México se encuentra en una encrucijada: el fenómeno migratorio se ha transformado, entre otros
motivos, debido al discurso xenófobo en Estados Unidos, al papel político que ahora tienen los
centroamericanos que cruzan por el país y a la ausencia de una agenda propia para abordar el problema. Darle prioridad al control fronterizo y a la seguridad no es una solución.