La primera noche. La noche del 22 al 23 de enero de 2003 la escritora francesa Annie Ernaux (Lillebonne, 1940) se acostó con Marc Marie (Boulogne-Billancourt, 1962), que acababa de dejar a su novia, el apartamento en el que vivían juntos y su trabajo. Horas antes, cenando, ella le había dicho: “Me gustaría llevarle a Venecia. Pero no puedo en este momento porque tengo cáncer de pecho, me van a operar la semana que viene, en el Instituto Curie.” Él tenía una habitación de hotel a la que invitó a Ernaux, pero ella prefirió que fueran a su casa. Los dos mantenían una correspondencia desde 2001. Esa noche, empezó su relación, marcada por el deseo y la enfermedad, con la muerte al acecho.
Documentar el amor. “Una mañana, me levanté después de que M. se fuera. Cuando bajé y vi, dispersas por las baldosas del pasillo, al sol, las prendas de vestir, la ropa interior, los zapatos, sentí una impresión de dolor y belleza. Por primera vez, pensé que había que fotografiar todo aquello, ese conjunto nacido del deseo y el azar. Fui a buscar mi máquina. Cuando le conté a M. lo que había hecho, me confesó que a él también le habían entrado ganas. Tácitamente, a continuación, como si hacer el amor no bastara, como si hiciera falta conservar su representación material, seguimos tomando fotos. Algunas las hicimos justo después del amor, otras al día siguiente por la mañana. Este último momento era el más conmovedor. Esas cosas de las que se habían desprendido nuestros cuerpos habían pasado toda la noche en el lugar mismo donde habían caído, en la postura de su caída. Eran los despojos de una fiesta ya remota. Reencontrarlos a la luz del día era volver a sentir el tiempo.”
Un relato a dos voces. M. y A. fotografían la ropa hecha rebullo después del amor y luego ven esas fotos juntos. La idea de escribir sobre esas fotos viene luego, y surge casi como un juego: ninguno puede leer lo que el otro escribe, ni pueden hablar de lo que están escribiendo, tampoco pueden ver las fotos sin el otro. Eligieron catorce fotografías y comenzó el proyecto: “Como si lo que habíamos pensado hasta entonces como suficiente para conservar la huella de nuestros momentos amorosos, las fotos, no lo fuera, como si hiciera falta algo más, la escritura.” Cada uno leyó lo que el otro había escrito solo una semana antes de entregarlo a la editorial, Gallimard. El resultado, El uso de la foto (Cabaret Voltaire, 2018), es un relato a dos voces: cada foto va seguida de los textos que escribieron, primero la versión de ella, luego la de él.
El libro de los amantes. El amor, o el deseo sexual, no es el tema del libro, o al menos no el único: la enfermedad, la muerte de las madres, los ecos, la culpa, los celos, los reproches, las propiedades, el tiempo, la concepción de la pareja… todo eso aparece en este libro breve pero intenso. El cáncer de A. es una presencia constante: lleva un catéter, se le ha caído todo el pelo del cuerpo y a veces lleva una bolsa de la que sale un cable que va hasta el catéter. EL libro es tanto la evocación de la pasión como el relato del tratamiento –la quimioterapia, la operación, la radioterapia– y las huellas que deja en el cuerpo. Entre los dos amantes se instala la sombra de la muerte sin alterar su relación ni sus encuentros: conviven con esa amenaza, de la que apenas hablan. El libro termina cuando le retiran el catéter a A. Ella pide quedárselo, de recuerdo. También la peluca. El uso de la foto es un libro sobre la necesidad de conservar algo material que nos recuerde que hemos estado vivos.
Spoiler. El libro es de 2005, Annie Ernaux sobrevivió al cáncer y ha seguido escribiendo. Su libro más reciente es Memoria de chica, publicado también por Cabaret Voltaire.
Annie Ernaux / Marc Marie
El uso de la foto
Traducción de Lydia Vázquez Jiménez, Cabaret Voltaire, 2018, 192, pp.
(Zaragoza, 1983) es escritora, miembro de la redacción de Letras Libres y colaboradora de Radio 3. En 2023 publicó 'Puro Glamour' (La Navaja Suiza).