edurne Portela, Los turistas desganados, de Katixa Agirre, Martutene, de Ramรณn Saizarbitoria, y el libro de relatos de Iban Zaldรบa, Como si todo hubiera pasado. Una lรญnea que se acrecentarรก en el entorno audiovisual con el estreno de la serie sobre Patria, con guion de Aitor Gabilondo, y que estรก prevista para 2020, y con nuevas novelas como Los niรฑos de Lemรณniz, de Estela Baz, en el sello Espasa.
โEn el Paรญs Vasco estamos ahora en la batalla del relato. La ficciรณn es la que ayudarรก a sanar las heridas. Los historiadores ofrecerรกn la verdad de los hechos, pero con todas las novelas que se estรกn publicando lo que estamos haciendo es construir un relato poliรฉdrico porque cada uno cuenta lo que ha vivido. En los 2000 cada uno miraba para otro ladoโ, comenta el dramaturgo Borja Ortiz de Gondra.
Como ya hizo en Los Gondra, en Los otros Gondra, que lleva el subtรญtulo de relato vasco, ha elaborado un texto de autoficciรณn acerca de su familia, natural de Algorta, en el que โno pasรณ lo que cuento, pero podรญa haber pasadoโ, relata. La historia se sumerge en paisajes de Algorta, Basauri, Bilbao para relatar cรณmo un dramaturgo decide volver a la casa familiar para contar lo que sucediรณ hace treinta aรฑos, pero se encuentra con que nadie quiere hablar del pasado. De ahรญ surge la pregunta: ยฟquรฉ derecho hay a hacer literatura con el dolor ajeno? โYo nacรญ en Algorta, pero vivรญ mucho tiempo fuera por lo que entiendo esa sensaciรณn de alguien que le duele lo que ha pasado pero lo vive con distancia. En este sentido, la obra es vasca y universal, ya que habla de cรณmo podemos superar el dolor y dar un paso hacia delanteโ, sostiene el dramaturgo.
La obra se compone de cinco personajes, โcomplejos y poliรฉdricosโ, segรบn el director, Josep Marรญa Mestres. โEl autor deja que todos los personajes hablen, ya que de lo que se trata es de que, una vez pacificado el conflicto cรณmo podemos pacificar las almas. Se habla de violencia, pero tambiรฉn de identidades y de amor a una tierra. Y cรณmo el teatro nos puede sanar y ayudar a vivirโ, aรฑade.
Entre estos personajes se encuentran la madre de la familia, interpretada por la actriz Soledad Benedicto, que โlo que quiere es el olvido y no remover las cosas. No quiere el rencor sino estar en paz y tranquila. No quiere que el apellido ande con rencillasโ, comenta la intรฉrprete, que tambiรฉn seรฑala que esto no es รบnico de las familias vascas: โYo vengo de Cuenca y las familias castellanas tambiรฉn se las traenโ. Otro personaje que no se mantiene continuamente en el mismo sendero es Ainhoa, interpretada por Cecilia Solaguren, una mujer que realiza todo un viaje polรญtico desde posiciones muy cercanas al activismo polรญtico hasta el desentendimiento completo. โEs un viaje muy descarnado desde lo emocional y muestra lo difรญcil que es transitar polรญticamente de un sitio a otroโ, comenta Solaguren, que es vasca y que no se ha sentido incรณmoda con la interpretaciรณn, al contrario, โhe traรญdo cosas de mi infancia, y es muy terapรฉutico poder traer un trozo de Euskal Herria al teatroโ. Lo mismo le ha ocurrido a Lander Otaola, que despuรฉs de papeles cรณmicos en Ocho apellidos vascos o Vaya semanita, โes la primera vez que hago de vasco de un drama. No es una funciรณn polรญtica, pero sรญ es una visiรณn sobre una parte de Euskal Herriaโ.
Una de las patas mรกs interesantes de la obra es la del personaje de Fenda Drame, que interpreta una adolescente de 15 aรฑos, hija adoptada del personaje de Solaguren y de piel negra. Ella forma parte de esa nueva generaciรณn que apenas tiene conciencia de lo que ocurriรณ no muchos aรฑos atrรกs. โEsta idea surgiรณ porque un dรญa vi a un grupo de niรฑos dantzaris y muchos no eran blancos, y bailaban mucho mejor que yo. Pensรฉ en el peso que puede tener para ellos la sangre, los 16 apellidos. Y creo que es un futuro esperanzador porque ellos podrรกn dar un paso adelante que otros no hemos sabido hacerโ, seรฑala Ortiz de Gondra.
Esta obra, que ganรณ el premio Lope de Vega en 2017, previsiblemente tendrรก una tercera parte, que se sumarรก a las que poco a poco bucean en aquello que ocurriรณ como un ejercicio de memoria tambiรฉn para los que, afortunadamente, ya no tuvieron que vivir con ello.
Los otros Gondra se representa en el Teatro Espaรฑol del 10 de enero al 17 de febrero.
es periodista freelance en El Paรญs, El Confidencial y Jotdown.