Se cumplen cuarenta años del 23-F. El fallido golpe de Estado fue el final de una serie de intervenciones militares en la política de nuestro país y tuvo el efecto paradójico de fortalecer la democracia y sus instituciones. En los últimos años se han extendido versiones revisionistas de la Transición, un proceso imperfecto que terminó posibilitando el periodo de mayor libertad, prosperidad y paz de nuestra historia. En ocasiones el revisionismo es una teoría de la conspiración y la desmitificación en realidad busca implantar otro mito; otras veces, se cuestionan más las interpretaciones que los hechos. El aniversario de la asonada nos permite analizar los efectos que tuvo sobre nuestra política –algunos conocidos y otros menos evidentes o transformados en el tiempo– y estudiar de nuevo un momento histórico decisivo y las miradas que proyectamos sobre él.