Muchos centroamericanos cruzan la frontera sur de México porque en sus países de origen la violencia y la pobreza son insoportables. En su tránsito hacia Estados Unidos, sin embargo, padecen sufrimientos igualmente infernales. En nuestro dossier de este mes queremos dejar constancia de esta espantosa situación. Francisco Goldman nos habla de estos “migrantes que no importan”. Óscar Martínez señala que temen lo mismo a los criminales que los secuestran y extorsionan que a las autoridades cómplices. Alberto Nájar visita los albergues que auxilian a los mutilados, a los huérfanos, a las niñas prostituidas. Antonio Ortuño amplía nuestra visión de ese horror desde la ficción.