Le Pen vs Macron: duelo cultural

Las diferencias de los programas culturales de los dos candidatos a la presidencia francesa.
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Una de las imรกgenes mรกs significativas de Francia es La Libertad guiando al pueblo. El cuadro, pintado por Delacroix en 1830, representa una manifestaciรณn que protesta contra el intento del rey Carlos X de debilitar a la oposiciรณn disolviendo la cรกmara de los diputados, excluyendo a las clases medias del voto y restringiendo la libertad de prensa. Entre la muchedumbre destaca una mujer encargada de insuflar la energรญa suficiente para batallar contra la censura. Y es ella la que gana. Todavรญa hoy persiste en nuestro imaginario sobre el paรญs.

No extraรฑa que haya sido la libertad de creaciรณn uno de los vรฉrtices de la campaรฑa presidencial. Porque en Francia, un lugar en el que no hay debate sobre si tiene que existir un Ministerio de Cultura o no -se da por hecho- sรญ ha existido la campaรฑa cultural, de la cual apenas suele haber noticias al sur de los Pirineos. Y en ella han participado todos los contendientes, de los cuales, desde el pasado 23 de abril, solo quedan dos, Emmanuel Macron, de En Marche!, y Marine Le Pen, del Frente Nacional, elegidos para pasar a la segunda vuelta. Europeรญsmo frente a nacionalismo, se ha dicho de sus programas electorales. Veamos en cultura.

 

Libertad de creaciรณn y censura

Desde el 29 de junio de 2016 en Francia rige la Ley Libertad de Creaciรณn Arquitectรณnica y Patrimonial, cuyo primer artรญculo seรฑala que โ€œla creaciรณn es libreโ€. Fue el Gobierno de Franรงois Hollande el que consiguiรณ sacar adelante esta nueva normativa y ademรกs reformar varios artรญculos del Cรณdigo Penal con el fin de defender esta libertad despuรฉs de que varias obras -como un monumento del artista americano Paul McCarthy erigido en la plaza Vendรดme que sugerรญa un juguete sexual- hubieran sido atacadas por grupos catรณlicos. Con la reforma te puede caer hasta un aรฑo de prisiรณn y 15.000 euros de multa por amenazas y 45.000 euros si destruyes una obra que no te gusta.

Esta ley fue aplaudida por todos los partidos. Incluido el Frente Nacional. Sin embargo, no son pocos (entre ellos artistas como Jeanne Moreau o el director del Festival de Avignon, Olivier Py) los que claman por el puntito de censura que existe en su programa y que ya han puesto en prรกctica en localidades y municipios en los que gobierna. Como ocurriรณ en Luc en Provence, en la Costa Azul, donde en febrero se retirรณ de los cines la pelรญcula Nuestra casa, de Lucas Belvaux, inspirada en el Frente Nacional y la campaรฑa presidencial. Su alcalde, del FN, justificรณ la retirada de la programaciรณn aduciendo que no iba a tirar piedras contra su propio tejado. Tal cual.

 

Le Pen: defensa de lo francรฉs-francรฉs

Del FN tambiรฉn se ha criticado su fervor por la defensa del patrimonio francรฉs. Y no por esta defensa en sรญ, sino porque su mirada no parece ir mรกs allรก. Aman lo francรฉs-francรฉs -sea lo que sea eso- y no se cansan de seรฑalar que la cultura francesa estรก en peligro. De hecho, su eurodiputada Dominique Bilde montรณ en cรณlera cuando supo que la canciรณn enviada a Eurovisiรณn no estaba en francรฉs sino en inglรฉs. La misma polรญtica tambiรฉn se exaltรณ al conocer que la productora de Luc Besson habรญa sido comprada en un 27,89% por un grupo chino. Lo llamรณ โ€œdesnaturalizaciรณn del cine francรฉsโ€.

