La mirada británica sobre México ha tenido la virtud de la diversidad. El testimonio que, en distintas épocas, han dado escritores, periodistas y pintores revela el rostro de un país múltiple y contradictorio. Del infierno alucinado por Malcolm Lowry al paraíso de azules de Joy Laville, de los innumerables sabores que ha recogido Diana Kennedy a los regocijantes interlocutores de Sybille Bedford, México es algo más que una curiosidad para extranjeros.