En su programa cultural, dirigido por Sebastien Chenu, exmiembro de la derechista UMP, el Frente Nacional ha prometido como su gran baza la protecciรณn del patrimonio y aumentar el presupuesto para su mantenimiento hasta en un 25%. Mรกs de uno se ha preguntado si esto supondrรก tener Notre-Dame como una patena y abandonar todo tipo de arte contemporรกneo, ya que Le Pen estรก decidida a limitar que los inversores extranjeros introduzcan capital en pymes-por ejemplo, galerรญas- francesas. El propio Chenรบ ha seรฑalado estar en contra de una โ€œDisneylandia culturalโ€. Se ha especulado con las subvenciones ante lo que no sea muy โ€œfrancรฉs-francรฉsโ€. Por supuesto, habrรญa un รฉnfasis con respecto a la lengua francesa.

Hay medidas en las que, por otra parte, el Frente Nacional y En Marche! coinciden. Sobre todo son aquellas que tienen  que ver con el cine. Pero desde dos visiones diferentes. Para Le Pen, la industria cinematogrรกfica es autรฉntica Marca Francia. Es la mรกs poderosa de Europa y Le Pen no estรก dispuesta a acabar con la excepciรณn cultural. Al contrario, pretende ir de Francia al mundo con el cine. Eso sรญ, tambiรฉn afirma que deberรกn controlarse mรกs las ayudas -es el paรญs que mรกs invierte en cine de Europa con fondos pรบblicos- y esto hace que los artistas se planteen quรฉ tipo de pelรญculas podrรญan ser subvencionadas y cuรกles no. Una de las pelรญculas favoritas de Le Pen es Napoleรณn, de Abel Gance, aunque tambiรฉn le gusta Braveheart, de Mel Gibson.

 

Macron: acceso a la cultura

Macron -que cita entre sus pelรญculas favoritas Presidente Mitterrand, de Robert Guรฉdiguian, y La gran ilusiรณn, de Jean Renoir- tambiรฉn cree que hay que mantener la financiaciรณn del cine, pero en su programa la medida estrella es facilitar el acceso a la cultura, con un bono cultural de 500 euros anuales para los jรณvenes de 18 aรฑos. La medida se inspira en el bono que impulsรณ Matteo Renzi en Italia. Para En Marche! lo importante es el acceso y el conocimiento multicultural europeo, con planes como un Erasmus para artistas o la creaciรณn de una especie de Netflix europeo para que se pudieran distribuir mejor entre los paรญses de Europa las pelรญculas de las diferentes cinematografรญas.

Precisamente, otra coincidencia tiene que ver con el entorno digital. Tanto Le Pen como Macron estรกn dispuestos a que plataformas como Netflix o Amazon paguen sus impuestos en Francia y no en paรญses terceros (algo que tambiรฉn ocurre en Espaรฑa). Ademรกs, el candidato de En Marche! asegura que es muy importante que los artistas puedan percibir los derechos de autor de los contenidos que manejan plataformas. Los dos tambiรฉn estรกn de acuerdo en mantener el canon digital para la compensaciรณn por copia privada, que en Espaรฑa estรก asignada a los presupuestos generales. Pero, mientras que Le Pen estarรญa dispuesta a acabar con la Ley Hadopi de Sarkozy, que perseguรญa a los usuarios de las pรกginas web piratas, y establecer por el contrario una especie de licencia global, Macron cree que es mรกs eficiente reformar la ley para que no se persiga a los usuarios y sรญ haya un cierre judicial de las pรกginas web piratas.

Por รบltimo, en el programa del candidato de centro figuran la defensa del mantenimiento del precio fijo en los libros, una educaciรณn artรญstica en las escuelas con proyectos financiados por las ciudades y el Estado, o, entre otras medidas, abrir las bibliotecas pรบblicas los fines de semana y mรกs horas durante el dรญa. Tambiรฉn Macron ha prometido que gastarรญa 200 millones de euros en las industrias culturales del paรญs.

En definitiva, la cultura que pretenden Macron y Le Pen apenas tiene coincidencia mรกs allรก de pilares bรกsicos que existen en el paรญs desde hace dรฉcadas, como mรญnimo. En el votante estรก la libertad de elegir.

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es periodista freelance en El Paรญs, El Confidencial y Jotdown.


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